Las tardías comprobaciones

Caso Nisman: la sombra de los espías

Analizan un misterioso quiosco de diarios frente a la residencia del fiscal y llamadas entre agentes de inteligencia.

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Diego Lagomarsino, en la mira de los fiscales.

Foto: DyN

 

Redacción de El Litoral

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La sombra del espionaje se cierne sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman. Según especula hoy el diario La Nación, alimentan esta sospecha la sorpresiva y extraña desaparición de un quiosco de diarios de Puerto Madero tras el crimen, la vigilancia que realizaba la Prefectura Naval sobre el fiscal, las supuestas tareas de inteligencia que efectuaban sus hombres, sorpresivos cortes de luz y los supuestos antecedentes de Diego Lagomarsino, único acusado de participar en el homicidio. También las relaciones con espías de los policías que vigilaban al funcionario, la explosión de llamadas telefónicas que se cruzaron de madrugada jefes de inteligencia, policías e incluso con teléfonos a nombre del Club Boca Juniors el fin de semana del 17 y 18 de enero de 2015, cuando aún no era público que Nisman tenía un tiro en la cabeza.

Debe recordarse que a ello se suma que parte de la información del teléfono celular y de la notebook de Nisman fue borrada con un sistema seguro y que su sistema de Wi-Fi fue alterado para cambiarle la clave. Además, hay evidencias de las torpezas que facilitaron lo que ahora se investiga como homicidio. Según la publicación colega, en el edificio Le Parc donde vivía Nisman, estaban fuera de servicio 15 cámaras de seguridad, la alarma perimetral no funcionaba desde hacía un año al momento del crimen y los vecinos habían sido objeto de robos en sus departamentos.

Así, el fiscal Eduardo Taiano, luego de desgranar estos elementos, pidió que Lagomarsino sea indagado como partícipe necesario del homicidio, ya que a criterio del investigador, fue la persona que acercó a Nisman la pistola con la que terminó muerto.

Volviendo sobre el misterio del puesto de diarios fantasma, de Aime Paine y Azucena Villaflor, frente a las Torres Le Parc, la información que manejan los investigadores es que se trataba de un quiosco sencillo, que cerró al día siguiente de la muerte de Nisman. La publicación cita el caso de Jorge Pierrestegui, un vecino de la zona, quien sostuvo que le llamaba la atención que dicho puesto de venta siempre tenía poco material y que el diariero era un hombre muy formado. Era, según el relato, “una persona muy por encima de la media de lo que puede ser un vendedor de diarios, muy formado en política o economía”.

“Es inevitable”

Por su parte, el abogado de las hijas de Alberto Nisman, Federico Casal, aseguró que ‘la responsabilidad’ del técnico informático Diego Lagomarsino “en el homicidio” del fiscal “es inevitable”.

Para el letrado, “ya se acreditó que fue un homicidio que se quiso hacer pasar por un suicidio y en esto último Lagomarsino tuvo un rol protagónico. Ahora que se acreditó un homicidio, la responsabilidad de Lagomarsino es inevitable”, sentenció Casal, quien enfatizó que el empleado que le prestó al fiscal el arma de donde salió la bala que acabó con su vida “va a tener que explicar muchas cosas”.

También advirtió que en el informe del fiscal de la causa, Eduardo Taiano, en el que asegura que a Nisman lo mataron, “se abre un interrogante, que todavía no tiene respuesta, ¿quién es realmente Lagomarsino?‘. No sabe quién es, pero sí se sabe quién no es”, sentenció. Agregó que “esto de que fue contratado para darle seguridad informática a Nisman no cierra para nada”.

“Es muy diferente para todo hijo saber que su padre ha muerto suicidándose, por cobarde, o fue asesinado por el cumplimiento de la función que la República nos había encomendado”, aseveró Casal.

Argumentos de Boudou

Las defensas de los detenidos ex vicepresidente Amado Boudou y su supuesto testaferro, José María Nuñez Carmona, fueron citadas por la Cámara Federal porteña el próximo martes 21 de noviembre, para ampliar los argumentos en reclamo de la excarcelación de sus clientes en la causa por enriquecimiento ilícito.

Los camaristas de la sala uno del Tribunal de Apelaciones, Jorge Ballestero y Leopoldo Bruglia, convocaron a una audiencia ese día, en la que los abogados podrán exponer de manera oral o dejar un escrito, de manera previa a resolver si confirman o no el rechazo del juez federal Ariel Lijo a excarcelar a Boudou y Nuñez Carmona, informaron a Télam fuentes judiciales.

Ambos están presos en la cárcel de Ezeiza desde el viernes 3 de noviembre por orden del juez Lijo, quien los acusó por tres maniobras de lavado de activos en el marco de la causa por enriquecimiento ilícito del ex vicepresidente.