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Ausente sin aviso
Días pasados, sesionó en Rosario el Congreso Nacional del Partido Socialista para analizar la situación política del país y sentar las bases para la renovación de autoridades que se va a producir en abril.
En dichas reuniones, siempre se han escuchado exposiciones de los legisladores nacionales sobre proyectos y temas de discusión en el Congreso Nacional. Si bien no está afiliado, se esperaba un informe del diputado nacional Luis Contigiani. En los pasillos, las mujeres socialistas expresaron sus quejas ante el voto contrario a la despenalización del aborto que anticipan medios nacionales. Las mujeres querían dar el debate sobre el tema con el legislador.
Luis Contigiani.
Foto: El Litoral
Reutemann en Casa Gris
Sorprendió a empleados e incluso a algunos funcionarios del gabinete la presencia del diputado Federico Reutemann el pasado lunes en Casa de Gobierno. El legislador -sobrino del senador nacional Carlos Reutemann- ingresó a la privada del gobernador y, una vez finalizada la reunión de gabinete, mantuvo una reunión donde se habló de política y de la marcha de la provincia.
Fue en ese marco donde Lifschitz le planteó la necesidad de avanzar en un proceso de reforma constitucional de la provincia. Reutemann dijo ser reformista pero también respetuoso de las decisiones que tome su grupo político y el Partido Justicialista.
Federico Reutemann.
Foto: Luis Cetraro
Embajador I
La declaración de Mario Barletta “me gustaría ser gobernador” a El Litoral produjo las reacciones que el embajador argentino en el Uruguay seguramente esperaba. Las hubo puertas adentro del llamado Grupo Universidad del radicalismo, de la Municipalidad de Santa Fe, de la UNL y al interior de la Provincia en las intendencias y comunas gobernadas por dirigentes orgullosos de llevar la boina blanca. Pero también tuvo efectos colaterales, ya que lo festejaron los radicales del Frente Progresista.
Paradojas de la política: los correligionarios que lo enfrentaron en las dos internas, que fueron en listas encabezadas por socialistas, ahora -en privado- se alegraron de que “a José Corral se le cuele otra piedra en su zapato”, según la expresión que se escuchó en un automóvil, camino a Paraná.