En las zonas de conflicto

Angelina Jolie y la OTAN buscan luchar contra la violencia sexual

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La actriz y activista hizo el anuncio junto al secretario general de la OTAN.

Foto: Agencia DPA

 

Redacción de El Litoral

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Télam

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, firmó con Angelina Jolie, la actriz y enviada especial de la ONU para los Refugiados (Acnur), un compromiso para luchar contra la violencia sexual en zonas de conflicto, centrado en entrenar, supervisar y concientizar a las tropas.

En su primera visita oficial al cuartel general de la Alianza Atlántica, en Bruselas, Jolie denunció el uso de la violencia sexual “como arma de guerra” y como una “herramienta creciente de conflicto e inseguridad en el mundo”.

“Su uso como arma de guerra supone un problema incómodo de enfrentar para las sociedades”, dijo la actriz estadounidense, que busca aunar su experiencia humanitaria con la acción militar de la alianza.

La actriz y activista humanitaria se sumó al discurso de la ONU que viene denunciando a la violencia sexual como “arma de guerra” y en particular la escalada de crímenes perpetrados por el Estado Islámico (EI) en territorios bajo su control.

Según un informe publicado en abril, los casos son persistentes en 19 países en conflicto, incluidos Afganistán, Irak, Siria, Libia, Yemen, la República Centroafricana, Somalia y Sudán del Sur.

Jolie subrayó que no puede haber paz “si los responsables de crímenes de violencia sexual no tienen que rendir cuentas ante la justicia” y dijo que trabajará con “programas de entrenamiento, mejorando el monitoreo y los procedimientos de denuncia y creando una mayor consciencia”. Después de 16 años de trabajo en el campo humanitario, Jolie, de 42 años, se unió a la OTAN “para ayudar a trabajar en un área que afecta a la relación” de la Alianza con los civiles y en la que consideró que “hay mucho que mejorar”, destacó la agencia de noticias EFE.

“Me encontré con muchas víctimas de violencia de género y me gustaría poder ponerles una cámara para que pudieran hablar por sí mismos. Lo mínimo que puedo hacer es ser una voz para ellos y darles el apoyo y la protección que se merecen”, defendió.

La actriz, también profesora invitada en la London School of Economics (LSE), dijo que “terminar con la impunidad” de estos crímenes “masivos” no es “sólo una cuestión de proteger a las mujeres”, sino de “valorarlas”.

“No puede haber paz y seguridad duraderas sin igualdad de derechos y participación de las mujeres en las sociedades”, argumentó y dijo que la violencia sexual “es una causa importante de los flujos de refugiados en el mundo”.

Por su parte, Stoltenberg sostuvo que “la violencia sexual es una táctica de guerra contra mujeres y niñas, pero también contra hombres y niños. La OTAN ya está haciendo mucho para afrontar esta cuestión pero podemos hacer más”.

El analfabetismo, otro problema

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) informó que en países afectados por conflictos o desastres naturales, tres de cada 10 jóvenes de entre 15 y 19 años son analfabetos y suman 59 millones.

Níger, Chad, Sudán del Sur y la República Centroafricana son los países que afrontan las tasas más altas de analfabetismo en jóvenes, con más de 60 por ciento, con una larga historia de inestabilidad y altos niveles de pobreza, señaló el reporte.

“Esos números son un duro recordatorio del trágico impacto que las crisis tienen en la educación de los niños, su futuro, y su estabilidad y crecimiento de la economía y de la sociedad”, sostuvo la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore.

“Un niño no instruido que se vuelve un joven analfabeto en un país devastado por los conflictos o destruido por los desastres podría no tener muchas posibilidades”, señaló.

Por esa razón, la funcionaria hizo un llamado a todos los socios internacionales a contribuir con ayuda financiera para aumentar las posibilidades de acceso a la educación de niños en todo el mundo.

Además, explicó que sólo 3,6 por ciento de los fondos humanitarios se destina a la educación de menores de edad que viven en situaciones de emergencia, según advierten los informes del fondo para la infancia.

La organización estimó que gastará aproximadamente 1.000 millones por año en programas educativos, y dedicará especial atención a las zonas afectadas por conflictos y desastres naturales.

El estudio destacó que en los países de emergencia, las niñas y las adolescentes son particularmente perjudicadas, debido a que 33 por ciento de ellas no aprende ni siquiera las nociones básicas, mientras el porcentaje en hombres coetáneos es de 24 por ciento.