FESTIVAL DE CINE DE BERLÍN

La melancolía de Romy y la ironía de John

21 01 DON T WORRY, HE WON T GET FAR ON FOOT (NO TE PREOCUPES, NO IRA LEJOS).jpg

“Don’t worry, he won’t get far on foot”, de Gus Van Sant.

Foto: Amazon Studios

 

Cuini Amelio Ortiz

(Desde Berlín)

Dos filmes basados en personajes reales se mostraron en la competición del Festival de Cine de Berlín. El primero se llama “Drei Tage in Quiberon” (Tres días en Quiberón) y lo firma la realizadora alemana Emily Atef. Es la reconstrucción de la tan recordada entrevista que diera Romy Schneider (Marie Bäumer) al periodista Michael Jürgs (Robert Gwisdek) para la revista Stern, mientras la actriz se encontraba en un spa de dieta y sin alcohol.

Romy Schneider tenía una relación difícil con la prensa alemana y austríaca que jamás le perdonaron su “fuga” a Francia y su decisión de cortar de raíz con la figura de Sisi y dedicarse (con suceso internacional) a ser una actriz multifacética. Fue gracias a Robert Lebek, amigo de Romy y fotógrafo, que Jürgs consiguió el interview. Y es en base a la entrevista original y a las fotos que Lebek realizó para el reportaje que se estiló el guión. Marie Bäumer lleva a la pantalla una Romy impecable, frágil y contradictoria. La fuerza de este trabajo reside en la profunda poesía de sus imágenes, en blanco y negro, que acentúan la melancolía de su figura principal. Nos queda un sabor agridulce: el sabor de la nostalgia por lo que ya no está.

John Callahan

El segundo trabajo está basado en las Memorias del dibujante cómico John Callahan. Lo firma el veterano Gus van Sant y se llama “Don’t worry, he won’t get far on foot” (No te preocupes, no irá lejos) volviendo a trabajar luego de 23 años con Joaquin Phoenix en el papel de un John Callahan, desesperadamente irónico. La historia se concentra en la vida del artista a partir del accidente de auto que lo dejó parapléjico, su combate contra el alcohol y el lento descubrimiento de su talento como dibujante cómico. Irreconocible Jonah Hill en su rol de Donny, una suerte de gurú rico y excéntrico. Luego del film dan ganas de conocer mejor el trabajo del dibujante y eso habla bien de la película.

Polémica

También hubo escándalos en esta edición de la Berlinale. Su director Dieter Koslick había anunciado que no invitaría ningún film cuyos directores o actores estuvieran comprometidos por acusaciones de exceso de poder en el ambiente, pero en la sección “Panorama” se vio “Human, Space, Time and Human” el trabajo del coreano Kim-Ki-Duk. Dicho director fue acusado por una de sus actrices de violencia física y acoso sexual en el set de “Moebius” de 2013. La actriz, que quiso permanecer anónima, acusó a la Berlinale de hipocresía mientras en Corea 140 grupos de #MeToo salieron a protestar contra el paseo del director por la alfombra roja. El film es un cóctel de violencia y excesos a bordo de un barco que de improviso no se encuentra más en el mar sino que vuela arriba de las nubes. Los alimentos escasean, comienza una lucha despiadada por la supervivencia que desemboca en canibalismo. Kim-Ki-Duk insistió al final de la conferencia en dejar en claro que no había que confundir su persona con sus películas.