Tribuna política

De reelecciones y olvidos

Oscar M. Blando (*)

He leído en estas mismas columnas la nota de opinión de la diputada nacional Lucía Lehmann referida a la Reforma Constitucional en Santa Fe.

Entre otras cuestiones sostiene: “Desafortunadamente, la experiencia en reformas constitucionales que tenemos han sido siempre hacia el mismo lado: buenas intenciones que disfraza el intento de perpetuación en el poder a través de la reelección”. Relaciona luego las reformas de Chávez en Venezuela y las de Bolivia y Ecuador y asocia en la Argentina directamente a los intentos reeleccionistas de la “década del 90”: “un legado directo e indiscutible de la Reforma Constitucional argentina de 1994”, nos recuerda.

Comenzaré aclarando, por si algún súbito olvido se produce o no han podido leerse mis textos y artículos académicos y periodísticos, que he censurado siempre las reelecciones indefinidas. La concentración de poder político favorece prácticas autoritarias, nepotistas y clientelares. Es más, creo que la perpetuidad en el poder posibilita rutinas corruptas: la continuidad de pactos, arreglos y -por qué no- negocios, no respetuosos de la ley y la ética pública.

Dicho esto, entiendo que la habilitación inmediata y por un solo período, como tienen la Nación, muchas provincias argentinas, y propone ahora el proyecto de ley de necesidad enviado por el Poder Ejecutivo en Santa Fe, no afecta el principio republicano de la periodicidad. Si así se entendiese, el presidente Mauricio Macri, por más que la Constitución se lo permite, podría renunciar a esa posibilidad, si cree, por principios, que afecta a la República. Pero si intenta su reelección, no por eso se convertiría en dictador.

Lo que merece una reflexión en el razonamiento de la diputada es la inmediata relación de la reelección a la década de los 90 y al menemismo. Precisamente, en esa década llamada “neoliberal” en Santa Fe, en el período 1991-1994 gobernó Carlos Reutemann. No sólo es innegable la afinidad ideológica y política de Reutemann con los 90 sino que el ex gobernador intentó lo que ni Carlos Menem se atrevió a hacer en materia de reelección y que la diputada Lehmann sorprendentemente olvida y omite en su prédica anti-reeleccionista.

En efecto, el ex gobernador en un acto sin antecedentes en la historia política e institucional santafesina por su gravedad, intentó antes de finalizar su mandato, violentar la Constitución Provincial, pretendiendo conseguir por vía judicial lo que la carta santafesina prohíbe. Inició a través del Partido Justicialista una acción tratando de declarar “inconstitucional” el artículo 64 de la Constitución, porque, invocando el Pacto de San José de Costa Rica, sostenía que se lesionaba desigualitariamente su posibilidad a ser reelegido. El caso llegó a la Corte Suprema Nacional y tuvo sentencia, felizmente desfavorable, a quien pretendía perpetuarse inconstitucionalmente en el poder. Puede leerse el interesante fallo “Partido Justicialista de la Provincia de Santa Fe s/Acción Declarativa” del 6/10/94 en El Derecho, 160-129 y sgts., con brillante nota crítica a la intentona reeleccionista, de Germán Bidart Campos.

Ni Reutemann, ni Obeid, ni Binner, ni Bonfatti ni Lifschitz pudieron o pueden ser reelectos con la actual Constitución Provincial. Sólo si se aprobase en la ley de necesidad de la reforma una propuesta que permitiese esa posibilidad, será, elección de convencionales mediante, la Convención Reformadora quien definiría si, eventualmente, otorga el beneficio de la reelección inmediata al actual gobernador.

Muy lejos entonces estamos hoy de aquel precedente nefasto de Reutemann. Éste quiso violar la Constitución Provincial, judicializando lo que la política y las reglas democráticas santafesinas le impedían. Por eso sorprende, decíamos, el olvido de la diputada Lehmann porque al momento del intento reeleccionista del ex gobernador, era justicialista, pero actualmente es senador nacional por la Alianza Cambiemos, la misma a la que pertenece la legisladora. Si mereció una mención tan crítica Menem y los 90, e indirectamente el actual gobernador, hubiese sido justo que incluyese a Reutemann como actor principal de esa época y especialmente repudiase con el mismo ímpetu, los intentos reeleccionistas de su actual compañero de espacio político. No es precisamente la actitud del ex gobernador santafesino ejemplo de republicanismo y de respeto a la Constitución de Santa Fe.

(*) Doctor en Derecho. Docente Universitario. Director de Reforma Política y Constitucional del Gobierno de Santa Fe.