Vulnerabilidad digital y global

Más de 175.000 niños se conectan cada día por primera vez a Internet

Unicef hizo un llamamiento para que se tomen medidas urgentes para proteger la huella digital de los menores. Los chicos en línea disfrutan de grandes oportunidades, pero también confrontan graves riesgos.

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Según Kids Online, en la Argentina hay 13 millones de niños, niñas y adolescentes. De ellos, 8 de cada 10 usan Internet para comunicarse cotidianamente.

Foto: Archivo El Litoral

 

Redacción El Litoral

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Un niño, cada medio segundo, prende su dispositivo electrónico para dar inicio a su aventura y adentrarse en el mundo virtual. Así lo aseguró un reciente relevamiento de Unicef, en donde da cuenta de que más de 175.000 niños se conectan todos los días por primera vez a Internet. El acceso digital expone a estos niños a una gran cantidad de beneficios y oportunidades, pero también a una serie de riesgos y daños, entre ellos el acceso a contenido perjudicial, la explotación y el abuso sexual, el ciberacoso y el uso indebido de su información privada, advirtió la organización dedicada a la infancia.

Tal como describe el informe El Estado mundial de la Infancia 2017: Niños en un mundo digital, en todo el mundo, 1 de cada 3 usuarios de Internet es un niño; sin embargo no se toman las suficientes medidas para protegerlos de los peligros del mundo digital, salvaguardar el rastro de información que crean sus actividades en línea y aumentar su acceso a un contenido en línea seguro y de calidad. “Todos los días, miles de niños se conectan por primera vez, y esto los expone a una avalancha de peligros que sólo ahora estamos empezando a apreciar, y que estamos lejos aún de poder abordar”, dijo Laurence Chandy, director de Datos, Investigación y Políticas de Unicef.

El informe, presentado con motivo del Día Internacional de Internet Seguro, deja claro que la obligación de proteger a los niños en el mundo digital recae en todos, incluidos los gobiernos, las familias, las escuelas y otras instituciones.

Sin embargo, la publicación señala también que el sector privado, especialmente las industrias de la tecnología y las telecomunicaciones, tienen la responsabilidad, única y muy importante, de influir en la forma en que la tecnología digital repercute sobre los niños, una responsabilidad que no se ha tomado lo suficientemente en serio. “Si bien los gobiernos y el sector privado han logrado algunos avances en la formulación de políticas y enfoques para eliminar los riesgos en línea más graves, debemos hacer mayores esfuerzos para comprender y proteger plenamente la vida en línea de los niños”, comentó Chandy.

Debido a ello, desde la organización sostienen que es preciso aprovechar el poder y la influencia del sector privado con el fin de promover la creación de estándares éticos para la industria en relación con los datos y la privacidad, así como otras prácticas que beneficien y protejan a los niños cuando están en línea.

Más pequeños, más expuestos

Los usuarios, en mayor medida mientras más pequeños sean, se encuentran expuestos a diversos peligros que circundan en las redes que van desde ciberacoso o ver contenidos inapropiados hasta caer en redes de explotación sexual. Ante estos riesgos, además de contemplar las medidas que deben tomar los adultos para garantizar su seguridad, los expertos recomiendan primero enseñarles a los menores a protegerse por sí mismos de las amenazas de Internet.

El promedio que ronda, en cuanto al primer ingreso a la web de parte de los niños, es a los 11 años, aunque las estadísticas indican que el descenso es continuo con el paso de los años. Asimismo, según los cálculos de Unicef, 8 de cada 10 niños vivieron al menos una situación perturbadora en la web. “En el tiempo que se tarda en hacer clic en un enlace, un niño en algún lugar comienza a crear un rastro digital que aquellos que no necesariamente piensan en el mejor interés del niño pueden seguir y potencialmente explotar”, explicó el director de Datos, Investigación y Políticas del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.

Las tablets y teléfonos inteligentes están alimentando una “cultura del dormitorio”, y para muchos niños el acceso en línea es cada vez más personal, tiene un carácter más privado y está menos supervisado. En el informe se advierte que los “depredadores” pueden comunicarse más fácilmente con niños desprevenidos a través de sus perfiles en las redes sociales y los foros de juego anónimos y sin protección. “A medida que aumenta el número de niños cada vez más pequeños que comienzan a utilizar Internet, la necesidad de llevar a cabo una discusión seria sobre cómo mantenerlos seguros en línea y asegurar su huella digital se hace cada vez más urgente”, argumentó Chandy.

