Llegan Cartas

Las familias y la pobreza II

JOSÉ LUIS AMBROSINO

DNI 6.264.461

Como coordinador del Movimiento Los Sin Techo les respondo a Mirta y a Esther respecto de sus respectivas opiniones publicadas en el 29/12 y el 8/1, y además aprovecho para hacer una aclaración sobre una cifra errónea que salió en mi primera carta, publicada el 11/1, sobre la proyección de la cantidad de hogares. Volviendo a las lectoras, ellas opinan que si las mujeres pobres siguen teniendo hijos, se hace muy difícil satisfacer sus necesidades. Yo les diría que es cierto, puede haber casos en que la cantidad de hijos dificulte satisfacer las necesidades básicas cuando la familia es muy pobre. Pero cuando se enfrenta el dilema de la pobreza, especialmente de los indigentes -los más pobres de los pobres- antes que a observaciones particulares hay que acudir a información masiva del problema y ver qué grado de amplitud o escala tiene el tema que nos ocupa.

Les comento a Mirta y a Esther que en el último informe del Indec -que hoy es aceptado como una fuente confiable-, en el segundo semestre del año 2017 (página 10/15) se informa que el número de componentes de una familia indigente -que son los más pobres- es de 4,26 personas proyectado a una cantidad de 400.146 hogares pertenecientes a 31 conglomerados urbanos de todo el país. Quizás estas cifras les sorprendan a ustedes y a varios más. Pero esta es la verdad, medida seriamente para todo el país. O sea que el tema de la familia “excesivamente” numerosa no sería el problema fundamental. Ustedes coincidirán en que esta cifra de 4,26 integrantes total por familia es totalmente normal.

En conclusión, Los Sin Techo pensamos que el tema de la pobreza es manejable y solucionable si nos concentramos en las cuestiones estructurales que generan la pobreza (salud, hábitat, vivienda, educación, seguridad, trabajo, distribución de la riqueza) y no exclusivamente en la natalidad.

En democracia, Mirta, Esther y el que suscribe pertenecemos seguramente al 70 % no pobre y tenemos una responsabilidad fundamental en solucionar el tema del 30 % de los pobres, renunciando al viejo estigma de la “cantidad de hijos” que, hoy, además de injusto, es estadísticamente erróneo.

Esperando que este aporte contribuya a la aclaración del problema y a opinar con mayor profundidad sobre un tema tan doloroso como la pobreza, los saludo con mi mayor respeto.