En el noroeste de la ciudad

Detuvieron al sospechoso por la desaparición del matrimonio Sosa

Se trata de un hombre de 41 años que había sido aprehendido tiempo atrás, pero quedó en libertad tras declarar.

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A casi tres meses de la desaparición del matrimonio, continúa el operativo de búsqueda en la zona.

Foto: Archivo

 

Redacción El Litoral

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Personal de la Sección Inteligencia de la Policía de Investigaciones (PDI) detuvo este lunes por la tarde a un hombre que estaría seriamente comprometido con la desaparición de Estela Ríos, de 52 años, y su esposo Benito Sosa, de 65, quienes el pasado 19 de diciembre salieron a pescar en la zona de islas de Arroyo Leyes y nunca más regresaron.

El sospechoso, de 41 años (sus iniciales son D.V.), es el mismo sujeto que desde un primer momento estuvo en la mira de este caso.

Las sospechas sobre D.V. surgieron cuando horas después de la desaparición del matrimonio, se alejó de la zona donde el matrimonio fue visto por última vez, alegando que iba a visitar a un familiar en Córdoba.

Sin embargo, poco después, personal policial lo aprehendió a bordo de un colectivo de larga distancia que fue interceptado en Reconquista y que tenía como destino la ciudad de Resistencia (Chaco).

En esa oportunidad, tras ser llevado a fiscalía y prestar declaración, el hombre quedó libre.

El rumbo de la investigación volvió a cruzar su camino con el del sospechoso y fue por eso que el fiscal que entiende en la causa, Omar De Pedro, encomendó a la PDI que lo vuelva a capturar.

Fue así que aproximadamente a las 15 de este lunes la Sección Ingeligencia de esa fuerza localizó y arrestó a D.V. en una vivienda ubicada en inmediaciones del cruce de calles Gorriti y Fray Santa María de Oro, en barrio Los Troncos, prácticamente contra la avenida de Circunvalación.

El hombre fue trasladado a sede policial, donde quedó a disposición de la Justicia.

Misterio

El último rastro de Benito y Estela se perdió la mañana del martes 19 de diciembre del año pasado.

Aquella jornada, minutos después de las 8, ambos compraron carnada debajo del Puente de Hierro y salieron para realizar una de sus habituales incursiones de pesca en aguas del arroyo El Potrero (en jurisdicción de Arroyo Leyes). Esto fue lo último que se supo de ellos.

Fue un sobrino de los nombrados quien encendió las luces de alerta cuando advirtió que sus tíos no habían regresado. La alarma era más que justificada por cuanto los esposos siempre regresaban mucho antes del anochecer.

A partir de la denuncia se comenzó un rastrillaje y, un par de días después, personal de Buzos Tácticos de la Policía de la Provincia, halló la lancha de color blanco, con vivos amarillos en sus bordes, perteneciente al matrimonio.

La embarcación se encontraba sumergida y estaba a unos 50 metros del lugar donde fueron hallados algunos implementos de pesca y otros objetos del matrimonio.

“Investigamos un doble homicidio”

“Había que recolectar evidencia y es lo que hicimos estos dos meses y pico que pasaron desde la desaparición del matrimonio. A pocas horas, no era razonable imputar de homicidio a este sujeto, pero con los elementos encontrados, los testimonios reunidos, entendimos junto con la familia que este era el momento”, explicó este lunes por la tarde el fiscal Omar De Pedro.

“A los detalles los expondremos en las audiencias, pero pensamos que era más que razonable la decisión de detener al sospechoso, por lo que entendemos es un doble homicidio. Hemos recibido muchas evidencias. Todos los indicios confluyen. Es muy difícil presentar un caso de homicidio sin cuerpos, pero hay al menos ocho casos en el país. En algunos de ellos hasta hubo condenas. No hay que confundir lo que es el cuerpo del delito, con el cuerpo material de la víctima. Vamos a sentar un precedente en Santa Fe. Vamos a demostrar, sin los cuerpos, que ha habido un doble homicidio”, señaló el funcionario del MPA.

“Entiendo que el caso que tenemos es muy firme contra este sospechoso. Hemos trabajado codo a codo con la familia, otros fiscales, personal de la PDI. Las pruebas están. No quiero decir mucho más, por una cuestión estratégica, pero lo vamos a demostrar en las audiencias que se realizarán en estos días. Cuando aprehendimos por primera vez a este sujeto, no podíamos demostrar que se trataba de un homicidio. Hoy estamos parados en otro lugar. Podemos demostrar claramente que no se trató de un accidente, de ninguna manera. Fue un hecho doloso, intencional.

Más tarde, De Pedro hizo hincapié en que si bien no hubo testigos presenciales del hecho, sí se logró recoger testimonios en la zona que son muy importantes para la causa. “Yo personalmente recorrí el lugar y charlé con la gente. Todos se conocen y son muy hospitalarios. El matrimonio y el detenido eran vecinos.