A su vez, las nuevas tecnologías, como las criptomonedas y la Web Oscura, facilitan la transmisión en vivo del abuso sexual infantil y otros contenidos dañinos, desafiando la capacidad de las fuerzas del orden para mantenerse al día. Como dato, el documento arroja que “el 92% de todas las URL de abuso sexual infantil identificadas a escala mundial por la Internet Watch Foundation están alojadas en solo cinco países: Canadá, los Estados Unidos, la Federación de Rusia, Francia y los Pa íses Bajos”.

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Cada medio segundo, un niño enciende un dispositivo electrónico para adentrarse en el mundo virtual.

Foto: Archivo El Litoral

Medidas de prevención

Unicef realiza el pedido de renovar el sentimiento de urgencia y cooperación entre los gobiernos, la sociedad civil, los organismos de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales dedicadas a la infancia y, lo que es más importante, el sector privado, para situar a los niños en el centro de la política digital mediante el detalle de una serie de medidas.

Coordinar la respuesta mundial, regional y nacional. Profundizando la colaboración entre los responsables políticos, las fuerzas del orden y la industria tecnológica para integrar los principios de la seguridad en el diseño de tecnología y trabajar juntos, en pos de encontrar soluciones que se mantengan a la par con cierto tipo de tecnología digital que tiene el poder de potenciar y ocultar la trata ilegal de personas y otros tipos de abusos infantiles en línea.

Salvaguardar la privacidad de los niños. Viendo preciso alcanzar un compromiso mucho mayor del sector privado y los gobiernos para proteger y no hacer mal uso de los datos de los niños, y respetar su encriptación; la aplicación completa de las normas internacionales en la recopilación y el uso de datos sobre niños en línea; y enseñar a los niños cómo protegerse de las amenazas contra su propia privacidad.

Empoderar a los niños en línea por medio de un acceso más equitativo y la alfabetización digital. A los niños se les debe enseñar cómo mantenerse informados, comprometidos y seguros en línea, entre otras cosas por medio de una mayor colaboración entre los gobiernos y los expertos en tecnología para adoptar las medidas siguientes: elaborar plataformas de tecnología de la información y la comunicación y planes de estudios que abarquen desde la escuela primaria hasta la secundaria; prestar apoyo a las bibliotecas en línea y ampliar la capacidad de las bibliotecas públicas para enseñar aptitudes digitales; invertir en la capacitación de docentes en tecnología digital; enseñar a los niños cómo reconocer y protegerse de los peligros en línea y la desinformación; y hacer de la ciudadanía digital un componente central de la instrucción sobre la alfabetización digital.

Aprovechar el papel único del sector privado. Existe una necesidad urgente de establecer y aplicar normas éticas sobre datos y privacidad en las empresas con el fin de proteger y beneficiar a los niños en línea, lo que incluye la elaboración de productos desde un punto de vista ético y la realización de una labor de marketing que mitigue los riesgos para los niños.

Invertir para obtener mejores datos sobre el acceso, las oportunidades y los riesgos que conectarse en línea supone para los niños. Es necesario obtener mejores datos sobre el acceso y las actividades de los niños en línea, de modo de poder aprovechar estos datos para establecer marcos normativos y políticas que reconozcan las distintas necesidades y derechos de los niños; fortalecer la coordinación y el intercambio de conocimientos a nivel mundial para abordar los desafíos del mundo digital; profundizar la colaboración con organizaciones dedicadas a la infancia; y participar de manera más sistemática con los encargados de formular políticas y los legisladores.

Fronteras virtuales

El acceso digital se está convirtiendo en la nueva línea divisoria ya que millones de los niños que podrían obtener más ventajas de la tecnología digital, no están beneficiándose de ella.

Así lo reflejan las brechas económicas predominantes, lo que amplifica las ventajas de los niños de los entornos más ricos y no ofrece oportunidades a los niños más pobres y desfavorecidos.

Los jóvenes africanos son los menos conectados, alrededor del 60% no está en línea, en comparación con sólo el 4% en Europa.

De todos modos, las brechas digitales van más allá de una simple cuestión de acceso. El informe deja en claro que, además, existe una brecha digital de género. Allí se indica que, a nivel mundial, un 12% más de hombres que de mujeres utilizó Internet en 2017.

El caso de la India se configura como el más paradigmático. En el país de los “contrastes”, menos de un tercio de los usuarios de Internet son mujeres.