Compitieron 30 recolectores

Los “juntadores” de frutillas mostraron sus destrezas

Redacción El Litoral

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En Coronda ya se vive un clima festivo con aroma a fruta dulce y fresca. Es que la concreción de la Fiesta Nacional de la Frutilla genera un gran entusiasmo en la población de la ciudad y la región, sobre todo en aquellos directamente ligados a la producción de la roja “vedette”. Este año el evento se desarrollará los días viernes 10, sábado 11 y domingo 12, en las inmediaciones de la Avenida Costanera y la plaza central Justo José de Urquiza. Pero más allá de los habituales espectáculos que se suelen apreciar en cada velada, siempre hay otras actividades que hacen las veces de antesala a la fiesta. Una de ellas implica parte del proceso elemental ejecutado para que la frutilla se empaque, comercialice y finalmente saboree: la recolección.

Es que en el marco de la 59a. edición de la tradicional convocatoria, días atrás se llevó a cabo el Concurso de Juntadores. La competencia se realizó en la quinta Monti Hermanos, donde los 30 participantes inscriptos mostraron las destrezas que poseen al momento de extraer el fruto de la planta. Se trata de una tarea para nada simple, puesto que hay que mantener una posición inclinada del cuerpo en forma permanente, además del propio desgaste que genera la correcta selección de aquellos frutos que estén “a punto”. El evento se desarrolló con un gran marco de público y contó con la presencia de la 58a. Reina Nacional de la Frutilla, Virginia Wintterlin; la 1a. Princesa, Noelí Zago y la 2a. Princesa, Talia Pietrobon.

Luego de que el jurado discuta la elección del ganador, finalmente se adjudicó la victoria Gustavo Pérez, de la quinta de Borotto. Lo siguieron Rubén Díaz (quinta de Santrich), Nicolás Carabajal y Luis Carabajal (quinta Dulce Berries) y Leonardo Gerez (quinta Monti Hermanos). Los premios fueron aportados por la Mutual del Club de Bochas Central Coronda. Más allá del desempeño de los participantes, observar el desarrollo de la competencia deja postales como ésta, en donde el cultivo de esta planta se combina con el trabajo y el sudor de aquellos que con sus manos posibilitan el crecimiento de uno de los frutos más deliciosos.