Debate para conformar las comisiones parlamentarias

En el Senado, Cambiemos consolida su posición

La pelea por las comisiones es clave para marcar el ritmo de la labor parlamentaria. Y para el futuro judicial de la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner.

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Carlos Reutemann y Adolfo Rodríguez Saá: el puntano se fue del Interbloque Federal que integra el santafesino. El kirchnerismo tendrá más bancas que ese espacio.

Foto: Archivo El Litoral

 

Redacción El Litoral

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El Senado de la Nación comenzará a debatir en los próximos días la integración de comisiones y sus autoridades, así como la mesa directiva de la Cámara Alta.

Oficialismo y oposición deben definir quiénes conformarán las 27 comisiones permanentes que integran el Senado, así como las autoridades de la Cámara Alta hasta la nueva renovación parlamentaria de diciembre de 2019.

El oficialista interbloque de Cambiemos, con 24 integrantes, y el peronista Argentina Federal, con 25, se repartirán en números iguales la amplia mayoría en cada una de las comisiones. Según el Reglamento de la Cámara, cada una de las comisiones permanentes está compuesta por 17 integrantes, a excepción de la Comisión de Asuntos Constitucionales, una instancia clave en el proceso de sanción de las leyes, que posee 19.

Reparto

Tanto Cambiemos como el peronismo no kirchnerista mantendrán la hegemonía ya que cada uno designará a siete senadores, en tanto que serán ocho por bando en la estratégica Comisión de Asuntos Constitucionales.

El resto de los lugares -apenas tres- serán asignados al Frente para la Victoria, encabezado por el neuquino Marcelo Fuentes y que contiene a la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner, y al cada vez menos influyente Interbloque Federal, compuesto por peronistas no alineados (ver aparte).

Tanto el oficialismo como el peronismo dialoguista suelen decidir el reparto en las comisiones mediante una fórmula de apariencia matemática que dice que corresponde sumar “el porcentaje con la voluntad política”, según coinciden voceros de ambas bancadas.

Por ello, cuando hubo que conformar la Comisión de Presupuesto y Hacienda a fines del año pasado para debatir el Presupuesto 2018 y la Ley de Reforma Impositiva, Cambiemos y el Interbloque Argentina Federal se quedaron con siete lugares cada uno, dos fueron para el kirchnerismo y uno para los peronistas no alineados.

Proporciones similares se utilizarán en el resto de las comisiones. Sin embargo, la discusión se endurecerá para la designación de los presidentes de esos cuerpos, ya que su voluntad de trabajo acelera el tratamiento de los proyectos de ley o los ralentiza.

Cristina, como con Menem

El oficialismo sostiene que quiere la presidencia de la Comisión de Asuntos Constitucionales para acelerar la discusión del pedido de desafuero contra la ex presidente, exigido por la Justicia Federal por la causa en la que se investiga la firma del memorándum con Irán por el ataque a la Amia.

Sin embargo, el peronismo (aún el no kirchnerista) adelantó, cuando se conoció la resolución del juez Claudio Bonadio, que iba a mantener la postura según la cual mientras no haya un fallo firme de la Justicia ningún legislador puede ser removido de su cargo.

En otras palabras, aplicará el mismo criterio que con el también ex presidente Carlos Menem, varias veces procesado y condenado por diversas causas.

Además de haber ocupado la presidencia de la Comisión de Presupuesto y Hacienda y de pretender la de Asuntos Constitucionales, Cambiemos también quiere mantenerse al frente de la Comisión de Relaciones Exteriores. “El resto es conversable”, mencionan desde las oficinas de los líderes de ese interbloque macrista.

De hecho, existe un principio de acuerdo para mantener al salteño Rodolfo Urtubey al frente de la Comisión de Acuerdos (que analiza los pliegos de los integrantes de la Justicia nacional, así como la designación de diplomáticos y los ascensos militares) y al entrerriano Pedro Guastavino como presidente de la Comisión de Justicia y Asuntos Penales. En ese sentido, desde el justicialismo le hicieron llegar al oficialismo que en el resto de las comisiones que le toque presidir a la oposición ubicarán a senadores con perfiles “dialoguistas”.

Sale Reutemann y entra un K

El Interbloque Parlamentario Federal que integra el senador nacional por Santa Fe, Carlos Reutemann, perdió la semana pasada a dos de sus integrantes, y por lo tanto ese espacio político perderá espacio político en la Cámara de Senadores del Congreso de la Nación.

La primera consecuencia del alejamiento del ex gobernador de San Luis Adolfo Rodríguez Saá (y de su par puntana Eugenia Catalfamo) es que el dos veces gobernador de Santa Fe perderá su lugar en la mesa directiva de la Cámara Alta.

A las autoridades que acompañarán a la vicepresidente de la Nación Gabriela Michetti las eligen, en sesión preparatoria, los propios senadores, normalmente bajo el criterio de que los cargos sean proporcionales a las representaciones parlamentarias de cada sector político.

Con el portazo de los puntanos del interbloque (un espacio justicialista que negociaba de manera fluida con el oficialismo) es el kirchnerismo el espacio que pasará a ocupar esa representación.

Las sesiones ordinarias comienzan a nivel nacional el 1º de marzo (en Santa Fe el 1º de mayo) y todo indica que en el oficialismo, el macrista porteño Federico Pinedo seguirá como presidente provisional del Senado.

En cambio, el resto de los lugares deberán resolverse en las próximas semanas. La vicepresidencia de la Cámara, hasta diciembre ocupada por el actual gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, le corresponderá al peronismo (no kirchnerista).

Cambiemos pretenderá seguir manteniendo la vicepresidencia primera, que estaba en manos del radical pampeano Juan Carlos Marino. Y, como se ha dicho, por la pérdida de integrantes, el Interbloque Federal perderá la vicepresidencia segunda de la Cámara Alta, que ocupaba el santafesino Reutemann, y que ahora será ocupada por uno de los integrantes del bloque kirchnerista.

En la tarde del miércoles 7, Rodríguez Saá presentó una escueta nota a la presidente de la Cámara en la que comunicó su alejamiento del Interbloque del que era su presidente, enojado porque le dieron un lugar en la Bicameral de DNU a una de sus entonces colegas de bancada: la salteña María Fiore Viñuales, del Partido Renovador de Salta, de estrechos vínculos políticos con el gobernador peronista Juan Manuel Urtubey.

El puntano -que quería ocupar ese lugar- se ha mostrado cerca del kirchnerismo, dejó que esa corriente del peronismo dejó el poder.