Alegatos finales

Defensores de Los Monos pidieron la nulidad de escuchas

Para demostrar su tesis, el abogado Adrián Martínez tomó dos números investigados como de presuntos miembros de la banda y los marcó en plena audiencia. Los teléfonos que sonaron fueron los de sus dos colegas Carlos Varela y Fausto Yrure.

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El equipo jurídico conformado por los abogados Carlos Edwards, Fausto Yrure, Adrián Martínez y Carlos Varela (de izq. a der.) alegó este martes.

Foto: Marcelo Manera

 

Télam

Los abogados defensores de los principales miembros de la narcobanda rosarina Los Monos cuestionaron este martes, durante el alegato final del juicio oral al que son sometidos, las pruebas producidas contra sus clientes con eje en la “ilegalidad” de las escuchas telefónicas y solicitaron la nulidad de las mismas.

Los letrados también marcaron contradicciones de la Fiscalía con relación al alegato de apertura y al final, en cuanto a la distribución de los roles asignados a algunos de los acusados en la presunta “asociación ilícita”, dijeron que los bienes endilgados a los supuestos testaferros fueron adquiridos con “anterioridad” al período que se investigó.

El equipo jurídico conformado por los abogados Carlos Varela, Adrián Martínez, Fausto Yrure y Carlos Edwards -quienes representan los cabecillas de la banda juzgada- inició su alegato de clausura diciendo que “la pretensión punitiva de la Fiscalía no puede prosperar por múltiples razones, pero fundamentalmente por dos grandes temas”, abrió Yrure. “En primer lugar -continuó- porque el señor fiscal no ha logrado acreditar su acusación y, en segundo lugar, porque creemos que esta defensa ha logrado acreditar la ilegalidad de la persecución penal dirigida contra nuestros defendidos que culminó en la causa que nos ocupa”.

Datos de “la calle”

Adelantó que solicitará “la nulidad absoluta” de las acusaciones y entre ellas la relacionada “con la falta de fundamentación de las intervenciones telefónicas originalmente dispuestas, y que dieran lugar a la totalidad de los elementos conectados no sólo para esta causa de asociación ilícita, sino también, para las tres restantes ventiladas en este proceso”, por cinco “homicidios”.

Para los defensores, las intercepciones telefónicas, que constituyen el corazón de la prueba contra Los Monos, fueron obtenidas de modo “ilegal” por falta de fundamentación del juez que las habilitó, Juan Carlos Vienna. “El juez Vienna se apoya para el dictado de un decreto de intervención de líneas telefónicas en el informe que le presenta la División Judiciales, que sólo tenía como fundamentos información de calle”, sostuvo Yrure.

A su turno, su colega Varela cuestionó severamente a los miembros de la División Judiciales, quienes iniciaron la causa y pidieron las escuchas al juez en base a informes que bien “se podrían haber generado en un escritorio sin ningún fundamento en la realidad”.

Las escuchas

Luego, el abogado Martínez dijo que las pericias ofrecidas durante el juicio sólo permitieron determinar las identidades de las escuchas en 3 de 300 audios ofrecidos por la Fiscalía. Para resaltar la presunta debilidad de esa prueba, tomó un fragmento del expediente con dos números telefónicos asignados a un tal “Chino”, seudónimo que coincide con dos presuntos integrantes de la banda.

En medio de la audiencia, Martínez tomó su teléfono móvil, marcó uno de esos números y el silencio que produjo su actuación se interrumpió al sonar el celular de su socio Varela, sentado al lado suyo.

Luego repitió la operación con el otro número identificado en el expediente como perteneciente a “Chino”, y el que sonó fue el celular de Yrure. Martínez recordó que las intercepciones telefónicas concluyeron en la instrucción de la causa cuando advirtieron que estaban escuchando los celulares de los abogados, y de ese modo puso de manifiesto la presunta debilidad de las prueba de los acusadores.

“Tres empanadas”

Lo mismo hizo con la imputación de “testaferros” de tres acusados en el juicio. Detalló que los bienes que se les endilgan a las mujeres de dos de los cabecillas de la banda son un Renault Clio, dos Renault Logan utilizados como taxi y “una mansión” situada en una zona empobrecida de Rosario. “Si los fiscales visitan Mónaco van a saber lo que es una mansión, esto es una casa”, chicaneó Martínez, y detalló que esos bienes fueron adquiridos por sus titulares entre 2009 y 2011, antes de la presunta conformación de la “asociación ilícita” situada temporalmente entre 2012 y 2013.

El defensor finalizó su argumento con una cita a la actuación de Luis Brandoni en la recordada película “Esperando la carroza”, al asegurar que mientras los fiscales acusaron a la banda de manejar “un gran caudal de dinero” sólo pudieron probar que “¡tres empanadas tenían!”.

Pedido de condenas

Los alegatos finales en el juicio a Los Monos comenzaron este lunes con la presentación de la Fiscalía que solicitó pena de 41 años de prisión para Ramón “Monchi” Machuca, uno de los líderes de la narcobanda; mientras que para otros 18 acusados pidió penas de entre 26 años y medio, y 3 años y 3 meses.

El fiscal Gonzalo Fernández Bussy requirió 26 años y medio para Ariel Máximo Cantero (29), alias “Guille”; 14 años y 2 meses para Jorge Emanuel “Ema” Chamorro (28); 14 años de cárcel para Leandro Alberto “Gordo” Vilches (32) y para Andrés “Gitano” Fernández (40); mientras que para Ariel Máximo “el Viejo” Cantero (52), padre de “Guille” y del asesinado Claudio “Pájaro” Cantero (27), requirió una condena a 10 años.

Con respecto a la segunda línea de la banda, el fiscal reclamó penas de 6 años y medio para Mariano Germán Salomón (30); 6 años y un mes para Lorena Verdún (39) -ex pareja y madre de los hijos del “Pájaro”-; y 6 años para Silvana Jésica Gorosito (31) -pareja de “Mochi”-, al igual que para Agustín Mauro Ruíz (27), Walter Daniel Jure (37) y Francisco Rafael Lapiana (62). El último es un cazador de talentos futbolísticos y representante de jugadores, entre ellos Ángel Correa, el ex San Lorenzo y actual Atlético de Madrid, convocado por la Selección Nacional para sus próximos partidos contra Italia y España.

Fernández Bussy pidió una pena unificada de 13 años para Juan Ángel “Tiburón” Delmastro (52), un ex sargento de la Policía de Rosario que ya fue condenado en otro proceso; y penas que van de los 3 años y medio a los 9 años y medio para otros seis policías.

Toda la semana

El alegato del equipo jurídico que representa a los acusados Ariel Máximo Cantero padre (52), Ariel “Guille” Cantero (29), Ramón Ezequiel Machuca (35), Leandro “Gordo” Vilches (32) y Jorge “Ema” Chamorro (29), continuaba este miércoles con la intervención del defensor Carlos Edwards. Según estableció el tribunal, luego será el turno de los defensores de los policías llevados a juicio y finalmente volverán a alegar los abogados de los cabecillas de Los Monos por las acusaciones de los cinco casos de homicidios.