El sábado, en Uhlalá

Feliz aniversario para el Carpo

El histórico armoniquista Luis Robinson llega a Santa Fe para celebrar el cumpleaños de Norberto Napolitano, junto a Sebastián Casís & La Máscara Encendida.

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Robinson es la gran figura de la armónica de blues en la Argentina, mientras que Sebastián Casís es uno de los embajadores de “El blues de Santa Fe” para el mundo. Ambos compartieron momentos con Pappo, y ahora se reunirán con sus canciones.

Fotos: Gentileza producción

 

Ignacio Andrés Amarillo

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Este sábado, Norberto Aníbal Napolitano, Pappo a secas para generaciones que disfrutaron de su actividad como pionero del rock, el blues y el hard rock, cumpliría 68 años. Para festejar su natalicio, su compañero de ruta Luis Robinson (armoniquista de La Mississippi y Pappo’s Blues) llega a Santa Fe para compartir una noche especial junto a Sebastián Casís & La Máscara Encendida. Será a partir de las 23, en Uhlalá Café Concert (Tucumán 2832). Las entradas se compran en en puerta a $ 150, y las mesas se reservan al 342-4557633.

En la previa, El Litoral contactó a los artistas para adentrarse en la propuesta y en el recuerdo del “héroe argentino de la guitarra”.

Siempre presente

—¿Cómo se dio el contacto con Robinson para hacer esta fecha?

Casís: —Conocí a Luis en 2002 cuando toqué con Mo’ Blues como teloneros de Pappo, Deacon Jones y Botafogo en un teatro de Buenos Aires. De ahí en más seguimos en contacto compartiendo grabaciones y shows a lo largo de los años.

—Pappo es una leyenda del blues y el rock nacional. ¿Cómo se encara un homenaje a un artista que falleció hace 12 años pero “parece que fue ayer” que estuvo entre nosotros?

Casís: —Es un placer y un honor al mismo tiempo tocar esas canciones que representan tanto para muchos que crecimos admirando a Pappo.

Robinson: —Felizmente, con Pappo se ha dado un fenómeno muy agradable que estaría bueno también que le suceda a otros grandes de la música que no están, como Federico Moura, Miguel Abuelo, Luis Alberto Spinetta y demás. Estaría bueno que se los recuerde más seguido, se los necesite, se vuelva a su obra constantemente. A los demás músicos se los escucha en muchas bandas tributo hoy, pero con Pappo hay una demanda constante de todo aquel que se inicia con el rock and roll de la vieja escuela, de raíz, y más si está metido con la guitarra al hombro, de tocar la obra de Pappo.

Así que haberme ganado el pasar de ser un músico invitado o contratado a ser parte de Pappo’s Blues, haber compuesto junto a él “Buscando un amor” (tema que le da título a su último álbum) es un honor. Es un placer hacerlo año a año y hacer en Santa Fe; y con un ex Mo’ Blues, banda que reivindicó muchísimo a Pappo’s Blues, produciendo fechas inolvidables en la ciudad.

—¿Qué enseñanzas pensás que dejó el Carpo para los músicos argentinos (más allá de sus virtudes como intérprete y compositor?

Robinson: —Creo que la enseñanza que ha dejado Pappo, una de las más importantes que nos han marcado a todos los que estuvimos cerca de él, músicos y amigos, es ser auténticos, para bien o para mal. Uno tiene que ser un poco camaleón, pero vivir la vida sin tantos velos: hay que tener cojones para hacerlo (risas). Pappo era así, sin filtro; eso le daba una autenticidad enorme, y así era su música, visceral y sin filtro: tocaba rock and roll en todos sus formatos (funk, pesado, tradicional, baladas).

Casís: —Ser fiel a uno mismo, a pesar de las modas y las opiniones de los demás. Tocar un instrumento no te convierte en músico. Conectar con las personas, llegar al alma, emocionar. Eso es lo que importa y Pappo lo hacía muy bien.

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Inefable

—¿Hay alguna anécdota de Pappo que se les venga a la cabeza al recordarlo?

Casís: —Cada momento que compartimos tiene algo anecdótico y especial. Recuerdo con emoción el último show que hicimos juntos en Santa Fe. Estar con él detrás del escenario. Compartir. Tocar y luego salir a divertirnos. Yo lo llevaba emocionado a comprar bebidas en mi pequeño Fiat y la chica del kiosco no lo reconoció y nos miraba con cara de espanto. Él paseándose con un pequeño short de jean era algo digno de verse.

Robinson: —Hay un sinfín de anécdotas, algunas ya han sido redactadas en algún libro. Pero creo que ésta, que es bastante popular de boca en boca entre amigos, es muy graciosa. Pappo tenía una frescura animal para colocarle apodos a todos, y una espontaneidad para eso. En un motoencuentro tocaba Pappo’s Blues y los organizadores le piden que lo invite a Panchito (Chévez), el chico que no tiene brazos, que toca la armónica y perteneció al grupo Alas (que León Gieco apadrinó y con el cual filmó y armó giras). Él accedió muy gentilmente y después se olvidó. El monitorista de escenario le avisó en el medio del show que está este chico para tocar la armónica. Termina un tema y dice: “Vamos a invitar a un amigo a tocar el próximo tema”. Lo acomodan a Panchito en su silla de ruedas, le colocan el soporte de armónica, el micrófono. Cuando Pappo lo quiere presentar lo mira y no se acuerda el nombre. “Con ustedes... Torso en la armónica”. Y todos nos desmayamos de la risa.

Nueva máscara

—Robinson es una figura destacada de la armónica de blues en la Argentina. ¿Qué semblanza harías de él como artista?

Casís: —Luis es, a mi criterio, el mejor armoniquista con el cual toqué y te aseguro que toqué con muchos muy buenos en distintos lugares del mundo. Hace cosas con la armónica con un estilo muy personal. Un capo.

—Entre tantos proyectos artísticos que integrás, ¿cómo se conformó La Máscara Encendida?

Casís: —Esta nueva banda es con la que voy a grabar mi próximo disco en poco tiempo.

Junto a Javier Otamendi (guitarra), Esteban Rojas (guitarra) y José Luis Mehring (batería) conformamos el grupo, pero no descarto la inclusión de más músicos como invitados ocasionales. Siempre me interesa interactuar y abrir el juego para lograr una experiencia más enriquecedora para todos.

—Está empezando 2018. ¿Qué se viene para tu año musical?

Casís: —Primero, terminar el nuevo disco y presentar en vivo las canciones. En agosto voy a tocar por tercera vez en el Festival QuitoBlues de Ecuador, en octubre en el Selva Rock en Misiones y a fin de año otra vez a Australia. En el medio de todo eso hay más shows a confirmar. Mi lema es “Vivir para tocar. Tocar para vivir”.