Crisis en Nicaragua

Ortega defendió a la policía, los jóvenes pidieron su renuncia y los empresarios mostraron decepción

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Una joven sostiene un cartel en una manifestante durante una protesta en Managua.

Foto: DPA

 

Redacción El Litoral

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Telam

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, defendió a la Policía e invitó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a que investigue las denuncias sobre muertos, desaparecidos y presos durante las protestas del último mes, mientras los estudiantes exigieron la renuncia del mandatario y el empresariado se declaró “decepcionado”, al concluir la primera sesión del diálogo nacional mediado por la Iglesia católica.

Ortega, lamentó las muertes registradas en las protestas contra su gobierno, cifradas entre 58 y 65 por distintas organizaciones humanitarias, y defendió la actuación de la Policía que, dijo, “ha sido víctima de esta campaña” y que “tiene órdenes de no disparar” a los manifestantes.

“Situaciones como éstas solo se resuelven en el marco de la ley y la justicia, y por esa razón hemos invitado a la CIDH para que acompañe ese esfuerzo y que reine la justicia en nuestro país, para que se investigue realmente cuántos desaparecidos hay, cuántos prisioneros políticos hay en Nicaragua, que nos pasen la lista, que no se utilice la mentira”, aseveró Ortega, citado por la agencia de noticias Efe.

El mandatario aseguró que “nadie está de acuerdo con la muerte de los jóvenes de diferentes tendencias políticas”, pero tildó de mentira que haya desaparecidos o prisioneros políticos, y criticó la violencia de los manifestantes.

“Esta no es una mesa de diálogo, es una mesa para negociar su salida. Ríndase ante todo este pueblo, ordene el cese al fuego ahorita mismo... lo que se ha cometido en este país ha sido un genocidio”, le dijo a Ortega el joven Lesther Alemán. que participa como representante en el debate.

El joven le reclamó que “como jefe supremo de la Policía y del Ejército, ordene el cese de los ataques de la Policía, los paramilitares y las turbas adeptas al gobierno”.

Ortega respondió que la Policía fue “víctima” de los manifestantes y que permanece “en sus cuarteles”.

También aseguró que en las cárceles no hay “un solo detenido ni desaparecido” porque todos los jóvenes arrestados fueron puestos en libertad luego de las protestas a favor y en contra de su gobierno.

Juan Sebastián Chamorro, uno de los delegados del sector privado, dijo tras concluir la primera sesión del diálogo, efectuada en el Seminario Interdiocesano Nuestra Señora de Fátima, al oeste de Managua, que la situación es “peligrosísima” y lamentó que “se haya desaprovechado una oportunidad única” para enfrentar la crisis.

“Hay que reevaluar si hay una voluntad seria de diálogo por parte del gobierno”, dijo y expresó una “profunda decepción” por la jornada de esta mañana.

José Adán Aguerri, presidente de Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), manifestó su preocupación por el futuro de la economía e instó a Ortega a atender el reclamo de los jóvenes. “No podemos dejar que el país se destruya”, advirtió.

Según proyecciones preliminares del sector privado, las pérdidas económicas por las protestas totalizan 233 millones de dólares, lo que representa el 1,6 por ciento del PBI de 2017.

En un tono más pesimista habló el representante de los productores agropecuarios, Michael Healy, quien consideró que el diálogo, cuya próxima sesión fue convocada para el viernes, “no tendrá los resultados anhelados”.

El gobierno vendrá “a hablar de temas económicos cuando nosotros queremos hablar de temas constitucionales: que los nicaragüenses puedan salir a votar sin que nadie se robe las elecciones. Se esperaba hoy una respuesta positiva del presidente y dio una respuesta negativa”, añadió el productor.

Ortega, que llegó acompañado por su mujer y vicepresidenta Rosario Murillo, enfatizó que el gobierno continuará trabajando para que el proceso institucional en el país se fortalezca, ‘por eso es que se ha abierto una mesa con una Comisión de la OEA para el “fortalecimiento de la democracia y de los procesos electorales”.

En tanto, María Nelly Rivas, presidenta de la Cámara de Comercio Nicaragüense Americana (Amcham), respaldó la petición del cese a la violencia policial y de los paramilatares solicitada al gobierno por los estudiantes en el inicio de la reunión.

“Nos unimos al dolor y a la indignación de los estudiantes y su llamado al cese de la violencia. Seguimos planteando que la agenda se inicie con el tema de la justicia” hacia las víctimas de los enfrentamientos, indicó.

La crisis en Nicaragua se inició el 17 de abril con una protesta de estudiantes contra una reforma del seguro social, que aumentaba los aportes de trabajadores y empresas.

Pese a su posterior derogación, la situación derivó en grandes manifestaciones debido a la acción violenta de la Policía, de grupos paramilitares y saqueadores de supermercados y negocios.