Se detectaron casos en la zona

Sextorsión: nueva modalidad delictiva en las redes sociales

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“ ‘No hables con desconocidos’, nos decían a nosotros”, dijo el fiscal Estanislao Giavedoni que dio recomendaciones para prevenir el delito.

Foto: Guillermo Di Salvatore/Archivo

 

Redacción de El Litoral

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“No hables con extraños”, era la frase que solían oír quienes hoy tienen más de 30 ó 40 años. Es que dos o tres décadas atrás, los peligros estaban “afuera”, lejos de casa. La penetración de la tecnología en el hogar y el acceso a ella a edades cada vez más tempranas, acrecentó los peligros y riesgos a los que todos -no sólo los chicos- estamos expuestos. Muestra de ello es una investigación iniciada a partir de un puñado de denuncias que se encuadraron bajo la denominación de “sextorsión”.

La labor a cargo de técnicos y profesionales de la Policía de Investigaciones (PDI), bajo las directivas del fiscal del Ministerio Público de la Acusación, Estanislao Giavedoni, junto con un equipo de especialistas en ciberdelitos de la Policía Federal Argentina, permitió dar alcance al núcleo de una organización que operaba desde Costa de Marfil, una república africana ubicada al otro lado del Atlántico.

“Se denomina sextorsión y es un tipo de extorsión que se realiza a través de las redes sociales”, indicó el fiscal Giavedoni en una improvisada conferencia de prensa en los pasillos de tribunales. De todas las redes que existen, la más utilizada para este delito es “Facebook” aunque también se utilizan “otras donde se pueden crean historias digitales”.

Historias falsas

El jefe de la investigación señaló que detrás de cada caso “hay verdaderas empresas digitales donde cada uno de los miembros tiene un rol”. Por ejemplo, hay “personas que se dedican a la creación de historias, otras las compaginan digitalmente y otras que se dedican al hackeo de cuentas”.

En cuanto a la dinámica del delito, Giavedoni explicó que “lo que se busca es contactar personas, posibles víctimas a las que les ‘venden’ historias digitales de personas comunes, para luego tratar de mejorar esa comunicación, hasta llegar a un grado de contacto más íntimo y lograr que la víctima se deshaga de información personal y hasta pueda enviarle imágenes y fotografías privadas”.

En se punto, “cuando la persona-víctima envía estas imágenes es donde comienza la extorsión”. Previamente, “introducen un virus a través de un correo electrónico o una imagen enviada, que logra captar todos los contactos de esa persona y la amenazan con el envío de la foto desnuda o desnudo a todos tus contactos si no pagás una determinada suma de dinero”.

Todas las edades

Como el temor al ridículo, el pudor o la vergüenza suelen primar por sobre la indignación que causa el “apriete”, los usuarios suelen hacer los envíos de dinero solicitados “a través de medios usuales, como Western Union; o a través de ‘bitcoin’ -dinero digital- que es muy difícil de rastrear” en cuanto a su origen.

Si bien no fue preciso a la hora de referir a las víctimas y los lugares donde sucedieron los hechos, el fiscal aseguró que “hubo casos en la región que se animaron a denunciar y se pudo detectar que detrás de todo esto había una verdadera organización y en el caso concreto era en Costa de Marfil”.

Como resultado de la pesquisa se produjeron allanamientos con la colaboración de Interpol, “con la particularidad que los delincuentes no los hemos tenido en nuestro país de origen, por lo que serán juzgados en su país. Pero en el caso que se logre detectar una organización aquí va a ser juzgado bajo el esquema de la extorsión”, detalló el entrevistado.

Además, agregó que “las personas víctimas en estos casos eran mayores de edad, pero pueden ser mayores o menores. Hay muchos adolescentes que pueden ser víctimas de esta situación. Pensemos en jóvenes que envían imágenes íntimas a otra persona y que para que el papá o la mamá no se enteren empieza a transferir dinero de forma digital, que a veces es poco dinero pero se hace una cadena”, completó.

Definición

Para enciclopedia libre Wikipedia, la sextorsión o extorsión sexual, “es una forma del explotación sexual en la cual una persona es chantajeada con una imagen o video de sí misma desnuda o realizando actos sexuales, que generalmente ha sido previamente compartida mediante sexting. La víctima es coaccionada para tener relaciones sexuales con alguien, entregar más imágenes eróticas o pornográficas, dinero o alguna otra contrapartida, bajo la amenaza de difundir las imágenes originales si no accede a las exigencias del chantajista”.

Recomendaciones

Grooming, sexting, chantaje digital, son términos relativamente novedosos que tomaron impulso con el desarrollo tecnológico y su acceso doméstico. A ellos hay que añadir ahora la “sextorsión”. Para todos los casos la recomendación es la misma: “La clave es que la información que uno tiene es personal y no hay que brindarsela a nadie”, destacó el fiscal Estanislao Giavedoni.

“Piensen que cuando nosotros éramos más chicos nuestros padres nos decían ‘no hables con desconocidos’. Ahora todas las redes sociales, un teléfono o una computadora es una puerta al mundo y del otro lado puede haber cualquier tipo de persona. Hay depredadores sexuales y organizaciones de personas que se dedican a captarnos”, indicó el fiscal que se ha especializado en ciberdelito.

“La clave es no brindar información personal, no darle imágenes nuestras a cualquier persona, porque un nick o un usuario digital no siempre es quien parece ser”, reiteró. “Yo doy un ejemplo de un caso de grooming que trabajamos, en el que el victimario tenía un perfil muy similar al de Justin Bieber -joven cantante canadiense- y había un gran número de chicos y chicas que había conquistado que le mandaban su fotografía bañándose, yendo a la playa o con videos sexuales por ejemplo, que después eran utilizados para extorsionar”.