Ocupan un tercio de los cargos jerárquicos

#8M: mujeres en la política santafesina

Un informe de la Subsecretaría de Género de Santa Fe muestra la participación femenina en puestos públicos. La situación más crítica se observa en el Poder Judicial. La Cámara de Senadores también refleja una realidad abrumadora: de 19 bancas existe solamente una representante mujer. Según los datos, ocupan el 34% de los cargos jerárquicos en el orden estatal.

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Sola. En la Cámara de Senadores, hay 18 hombres y una sola mujer: Cristina Berra, representante del departamento San Martín.

Foto: Archivo

 

Rodrigo Pretto

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La histórica lucha de mujeres a nivel mundial peleando por sus derechos comenzó a gestar diferentes movimientos en el planeta que hoy se levantan reclamando visibilizar diferentes tipos de violencia que terminan, incluso, acabando con sus vidas.

A lo largo de estos días, las redes sociales se alzan con lemas que se replican a nivel mundial: #NosotrasParamos #NosParamos #WeToogether #WeStrike #LottoMarzo #FeministStrike: las consignas retumban en cada rincón del globo terráqueo como fuertes voces femeninas para concentrarse en este #8M.

A paso lento, pero firme, las mujeres fueron ganando terreno en los diferentes estamentos públicos. A lo largo de toda la historia, el género fue discriminado y excluido, limitando abruptamente las oportunidades de acceso. Pero a pesar del avance en la conquista de derechos, aún la participación en cargos jerárquicos todavía sigue siendo minoritaria y exponiendo las condiciones de desigualdad con los hombres.

De acuerdo con el Indicador de Participación de Mujeres (IPM), informe difundido por el Equipo de Fortalecimiento de la Subsecretaría de Género de Santa Fe, el género femenino atraviesa una situación particular en el territorio. “Sobre un total de 1.069 cargos de decisión en el Poder Ejecutivo, Poder Legislativo y Poder Judicial, 365 son ocupados por mujeres”. Según los datos, ocupan el 34,4% de los cargos jerárquicos en el orden público, aseguran las estadísticas oficiales.

Ejecutivo con pocas ejecutivas

El informe IPM desgrana los diferentes poderes santafesinos para mapear la realidad política santafesina. Dentro del Ejecutivo, y considerando las máximas autoridades (gobernador y vicegobernador), actualmente la participación de mujeres es del 0%. “Paralelamente, de los 14 Ministerios del gobierno, 9 altos cargos se encuentran ocupados por varones y 5 por mujeres. En este caso, el IPM es del 35,7%, y asciende a 17,6% si se tienen en cuenta las Secretarías de Estado: la Secretaría de Estado se encuentra actualmente dirigida por una mujer”, explican los números.

Los Ministerios de la Casa Gris hallan su máxima representación de mujeres en Educación (55,3%), Salud (45%), Innovación y Cultura (43%) y Desarrollo Social (34%). En estos puestos la ocupación se da en “cuyas tareas y funciones se encuentran feminizadas (consideradas como propiamente femeninas, tales como el cuidado, la educación y la cultura)”, destacan en el informe oficial.

El contrapunto que observa la menor ocupación femenina en puestos de decisión en el gobierno provincial son las carteras de Infraestructura (7,89%), Seguridad (12,2%), Medio Ambiente (12,5%), Trabajo y Seguridad Social (13,6%) y Economía (16,6%).

A nivel global, el IPM destaca que en el Ejecutivo santafesino existen “491 cargos de decisión (desde el gobernador, vicegobernador, ministros hasta direcciones provinciales, incluyendo también direcciones de organismos descentralizados y coordinaciones de Nodo), donde sólo 135 son ocupados por mujeres. El IPM del Poder Ejecutivo es del 27,4%”.

Justicia, una crítica situación

El Poder Judicial del territorio es el ámbito en donde las mujeres encuentran una crítica situación de representatividad. Los datos son concretos y contundentes. Y el IPM clarifica la inequidad de cargos. En la Corte Suprema de Justicia de la provincia de Santa Fe, y de un número total de 7 magistrados, sólo una es mujer en la actualidad: 14,28%.

“Teniendo en cuenta la totalidad de cargos de decisión existentes en el Poder Judicial, un total de 507 entre magistrados y funcionarios Públicos de los Ministerios, 211 son mujeres. El IPM del Poder Judicial es de 41,6%. Ello constituye un dato como menos sorprendente teniendo en cuenta las dificultades que tienen las mujeres víctimas de violencias en el acceso a la justicia, en la provincia de Santa Fe y en el país”, indican desde la Subsecretaría de Género en el minucioso trabajo.

