ARTES VISUALES

Domingo Sahda

En el espacio del Museo Municipal de Artes Visuales Sor Josefa Díaz y Clucellas (peatonal San Martín 2068, ciudad de Santa Fe) “se ha abierto a la apreciación pública una Exposición de obras... que ha sido posible gracias a un trabajo colaborativo entre los Municipios de la Región Centro que integran la Red de Ciudades Creativas de la Subsecretaría de Economía Creativa del Ministerio de Cultura de la Nación...” (texto del catálogo de mano). El emprendimiento que se refiere responde a la autoría de Luciana Berneri, quien avala con su firma el prólogo del emprendimiento cultural a la vista, el que hace “agua” por varios de sus frentes en tanto definamos el presente hecho como “juego de conexiones y relatos entre las obras que se van modificando a medida que se avanza por las diferentes salas...” (cita del impreso de mano).

De suyo se acepta que, al menos en el marco de la cultura occidental y desde hace siglos, el definido como “lenguaje visual”, que se constituye con la materia prima de las imágenes sean -en el plano o en el volumen- figurativas o abstractas el que configura el imaginario de pertenencias e identificaciones sustantivas, dista un tanto, y de manera marcada, de varios de los supuestos hechos que a la vista se ofrecen. Considerar que un túmulo de tierra de tamaño considerable, con plantas y plantines diversos se constituya en una referencia artística de rango intelectual, sensible o inteligente (como quiera que se rotule) presupone una velada agresión al sentido común, con la certeza de que la búsqueda de “parecer sustantivamente creativo” trastabilla con la esencia del discurso sensible e inteligente, más o menos comprometido con el devenir del Arte con mayúsculas. Las ingeniosas o curiosas manualidades son no más que eso, cuando no la búsqueda afanosa por ser tenido en cuenta.

El diseño y el montaje del recorrido trastabilla una y otra vez con el inconveniente significativo en el modo y la manera que la instalación-recorrido presenta, tanto por su presencia regular como por sus excesivas dimensiones, lo que la predetermina como la verdadera protagonista del evento de referencia, haciendo que aquello entendido como hecho a exponer resulte, en general, apenas un accidente visual. La estructura de referencia deviene, pues, en una pieza propia del espacialismo escultórico, menoscabando otros presupuestos artísticos. Por cierto vale señalar que se destacan en el contexto las obras de Héctor Borla, Ana María Pizarro, Julio Pagano como genuinas y calificadas obras de Arte Visual en el maremagnum ostensible de la “nada” artísticamente hablando. Agregar a la escultura chapa batida del creador Eddie Torre la supuesta obra titulada “Bola” (Bola de cemento pintada de amarillo -30 cm- de diámetro) es cuanto menos un agravio gratuito a la obra original del maestro (a quien le quepa el sayo, que se lo ponga). De igual modo suponer que “Frontón con línea inquieta” (Pintura sobre pared) se constituye en obra de arte, es cuanto menos una broma ocasional. Si, resulta de interés la fotografía, de dimensión mayor, de la autora Silvina Menéndez.

Así las cosas la sumatoria de “zonceras presuntuosas” exhibidas en la muestra “Entré en el túnel y saqué un par de fotos” hace pensar que al entrar en el susodicho túnel la responsable de la muestra entró en un territorio en el cual la oscuridad era tan absoluta que los registros visuales obtenidos se recortan en el marco del non sense, cuando no en los territorios de la “manualidad paqueta”.

Vale la pena ratificar que el Museo, los museos locales, pueden convertirse en ocasionales galerías de arte, con sus más y con sus menos en tanto no se olviden que la esencia fundamental de los mismos, esa que los define en el marco sociocultural es la de colectar y exponer los registros de Arte Visual del lugar, la región, esa que “duermen” el sueño de los olvidados en sus depósitos. Sabido es que en nuestra ciudad la galerías de arte brillan por su escasez o ausencia. Más tergiversar la esencia de tales lugares al menos amerita una discusión profunda al respecto.

Obras que integran la exposición.

Fotos: Gentileza MMAV