Ajustada ventaja

“Marito” Abdo Benítez es el nuevo presidente de Paraguay

Le ganó por menos de cuatro puntos a Efraín Alegre. Asumirá el 15 de agosto en reemplazo de Horacio Cartés.

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El presidente electo de Paraguay junto a su esposa saludan a sus partidarios en la sede del partido Colorado en Asunción.

Foto: Telam

 

Ivonne Jeannot Laens - DPA

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El oficialista y conservador Mario Abdo Benítez se consagró este domingo nuevo presidente del Paraguay, tras una apretada contienda electoral que lo dejó a menos de cuatro puntos porcentuales de su principal contrincante, Efraín Alegre, de la alianza GANAR, según confirmó el tribunal electoral.

Escrutado casi un 99 por ciento de los votos, el candidato de la Asociación Nacional Republicana-Partido Colorado (ANR) se alzó con un 46,47 por ciento de los votos, frente a un 42,72 por ciento de Alegre.

Otros ocho candidatos compitieron por la presidencia, pero sin posibilidades de alcanzarla, según las primeras encuestas preelectorales realizadas en este país donde no hay segunda vuelta.

“Hoy retumba en el mundo la noticia de que en Paraguay la democracia está consolidada”, dijo Abdo ante miles de seguidores que se agruparon en la sede del partido, en el centro de Asunción, para celebrar los resultados.

De esta forma, el presidente electo reafirmaba una vez más su compromiso democrático, en un nuevo intento por desmarcarse de su origen familiar, vinculado a la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989).

“Les doy mi compromiso ‘inclaudicable’ para tratar de ganarme, con nuestra gestión, la confianza de aquellos que hoy no nos han acompañado y a quienes invito a ser parte de esta historia que vamos a construir juntos”, añadió.

Abdo asumirá el 15 de agosto junto a su compañero de fórmula, Hugo Velázquez.

En sus primeras declaraciones, Alegre se mostró molesto por la divulgación de resultados de boca de urna sólo con porcentajes durante la votación y dijo que, aunque no daban nombres, buscaron torcer la voluntad del electorado.

“Tomamos los resultados como lo que son, resultados preliminares”, advirtió el representante de esta alianza de amplio espectro en la que está incluido el Frente Guasú, del ex mandatario Fernando Lugo (2008-2012).

En este sentido, anunció que su equipo trabajará para analizar las actas y garantizar la exactitud del resultado final en todos los puestos en juego en el Congreso y las gobernaciones, que también se definían en estos comicios.

“Creemos que el cambio en el Paraguay es irreversible, tarde o temprano, así que no nos vamos a desalentar”, añadió, y aseguró que la alianza seguirá unida.

Los festejos en la sede del Partido Colorado, con mariachis incluidos, empezaron varias horas antes de que se conocieran los resultados definitivos.

Las calles circundantes a la sede partidaria se llenaron de gente, mientras desde los automóviles se celebraba a bocinazos el triunfo de esta agrupación que lleva décadas en el poder y que apoyó el régimen de Stroessner.

La capacidad de maniobra que tendrá el nuevo Gobierno colorado estará determinada por la conformación del Congreso que se renovará totalmente a mediados de año.

Actualmente, los colorados cuentan con mayoría en la Cámara de Diputados, pero por escaso margen son minoría en el Senado, que preside Lugo. En las próximas horas se sabrá cual será la proporción de fuerzas de cara al futuro.

En cuanto a las gobernaciones, los colorados arrasaron y se quedaron con 13 de las 17 existentes, incluyendo la del Departamento Central, una de las regiones con mayor cantidad de población. Los nuevos gobernadores asumirán el 15 de agosto.

Unos 4,2 millones de ciudadanos estaban convocados a las urnas, incluyendo 38.000 en el exterior. La participación electoral fue de alrededor del 61 por ciento, según datos preliminares.