Los datos no dejan de llamar la atención cuando se profundiza con mayor detalle dentro del ámbito judicial santafesino. De acuerdo con las estadísticas oficiales, en el año 2016 de un total de 4.218 agentes de toda la provincia, el 54,8% eran del género femenino, mientras que el 45,2% del personal restante eran varones. A pesar de esto, las mujeres ocupan puestos donde no existe poder de decisión (un 61,85% frente a los varones, que representan un 38,1% sobre un total de 2.223 personas).

El contrapunto se genera en aquellos lugares de máxima jerarquía, donde sobre un total de 322 cargos en dicho ámbito los hombres representan el 63,04% de los cargos frente al 36,96% ocupado por mujeres.

Cámaras masculinas

Analizando el trabajo del Equipo de Fortalecimiento de la Subsecretaría de Género de Santa Fe, la representación de mujeres en el Poder Legislativo es similar a la del Poder Ejecutivo: 27,5% considerando ambas Cámaras.

El Senado provincial encuentra el desnivel más notable dentro de los cargos públicos con una situación crítica. De un total de 19 legisladores, sólo una es mujer. Se trata de Cristina Berra, perteneciente al departamento San Martín. Aquí el IPM marca un 5,2%. En tanto, en Diputados el Indicador es mucho mayor, marcando un 36%. Sobre un total de 50 representantes, 18 son mujeres. Y más allá que en 1992 comenzó a regir la Ley Nº 10.802 de Cupo Femenino con el objetivo de brindarle mayores posibilidades de ingreso al género femenino al Poder Legislativo, aún persisten grandes diferencias en la composición de las dos Cámaras con relación a los sexos.

“Ello tiene directa relación con la promulgación de la llamada Ley de Cupos a nivel nacional en el año 1991, que obligaba a los partidos políticos que aspiraren a cualquier instancia representativa (provincial, municipal y comunal, o constituyente) a conformar sus listas con al menos un tercio de representación femenina de manera intercalada y con posibilidad de resultar electas. Ello ha permitido el ingreso de una ‘masa crítica’ de mujeres, y asegurar su participación en la Legislatura de manera sostenida hasta el presente. Sin embargo, lo que surgió como una medida afirmativa impulsada por el Estado para modificar la desigualdad en la cantidad de representantes varones y mujeres asignando un piso del 30%, con el correr de los años se ha transformado en un techo. Un techo que no siempre se cumple a pesar de la normativa vigente”, reafirma el informe.

Una constante que se repite

Los patrones son una constante y se repiten en los altos escalafones de los diferentes municipios y comunas de la provincia de Santa Fe, donde el IPM marca un promedio del 7,7% en un número global de 363 localidades. Sobre un total de 51 intendencias, sólo 18 tienen jefas de Estado (15,6%). Los datos son más alarmantes si se tiene en cuenta las presidencias comunales, donde el IPM desciende a 6,4% (20 máximas autoridades en 312 Comunas). “Ello evidencia que en las comunidades pequeñas, los patrones socio-culturales se encuentran mucho más arraigados que en las ciudades y que en las grandes ciudades de la provincia”, indica el informe.

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Mejoró pero falta. En diciembre pasado varias mujeres se sumaron al gabinete y la participación femenina mejoró su porcentaje, pero está lejos de emparejarse: de 14 ministerios, 9 son ocupados por hombres y 5 por mujeres.

Foto: Archivo

Las universidades también le dan la espalda

El trabajo del Equipo de Fortalecimiento de la Subsecretaría de Género de Santa Fe también hace foco en el ámbito académico. Como referencia pone los ojos sobre universidades públicas, la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y la Universidad Nacional del Litoral (UNL). El promedio territorial arroja un número bajo: 23,9%.

Y haciendo una distinción entre ambas altas casas de estudio, la UNL muestra una realidad preocupante. Sobre 10 facultades, solamente existe una que tiene como directora a una mujer (Facultad de Ciencias Médicas) y dos cuentan con vicedecanas entre sus filas (Facultad de Humanidades y de Ciencias Bioquímicas). En este caso, el Indicador marca un 13,6%.

En cambio, y más allá que las estadísticas continúan siendo inferiores, sobre 12 facultades, la UNR cuenta con dos mujeres al frente: en Ciencias Económicas y en Ingeniería. El número asciende si entran en consideración la existencia de 6 vicedecanas, elevando el IPM a 30,76%.

“Por tanto, si se analiza la participación de las mujeres en los ámbitos político y académico, se observa que aún en el presente que en aquellas áreas en las que no existen medidas afirmativas -tales como la Ley de Cupos- que posibiliten y garanticen el acceso a las mujeres, los niveles de participación caen de manera significativa, entre el 5 y 15% según sea el caso. Teniendo en cuenta que las mujeres constituyen en la actualidad, más de la mitad de la población tanto a nivel provincial como nacional, las mismas se encuentran subrepresentadas o bien, no cuentan con las mismas oportunidades para el acceso y desarrollo en los ámbitos mencionados”, sentencian en el informe.