Se quemó el espacio cultural Juglares sin Fronteras

Un incendio redujo a cenizas una preciada biblioteca de Colastiné Norte

Había sido levantada con la donación de los vecinos de la Costa y condensaba unas 7.000 obras, algunas irremplazables. Era el sueño hecho realidad de la narradora oral escénica Marcela Sabio, quien recolectó libros por toda Latinoamérica. Ahora, llegará el tiempo de resurgir para continuar una gran labor de acceso a la cultura.

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Hacedora. Marcela Sabio tendrá ahora el gran desafío de levantar nuevamente su sueño, la biblioteca. Y necesitará la ayuda de toda la comunidad.

Foto: Flavio Raina.

 

Nicolás Loyarte

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La biblioteca popular de Colastiné Norte, Juglares Sin Fronteras, quedó reducida a cenizas durante la madrugada debido a un incendio, del que se investigan las causas. En su interior se encontraba una persona que logró escapar de las llamas y fue quien alertó sobre lo que ocurría. Sufrió quemaduras menores en sus manos, mientras que se perdieron unos 7.000 libros con un valor incalculable y los daños edilicios fueron totales.

Todo comenzó cerca de las 3 de la madrugada cuando una explosión provocó un incendio en la biblioteca popular ubicada en Los Talas 6021 (entre Mocoví y Los Algarrobos), a la altura del kilómetro 1,5 de la Ruta Provincial Nº 1, en jurisdicción del barrio Colastiné Norte. Allí, la narradora oral escénica Marcela Sabio había cedido, hace unos siete años, parte de su vivienda particular y toda su biblioteca para levantar un espacio cultural único en la Costa, donde además de literatura se presentaban grupos de música y se daban funciones de cine, títeres y teatro.

La persona que se encontraba dentro de la biblioteca pernoctando en el entrepiso es uno de los hijos de Sabio, que había llegado de visita a la ciudad el día anterior y es bibliotecario además de docente en la cárcel. Fue el primero en avisar de lo que ocurría y luego la familia y vecinos combatieron las llamas como pudieron hasta el arribo, primero de los bomberos de Rincón y una hora más tarde, de los Bomberos Zapadores.

En cuanto al motivo del incendio, esta mañana Sabio dijo: “No sabemos bien qué pasó porque estábamos durmiendo, nos dijeron que pudo haber sido un cortocircuito”, y agregó: “Cuando mi hijo me golpeó la puerta y me despertó ya estaba todo prendido fuego. Él sólo escuchó un estallido, vio el fuego y escapó”.

Marcela Sabio tenía previsto viajar hoy a México para realizar sus habituales tareas como narradora oral escénica. Pero el destino le jugó una mala pasada a esta trashumante que riega el continente con bellas historias.

Juglares

La biblioteca popular Juglares sin Fronteras es el sueño hecho realidad de Marcela Sabio, quien recorrió durante décadas Latinoamérica y el mundo contando cuentos a niños y adultos. De cada rincón trajo a la Costa un libro, una historia, la que formaba parte de Juglares. Más de 7.000 títulos quedaron anoche reducidos a cenizas. También había partituras musicales, obras teatrales y demás objetos de gran valor cultural.

La biblioteca tenía techo de paja, como muchas de las viviendas de la costa. Esta mañana los bomberos trabajaban en el lugar terminando de apagar las llamas y en el suelo habían quedado casi un metro de libros quemados, historias, palabras alguna vez narradas por Marcela que hoy perdurarán propagadas en el éter. Un encanto.

Entre las pérdidas, se contabiliza además una computadora que contenía valiosa información cultural, otra computadora del hijo de Sabio, al igual que el resto de sus pertenencias de viaje. También había dos maletones rodantes con objetos del museo itinerante La Quijotada. Entre los libros más preciados había tres versiones de lujo de “La Ilíada”, “La Odisea” (Homero) y “Las mil y una noches” (anónimo).

Pese a la cercanía, por fortuna el fuego no alcanzó la casa familiar ni el SUM, contiguos a la biblioteca. Ahora será tiempo de evaluar las pérdidas, comenzar las refacciones y reconstruir este valioso espacio cultural levantado a pulmón, que sufriera un robo hace dos meses atrás y las consecuencias de la inundación, el año pasado.

Juglares era (es) un espacio mágico, único en su tipo. Y ahora el destino le propone resurgir, desde el dolor y la impotencia. Toda una vida dedicada al amor por la cultura, la narración y el encanto. Obra sanadora la de Marcela Sabio. “Todo lo que piensen que puede servir para que la biblioteca siga funcionando será bienvenido”, dijo acongojada su hacedora, y reflexionó con una narración: “Siempre nos cuentan que cuando se muere un anciano es como si se quemara una biblioteca entera. Y ahora digo yo cuántos escritores y pensadores se han muerto si dejamos que estos libros dejen de circular por la comunidad”.

Al menos hasta media mañana, autoridades de Cultura de provincia y ciudad no se habían comunicado con Sabio, quien aguarda su apoyo. Quienes tengan manos para abrazar, para limpiar, para acercar muebles, materiales, ladrillos y literatura, sólo deben contactar a su hacedora (ver Cómo ayudar). También es útil, más que nunca, la palabra y los cuentos. Es la hora de tender una mano.

“Siempre nos cuentan que cuando se muere un anciano es como si se quemara una biblioteca entera. Y ahora digo yo cuántos escritores y pensadores se han muerto si dejamos que estos libros dejen de circular por la comunidad”.

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Cómo ayudar

Tel 0342-4981071 o 155119932 / Lugar: Los Talas 6021 (entre Mocoví y Los Algarrobos), a la altura del Km 1,5 de la Ruta Provincial Nº 1 - Colastiné Norte.