Llegan cartas

Sobre la reducción de cargos públicos

OLGA OLIVEROS

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Realmente estoy reconfortada, como la mayoría de los argentinos, por la decisión del presidente Mauricio Macri de reducir los cargos públicos y despedir a familiares (y amigotes/tas) designados “de favor” en toda la Argentina.

Pero que lo de Triaca no sea “el árbol tapando el bosque”. Lo digo por un caso de un voluntario/afiliado de Pensar, PRO/Cambiemos Santa Fe, que trabajó con 75 años ya en todas las campañas desde Miguel del Sel. A quien se le prometió un trabajo en el Pami por pocas horas y un poco de sueldo para elevar la mínima de la jubilación y llevar adelante el proyecto Plan Habitacional para Adultos Mayores.

Este plan, elaborado junto a empresarios, políticos y padrinos de nuestra ciudad (es de esperar que se haga en todo el país, para que no vuelva a suceder lo de hace unas semanas con los 19 abuelos que tuvieron que desalojar y reubicar por “condiciones miserables de vida”), busca, junto al Estado, dar mejores condiciones de vida a nuestros ancianos, que merecen mayores comodidades, asistencia y dignidad para poder llegar hasta casi los 100 años de vida. Siempre se puede y el presidente lo está demostrando, a pesar de los palos que le ponen en la rueda.

Ahora quisiera saber cómo se va a hacer para que dejen sus cargos algunas personas en la provincia de Santa Fe que ocupan funciones de jerarquía por ser familiares directos y amigos. Como por ejemplo, en el Pami y el Anses local.

También habría que premiar con el cargo de embajador en Uruguay al Dr. Mario Barletta, quien durante su intendencia estuvo enfrentado siempre al Concejo Municipal y a su presidente el Dr. Jorge Henn, vetando todas sus iniciativas, inclusive cuando respaldó el “cierre voluntario” del Shopping Paseo del Sol de la Ruta Nº 168, que dejó 8.000 puestos de trabajo en la calle. Otro de los desaciertos fue “entregar” el municipio a otro partidario, o la compra del tren urbano, que ha traído dolores de cabeza y mucho gasto innecesario.

Señor presidente Macri: todas estas cuestiones que deben ser solucionadas las dejamos en sus manos y en los correctos asesores que le quedan. La Justicia tiene su palabra... y Dios hará la justicia divina que merecemos.