LA POBLACIÓN CON MÁS DE 80 SE TRIPLICARÁ EN TRES DÉCADAS.

El 13 por ciento de la población mundial tiene 60 o más años

En América Latina, la cantidad de habitantes de esa franja etaria superará, por primera vez, a la de los menores de 15, en 2040. Europa concentra la mayor proporción de adultos mayores.

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Salud, nutrición, vivienda, bienestar social, seguridad de ingreso y empleo son algunos de los aspectos que involucran a adultos mayores y se evalúan a nivel mundial. Foto:Archivo El Litoral.

 

Redacción de El Litoral.

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En el año 1950 eran 500 millones; en 1990, alcanzaron los 900; en 2050, 2010 millones, y en 2100, 3.200. Ésa es la población de personas de 60 años o más en todo el mundo que se registraba casi setenta años atrás y se proyecta hasta el próximo siglo. La cifra surge del informe publicado a fines de 2017 por el Instituto Provincial de Estadísticas y Censos, basada en datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el sitio web especializado Population Pyramid además de numerosas fuentes incluidas en el trabajo que dedica un capítulo al envejecimiento.

Precisamente, el documento denominado Proyecciones Estadísticas Mundiales: hacia los años 2050-2100 señala que, de acuerdo con los datos publicados en el sitio web de Naciones Unidas, se calcula que en el año 2017 había 962 millones de personas con 60 años o más, es decir, un 13 por ciento de la población mundial. Este grupo tiene una tasa de crecimiento anual del 3 por ciento. Europa es la región con más personas pertenecientes a esta franja etaria, aproximadamente un 25 por ciento.

Ya para el año 2030, se estima que habrá 1.400 millones personas de edad avanzada en el planeta.

En relación con la cantidad de personas mayores de 80 años, se calcula que se triplicará en poco más de 30 años y se multiplicará por siete en algo más de ocho décadas: de 137 millones en el año 2017 pasarán a 425 millones en el año 2050 y a 3.100 millones en el año 2100.

Desde Naciones Unidas, se explica que a las personas mayores “se las percibe cada vez más como elementos que contribuyen al desarrollo; se considera que sus habilidades para mejorarse a sí mismas y a la sociedad se deberían integrar en las políticas y en los programas a todos los niveles”.

Pero a la vez, advierte que “en las próximas décadas, muchos países estarán sometidos a presiones fiscales y políticas debido a las necesidades de asistencia sanitaria, pensiones y protecciones sociales de este grupo de población en aumento”.

POR QUÉ ENVEJECE

Un apartado especial del informe lo constituyen los factores demográficos del envejecimiento de la población. En este punto, se tiene que el tamaño y la composición por edades de una población se determinan a través de tres procesos a la vez: la fertilidad, la mortalidad y la migración.

Todas las regiones experimentaron un aumento considerable en la esperanza de vida desde el año 1950: al aumentar la esperanza de vida al nacer, la mejora en la supervivencia de las personas de más edad explica la proporción cada vez mayor en la mejora generalizada de la longevidad.

La reducción de la fertilidad y el incremento de la longevidad son, por tanto, factores clave del envejecimiento mundial de la población. A esto se suma otro elemento: la migración internacional; ¿cómo contribuye ésta a modificar las estructuras de edad en países y regiones? “En los países con una gran migración internacional, ésta puede retrasar el proceso de envejecimiento, al menos temporalmente, ya que los migrantes suelen ser jóvenes en edad de trabajar. Sin embargo, aquellos que se quedan en el país terminarán formando parte de la población de mayor edad”, aporta el informe de Naciones Unidas.

PREOCUPACIÓN MUNDIAL

El organismo internacional viene analizando este fenómeno desde hace varias décadas: la primera conferencia específica se llevó a cabo en el año 1982 y produjo el “Plan de Acción Internacional de Viena sobre el Envejecimiento”, que se basó en 62 puntos enfocados en salud y nutrición, protección de los consumidores, vivienda y medio ambiente, familia, bienestar social, seguridad de ingreso y empleo.

La Segunda Asamblea Mundial fue en Madrid, España, en 2002. Allí se concluyó que la población de edad se cuadruplicará en los siguientes 50 años; que en Asia y América Latina aumentará del 8% al 15% entre 1998 y 2025, mientras que en África esa proporción se incrementará sólo del 5% al 6% durante el mismo período, y después se duplicará para 2050. En el África subsahariana, donde se sigue luchando contra la pandemia del VIH/sida y las dificultades económicas y sociales, el porcentaje llegará a la mitad de ese nivel. En Europa y América del Norte, entre 1998 y 2025 la proporción de población clasificada como personas de edad aumentará del 20 al 28% y del 16 al 26%, respectivamente.

No fue el único resultado que arrojó aquel encuentro. También se coincidió en que las mujeres de edad superan a los hombres, y cada vez más a medida que la edad aumenta. Por eso, la formulación de políticas sobre la situación de las mujeres que pertenecen a esa franja etaria debería ser una prioridad en todas partes. “Reconocer los efectos diferenciales del envejecimiento en las mujeres y los hombres es esencial para lograr la plena igualdad y para formular medidas eficaces y eficientes para hacer frente al problema. Por consiguiente, es decisivo lograr la integración de una perspectiva de género en todas las políticas, programas y leyes”, se decía entonces.

AMÉRICA LATINA

En lo que respecta a nuestra región, el Centro de Investigaciones para América Latina y el Caribe (Cepal) advirtió que hacia el año 2040 el porcentaje de personas de 60 años o más superará por primera vez al de los menores de 15, lo que supondrá una nueva estructura por edad.

El director del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (Celade), Paulo Saad, precisó que “hasta la década de los años 1970, América Latina y el Caribe fue una región joven con altas tasas de fecundidad y natalidad, con un promedio regional de casi 6 hijos por mujer, y una baja expectativa de vida”. Sin embargo, “la tasa de fecundidad pasó aceleradamente de 6 a 3 hijos por mujer en 25 años y, actualmente, el promedio de la región está por debajo de la tasa de reemplazo que alcanza a los 2,1 hijos por mujer”.

Si esta tendencia se mantiene, llegará un momento en que la población de la región comenzará a disminuir. Esta advertencia se hará realidad para toda la región latinoamericana en el año 2075.

CÓMO SE GRAFICAN LOS CAMBIOS

Una forma de representar la evolución de la humanidad por sexos y edades es a través de las pirámides poblacionales, definidas por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) -a través de Population Reference Bureau- en tres categorías:

- Expansivas: con una base amplia, lo cual indica una proporción elevada de niños y una rápida tasa de crecimiento de la población.

- Constrictivas: con una base más estrecha que el centro de la pirámide, lo que generalmente ilustra un rápido descenso en la fecundidad.

- Estacionarias: con una base estrecha y un número de personas aproximadamente igual en cada grupo de edades, que se estrecha con los grupos de más edad, lo que indica una proporción moderada de niños y una tasa de crecimiento lenta y nula.

Las siguientes son las pirámides poblacionales correspondientes a los años 1950 y 2015 y las proyectadas para 2050 y 2100.

PiramidePoblacional.pdf