Entre 2017 y 2018

Bonfatti: “No quisiera enamorar a partir de un Durán Barba”

El titular de la Cámara de Diputados y del Partido Socialista insiste en convencer desde las propuestas. El diálogo y el consenso, como ejes para la tarea parlamentaria.

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Para Bonfatti, lo central siguen siendo las ideas. Rescata el programa del Frente Progresista pero es pragmático respecto al nombre. Foto: Flavio Raina

 

Mario Cáffaro

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Antonio Bonfatti destacó que “en la Cámara de Diputados hubo un trabajo responsable, no se pueden imponer las cosas; por eso acá primó el diálogo y el consenso”, insistió a la hora de trazar un balance de la tarea parlamentaria del último año, pero también habló de las dificultades que tuvo el Partido Socialista -que preside a nivel nacional- durante el último turno electoral, así como los desafíos para intentar volver a enamorar a la sociedad.

—2017 fue un año complicado para el Partido Socialista en materia electoral. Perdieron presencia en el Congreso Nacional, pero supongo que con desafíos hacia adelante...

—Fue un año complicado para la mayoría de los argentinos; estamos en una nueva realidad social, política, económica. Como partido, apelamos a construir un espacio de centro-izquierda que tenga caladura en el país. No lo pudimos lograr, como no lo pudo lograr nadie al margen de lo que fue entre el anterior gobierno, expresado en el Frente para la Victoria, y el actual expresado en Cambiemos. Esa confrontación logró el voto de mucha gente -algunos por convicción y otros por bronca hacia el otro-, no dio espacios a terceras opciones. Pero vamos a seguir en el camino.

—¿El desafío de 2018 es pensar los desafíos por delante en 2019?

—En la humanidad se habla de los flujos y reflujos. Se vio la década del 70 y del 80 donde el socialismo gobernaba casi toda Europa. Llegó también la época de América Latina. Hoy hay un reflujo hacia el liberalismo, más hacia la derecha. Son etapas del mundo, hay que estar siempre preparados y creer en las convicciones de uno, las ideas que ha sedimentado y forjado desde la juventud y seguir bregando por transformar la realidad para el bien de la mayoría.

—¿Cómo se forman hoy dirigentes para que no los lleve la ola?

—Esta es parte también de la situación que vivimos, porque muchos de los paradigmas que parecían inmutables -por ejemplo el trabajo-, hoy deja de serlo. El trabajo era el que regulaba la vida de las personas -horarios de entrada, de salida; el pan que se llevaba a la casa-. Cuánto de eso hoy está reemplazado por robots. Nadie sabe cómo van a ser los nuevos trabajos de la humanidad, o al menos se discute mucho y no hay certezas. La palabra que hoy predomina en el mundo es la incertidumbre, y esto se traduce como epifenómeno en violencia. Cuando no hay certeza, cuando uno no tiene un futuro que lo pueda intuir, luchar, genera este tipo de expresiones en la sociedad.

—Mucho se habla de relanzar el Frente Progresista. ¿Cómo lo ve?, ¿qué aconseja el Partido Socialista?

—El Frente Progresista tiene 22 años, se fue consolidando con el tiempo, tiene un proyecto programático, cimentado por un contenido de ideas. Algunos eligieron otro camino, los respeto, pero otros pueden sumarse. Siempre abonamos a la suma de personas en forma individual, instituciones de la sociedad civil. Nunca nos atuvimos sólo a los 8 partidos que constituimos el Frente Progresista en el primer día. Está abierto a aquellos que quieran compartir ideas. La realidad social, política y económica no es la misma de antes, por lo tanto, hay que seguir con el proyecto.

—¿El nombre se debe cambiar o seguir?

—Es lo de menos, lo importante es el contenido. No tiene mucho valor el nombre, hay nombres, hay marcas nuevas que se han instalado, se puede poner otro pero lo importante es lo que se propone para la sociedad.

—Los desafíos son diferentes también para los próximos años. Deben elaborar un programa para seguir enamorando a la sociedad.

—No quisiera enamorar a partir de un Durán Barba, de lo que la gente quiere escuchar. Hay que enamorar desde la realidad de las propuestas que uno tiene. No es fácil, más con el rol que tienen los medios de comunicación masivos, especialmente los nacionales. También la realidad va marcando que muchas de aquellas cosas que parecían con pompa y espuma hoy se vienen abajo. El tiempo dirá si las propuestas que hoy están vigentes por parte del gobierno nacional pueden seguir teniendo el apoyo que han tenido.

—Usted pondera mucho el diálogo y el consenso parlamentario. Es una tarea que se no ve.

—Sí, sí, es la tarea que no se ve, es la tarea de charlar, pero siempre con una propuesta arriba de la mesa. Ser flexible, porque si no hay flexibilidad y uno quiere imponerle una cosa al otro comete un error gravísimo porque, a la corta o a la larga, esa imposición se vuelve en contra como una reacción inversa de la misma magnitud de lo que uno fue en el otro sentido. Me parece que tratar de buscar mayorías siempre es un gran esfuerzo, pero que hay que practicarlo todos los días.

Control de fiscales y defensores

Bonfatti es enfático al defender la norma que cambió y pasó a Legislatura el control de defensores y fiscales del sistema penal.

“El fiscal general, los regionales y todos los fiscales son nombrados por la Legislatura. El general y los regionales si cometen errores en el desempeño de sus funciones pueden tener sanciones por parte de la Legislatura. Lo hicimos extensivo a todos con la tranquilidad de que esto no es un levantamanos. Se requiere mayoría absoluta de ambas Cámaras; proceso debido, debida defensa. Esto es tratar de mejorar el sistema. En la marcha se han visto cosas que conspiran contra el mejor funcionamiento. A nadie debe asustar que existan controles. Como Ejecutivo no me molestaba cuando el Poder Legislativo convocaba a un ministro a rendir cuentas acerca de tal o cual hecho. Los fiscales y defensores no deben tener miedo. Rendición de cuentas, de esto se trata. No creo en los autocontroles y menos cuando funcionan como corporaciones porque, en definitiva, la corporación se protege a sí misma”.

Señaló que el tema venía hablándose en Legislatura. “Si alguien -en cualquiera de los tres poderes- comete un ilícito debe ser punido. No hay que tener miedo. Esto va mucho más allá. Hay innumerables casos donde en la actuación de fiscales no hubo ningún tipo de sanción. Pasa el tiempo y terminamos generando un nuevo espacio donde nadie es Dios. Es necesario los controles cruzados”.

17

sesiones

realizó Diputados en 2017

1.038

proyectos

ingresaron a la Cámara Baja en el último año

567

proyectos

aprobó Diputados en 2017

84

proyectos de ley

validó Diputados