Canapino, el verdugo de Torino

El arrecifeño fue protagonista de una gran remontada en La Plata para alcanzar su segundo título en el TC e impedir una consagración de Torino que desde 1971 no festeja un campeonato en la “máxima”.

Sobre Ruedas

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No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista, deben pensar en este momento los simpatizantes de Torino, que vieron cómo no pudieron cortar una racha de 46 años (que serán 47 en próximo año) sin títulos desde aquel logrado en el lejano 1971 por Rubén Luis Di Palma.

Como premio consuelo quedó el triunfo del mendocino Julián Santero (Torino) quien alcanzó su segundo éxito en 15 carreras y dejó a la marca como la más ganadora de la temporada con ocho victorias. Torino no pudo vencer al TC ni a su historia. Ni siquiera con un reglamento técnico que lo favorecía y con un equipo con apoyo de Renault, en consecuencia por los ya ahora 51 años del lanzamiento del famoso modelo. En ese equipo cayó derrotado el santafesino Facundo Ardusso quien este fin de semana no contó (sorpresivamente) con el auto competitivo de fechas anteriores y que seguramente, a pesar de su hidalguía, recordó cómo en Rafaela no obtuvo un triunfo que hubiese sido lógico por la necesidad de aquel momento y que además hoy le hubiese permitido ser campeón.

Por eso en el TC, al momento de las definiciones, siempre hay detalles que llaman la atención y que quedan para el periodismo y el público en general como grandes proezas o como grandes polémicas.

No se pueden soslayar las condiciones conductivas de Agustín Canapino, siendo uno de los mejores pilotos del país, pero llamó la atención el gran avance que tuvo fundamentalmente en la final luego de partir 11mo. en un circuito donde es difícil el sobrepaso. De hecho, en el lote de punta sólo dos pilotos pudieron hacer maniobras de superación, como la de Gastón Mazzacane a Mauricio Lambiris (le había sacado más de medio segundo al segundo en clasificación) y la de Julián Santero a Christian Ledesma que a la postre le sirvió para llevarse el triunfo gracias a la sanción que recibió Lambiris por el toque al líder en ese momento, Mazzacane. Lejos de estos ejemplos quedó la gran escalada que realizó Agustín con un auto contundente, con un ritmo demoledor y decorado con los colores de fieles patrocinantes de la categoría.

Así se cerró un nuevo año del TC con el segundo campeonato más apretado de la historia, teniendo en cuenta que en 1975 Héctor Gradassi y Jorge Recalde empataron en puntos, pero se terminó consagrando “Pirín” por tener una victoria más.

El Turismo Carretera retomará actividades el próximo 18 de febrero de 2018 en el circuito de Viedma.

Arrecifes, cuna de campeones

La pequeña localidad de la provincia de Buenos Aires ya alcanzó siete títulos en el Turismo Carretera y con todas las marcas.

1939: Ángel Lo Valvo (Ford); 1968: Carlos Pairetti (Chevrolet); 1970 y 1971: Rubén L. Di Palma (Torino); 2006: Norberto Fontana (Dodge); 2010 y 2017: Agustín Canapino (Chevrolet).