Julio María Sanguinetti

“El debilitamiento de los partidos lleva a la ingobernabilidad"

El ex presidente uruguayo habló del cambio cualitativo en el debate democrático: “No es un debate de ideas ni convicciones, sino de seducción. Y esto denota una situación de fragilidad.”

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Sanguinetti: “El ciudadano debe asumir responsabilidades, esa es la esencia de la democracia”.

Foto: Archivo El Litoral

 

Redacción de El Litoral

“La sustancia de la democracia son las formas. Que haya democracia no significa que haya un buen gobierno. Las instituciones son un elemento fundamental, pueden ser ‘llenadas’ de distintas maneras, pero nunca reemplazadas.”

Las definiciones pertenecen al ex presidente de la República Oriental del Uruguay, Julio María Sanguinetti, que el miércoles pasado fue el protagonista del encuentro anual organizado por el Estudio Repún y Asociados, el Estudio Jurídico Elli y Elli y el Estudio contable jurídico y tributario SGS.

La conferencia, titulada “La democracia en América Latina”, contó con la colaboración de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) y tuvo la participación especial de José Claudio Escribano y la presencia del canciller argentino Jorge Faurie.

Durante la conferencia celebrada en el Scala Hotel, y ante un auditorio repleto de asistentes, Sanguinetti hizo énfasis en la importancia de las instituciones para la construcción de la democracia:

En el comienzo de su exposición, se refirió a la novela Historia de dos ciudades de Charles Dickens de 1859 y trazó un paralelismo entre una cita de la obra y el presente: “Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, la edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación”.

En el contexto actual en el que las creencias en la libertad, la democracia, el progreso de la cultura y el valor de la ciencia son indiscutibles, Sanguinetti reconoció la incredulidad que provoca la construcción de mentiras a través de montajes y la información no chequeada o tergiversada en la “era de la posverdad”.

Para ejemplificar la “era de la luz” utilizó a la Argentina, por sus esfuerzos en la lucha contra la corrupción; y en cambio, habló de la situación crítica que golpea a Venezuela y que “lleva a pensar, de manera equivocada, que solo una fractura militar puede producir el cambio.”

Respecto a los partidos políticos, Sanguinetti aseguró: “El debilitamiento de los partidos políticos lleva a la ingobernabilidad. Los partidos no son perfectos, pero sólo a través de ellos se logra la democracia”.

El monstruo sin cabeza

El político y periodista uruguayo se refirió al contexto actual, en el que debido a la comunicación, se ha creado una nueva forma de democracia. “Hoy vivimos cambios muy fuertes: el ciudadano se siente representante de sí mismo, no imagina hablarle a su legislador. Saltea todo y directamente publica en Facebook”, dijo. Y agregó: “Son multitudes de a uno. Ya no hay una opinión pública vertebrada”.

Sanguinetti se refirió a las encuestas como “el vocero de ese monstruo sin cabeza (la opinión pública)”, y habló de la necesidad del reconocimiento de las debilidades y el cambio en la metodología para que sean funcionales a la democracia. Además, habló del cambio cualitativo en el debate democrático: “No es un debate de ideas ni convicciones sino de seducción. Y esto denota una situación de fragilidad”.

Según Sanguinetti, la democracia es un ejercicio de razón que reposa en el voto ciudadano, a través del cual se elige el gran rumbo del país. “El ciudadano debe asumir responsabilidades, ésa es la esencia de la democracia”.