Paraguay tiene casi 7 millones de habitantes, de los cuales alrededor del 30 por ciento vive en la pobreza o extrema pobreza.

El país sudamericano es uno de los mayores productores de cannabis del mundo y el cuarto exportador de soja, mientras que importa el 90 por ciento de los vegetales que se consumen en su territorio.

Es además, junto a Argentina, Brasil y Uruguay, socio fundador del Mercosur. Los representantes paraguayos en el Parlamento de este bloque de integración regional también fueron elegidos en estos comicios.

Un heredero de la dictadura que promete democracia

Ivonne Jeannot Laens - DPA

En las calles lo llaman “Marito” para diferenciarlo de su padre, el secretario privado del dictador Alfredo Stroessner. Mario Abdo Benítez, el nuevo presidente de Paraguay, heredó de él el nombre, pero también una cuantiosa fortuna que se sospecha mal habida y el lastre de un sangriento período histórico del cual nunca logró, o quiso, despegarse por completo.

El Gobierno de Stroessner “dejó las bases de las grandes infraestructuras que hasta hoy tiene el pueblo paraguayo”, declaró alguna vez refiriéndose a una época (1954-1989) marcada por crímenes de lesa humanidad como torturas, desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, violaciones, persecuciones y encarcelamiento de inocentes.

“Marito”, de 46 años, aclaró durante la campaña que no está de acuerdo con la violación de los derechos humanos. Antes de votar, reiteró que nadie puede dudar de su compromiso con la democracia y anunció que visitaría este mismo día la tumba de su padre, en un hecho que no careció de peso simbólico.

Candidato por la oficialista Asociación Nacional RepublicanaPartido Colorado (ANR), Abdo estudió marketing político en Estados Unidos y en Paraguay recibió una formación militar que culminó con los títulos de subteniente de aviación de reserva y paracaidista. Luego dividió su vida entre la militancia y los negocios.

En política incursionó cuando tenía 33 años. Llegó a ser vicepresidente del Partido Colorado y presidente del Senado y desde allí construyó la disidencia interna con la que terminó por arrebatar la candidatura en estas elecciones al delfín del mandatario Horacio Cartes, Santiago Peña.

Su ruptura con Cartes fue un espaldarazo para posicionarse ante muchos electores descontentos con la gestión del actual presidente, a quien algunos responsabilizan por la profundización de la pobreza que afecta a casi uno de cada tres paraguayos.

De todas formas, tras las internas de diciembre de 2017, los dos sectores colorados hicieron las paces y se presentaron unidos a estos comicios, lo que les permitió mantener al partido en el poder tras décadas de Gobierno apenas interrumpido por la gestión del progresista Fernando Lugo, entre 2008 y 2012.

Como empresario, Abdo pudo mantener aquella vieja fortuna de su padre, dirigiendo dos empresas vinculadas al sector de la construcción, que obtuvieron contratos con Gobiernos regionales de tinte colorado.

Nacido en Asunción en 1971, “Marito” se casó dos veces y tiene dos hijos de su primer matrimonio. Su segunda esposa, Silvana López Moreira Bo, es nieta de un poderoso empresario de la época de Stroessner, Nicolás Bo Parodi.

Junto a la ahora primera dama rezó la noche anterior a los comicios según contó Abdo a la prensa- y prácticamente sin soltarle la mano emitió hoy el voto en las elecciones que lo llevaron al Palacio de Gobierno.

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Felicitaciones de Macri

El presidente Mauricio Macri felicitó al mandatario electo de Paraguay, Mario Abdo Benítez, y le manifestó su intención de “trabajar juntos por el bienestar” de los pueblos. “Acabo de comunicarme con Mario Abdo Benítez, presidente electo de Paraguay, para felicitarlo por su triunfo. Espero que pronto podamos trabajar juntos por el bienestar de nuestros pueblos”, escribió Macri en su cuenta de Twitter poco antes de la medianoche.