Tribuna de educación

Reflexiones pedagógicas I

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Ricardo A. Qüesta

La pedagogía debe encaminarse a ser una auténtica ciencia experimental, para lo cual los docentes y pedagogos deben conocer el método científico y tener experiencia en metodología de la investigación de modo de ir probando distintos métodos de enseñanza y aprendizaje para ir seleccionando y aplicando lo que resulte mejor al alumno, de modo tal que aprenda con el menor esfuerzo, y así poder lograr el mayor número o porcentaje de exámenes exitosos y el menor porcentaje de deserción en las carreras.

Al mismo tiempo desarrollar la inteligencia del alumno, la capacidad de análisis, de síntesis, de razonar, de comparar, saber cómo se hace una investigación científica en el campo de las ciencias naturales, sociales, o en cualquier ámbito del conocimiento.

Esta investigación debe incluir a los distintos sistemas de exámenes o evaluación de los conocimientos adquiridos, que a su vez actúan de indicadores de la eficacia de los métodos pedagógicos empleados.

El análisis de cada variable que forma parte del proceso educativo de enseñanza y aprendizaje debe ser sistemático; no sólo en lo relativo al material y recursos pedagógicos, sino también las referidas a las condiciones requeridas para que el alumno esté en situación lo más propicia posible para el aprovechamiento al máximo de ese proceso de aprendizaje, en especial lo relacionado con el desarrollo de la capacidad de atención, asimilación de conocimientos, espíritu crítico, concentración, motivación, interés, en suma cómo ir desarrollando las aptitudes intelectuales del estudiante, siempre haciéndolo de una manera natural y espontánea que lo entusiasme y lo apasione y no como una sobreexigencia que lo estrese, lo cual requiere de equipos multidisciplinarios de trabajo, con participación de especialistas en neurociencias.

El método experimental

Es fundamental evaluar a través del método experimental cada paso o etapa del proceso de enseñanza y aprendizaje, cuestionando si lo que se hace tradicionalmente está bien, o puede mejorarse introduciendo cambios que surjan de un análisis de cada procedimiento, y en simultáneo diseñar experimentos para evaluar cuál es el resultado de los cambios introducidos, sobre grupos de estudiantes que acepten someterse a ese ensayo.

Por ejemplo: ¿es útil que el profesor dé clase a los alumnos como se hace habitualmente? ¿Los alumnos pueden seguir las explicaciones del profesor todo el tiempo, o dejan de prestar atención por fatiga, o porque habla muy rápido y no pueden seguir las explicaciones, o no saben de qué tema hablará y van a clase para hacer acto de presencia y que se les ponga presente sin participar de la clase?

¿No sería mejor que el profesor, en lugar de dar esa clase magistral que no sabe si verdaderamente le prestan atención sus alumnos, permita que se graben sus clases y con ese material hacer una guía o material de estudio para que los alumnos la estudien y sean ellos los que la expongan en base a ése material, desarrollando los tópicos del programa?

Con la clase grabada, los alumnos de cada grupo pueden reunirse cómodos y distendidos a escucharla y verla en el video grabado, previa lectura del manual, intercambiar opiniones entre ellos y prepararse para exponer la clase cuando les corresponda. En este caso, sería conveniente que los mismos docentes de la cátedra o auxiliares docentes, o tutores, o alumnos avanzados debidamente preparados supervisen al grupo que le corresponda exponer la clase para que ésta sea exitosa. Su misión consistirá en verificar si han entendido correctamente el material estudiado, formularles preguntas, aclararles todas las dudas que se le presenten y hacerles exponer la clase para evaluar cómo lo hacen y hacerles sugerencias para que la exposición ante sus compañeros transcurra sin inconvenientes. Igualmente cuando se trate de resolver problemas, verificar que lo hagan correctamente de modo que los alumnos de este grupo supervisado, además de desarrollarlos bien en clase, puedan explicárselos a aquéllos compañeros que no los entiendan.

Esto se irá experimentando con temas más fáciles y se irán evaluando los resultados, porque también requiere aprendizaje, experiencia y colaboración del equipo docente.

Con este sistema, al escuchar a los alumnos dándoles clases a sus compañeros, los docentes tienen más tiempo y oportunidades para evaluar cuáles son las dificultades de los alumnos y poder corregirlas.

Así, puede asignar un puntaje por la exposición a cada alumno; a su vez pedirá que cada alumno del grupo que expone, formule una pregunta a los integrantes de los otros grupos para que todos sigan atentamente el desarrollo de la clase y a su vez participen de un diálogo, y cada grupo formulará una pregunta a quienes exponen la clase.

El docente pone notas a todos los participantes de los distintos grupos que responden las preguntas, o puede prescindir de asignar puntaje para que las clases sean más distendidas y los profesores puedan concentrarse en el desarrollo de las exposiciones y hacer las sugerencias que considere oportunas.

De esta manera hay un mayor contacto persona a persona entre el docente y los alumnos, se establece una relación de confianza que es útil para orientarlos, motivarlos y estimularlos.

Continuará...

Hay un mayor contacto persona a persona entre el docente y los alumnos, se establece una relación de confianza que es útil para orientarlos, motivarlos y estimularlos.

Con este sistema, al escuchar a los alumnos dándoles clases a sus compañeros, los docentes tienen más tiempo y oportunidades para evaluar cuáles son las dificultades de los alumnos y poder corregirlas.