Engaño planeado

Ucrania: fingieron la muerte de un periodista para atrapar a su asesino

Según las autoridades de Kiev, los servicios de inteligencia rusos son quienes habrían dado la orden de matarlo.

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El periodista y reportero de guerra ruso Arkadi Babchenko.

Foto: DPA

 

Peter Spinella - DPA

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Las autoridades de Ucrania fingieron la muerte del periodista ruso Arkadi Babchenko para atrapar a una persona que intentaba asesinarlo, según reveló hoy sorpresivamente el servicio secreto ucraniano.

“Los servicios de inteligencia rusos habían ordenado el asesinato del periodista ruso”, explicó ante la prensa el responsable de la inteligencia ucraniana, Vassili Grizak.

Babchenko, crítico con el Kremlin, cuya muerte habían anunciado el martes por la noche las autoridades ucranianas, apareció hoy vivo e ileso en la conferencia de prensa de Grizak, retransmitida en directo en medios públicos ucranianos.

Se trató de una operación especial y un sospechoso fue detenido, apuntó Grizak. Previamente Ucrania responsabilizó a Rusia por el presunto asesinato.

El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), con sede en Nueva York, expresó su alivio por el hecho de que Babchenko esté vivo y exigió a Ucrania que explique por qué decidió mentirle al mundo.

“Las autoridades ucranianas deben revelar ahora qué cuestión demandaba la medida extrema de poner en escena la noticia del asesinato del periodista ruso”, reclamó la organización en un comunicado.

Por su parte, Reporteros Sin Fronteras emitió una declaración en la que expresó su “más profunda indignación tras descubrir la manipulación de los servicios secretos ucranianos”.

“Siempre es muy peligroso que un Gobierno juegue con los hechos, especialmente utilizando a periodistas para sus historias falsas”, señaló el comunicado.

El periodista de 41 años es un conocido crítico del Kremlin que se había pronunciado contra la anexión de la península ucraniana de Crimea por parte de Rusia y el papel de Moscú en la rebelión del este de Ucrania.

Babchenko vive exiliado en Ucrania y fue informado del plan hace en torno a un mes. Se desempeñó como soldado durante las guerras en Chechenia en la década de 1990. Ganó fama entre los círculos literarios con sus descripciones de la brutalidad desplegada por el Ejército ruso en su batalla contra los chechenos.

Los organizadores habían prometido al presunto autor 30.000 dólares y otros 10.000 para un intermediario, añadió Grizak.

Su agencia difundió un video de un hombre de mediana edad siendo detenido por agentes encubiertos en una concurrida calle a plena luz del día. Solamente fue identificado por la inicial “G”. En el video se lo ve mayormente de espaldas o de perfil.

En tanto, Babchenko señaló: “Este mes he visto cómo los chicos (del SBU) trabajan y lo diligentes que son. El mes entero estuvimos en contacto, hemos reflexionado, trabajado, actuado. Y el resultado fue esta operación especial”, al tiempo que se disculpó con su mujer “por el infierno que tuvo que pasar”.

El presunto asesinato a tiros del periodista frente a su vivienda en Kiev desencadenó el luto y la indignación en todo el mundo cuando fue anunciado por las autoridades ucranianas en la noche del martes. El Gobierno ucraniano había responsabilizado a Moscú.

Rusia, que había rechazado las acusaciones, criticó hoy la acción que consideró propagandística tras la sorprendente conferencia de prensa. “Que Babchenko viva es la mejor de las noticias”, añadió la portavoz del Ministerio de Exteriores rusa, Maria Sajarova, en Facebook.

El primer ministro ucraniano, Vladimir Groisman, había acusado a Rusia de ser responsable del asesinato de Babchenko. “Estoy convencido de que la maquinaria totalitaria rusa no le puede perdonar su sinceridad y su lealtad a sus principios”, escribió en Facebook.

Arkadi fue un “amigo leal de Ucrania que contó al mundo la verdad sobre la agresión rusa”, dijo. “Y por eso lo mataron”, había dicho Groisman en un post en su página de Facebook.

El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, negó las acusaciones, señalando que se había convertido en tendencia acusar inmediatamente a Rusia de ese tipo de crímenes, según fue citado por la agencia estatal de noticias rusa TASS. Esto es porque Ucrania goza “de la impunidad de sus mentores occidentales”, añadió.

El caso había desatado también la indignación occidental. El ministro de Exteriores británico, Boris Johnson, se había mostrado consternado por el asesinato. “Mis pensamientos están con su esposa y su hija. Debemos defender la libertad de expresión y es vital que los responsables rindan cuentas”, dijo Johnson en Twitter.

Asimismo el Consejo de Europa lo había condenado, pidiendo que los responsables fueran llevados ante la justicia, según un comunicado del secretario general, Thorbjorn Jagland.

Babchenko defendió su papel

El periodista ruso Arkadi Babchenko defendió hoy su participación en el montaje organizado por los servicios secretos ucranianos para fingir su muerte y desenmascarar el presunto plan de la inteligencia rusa para asesinarlo.

El peligro de un atentado en su contra era real, escribió hoy en su Facebook: “Todo era exactamente como se dice”. En la red social Twitter se disculpó también irónicamente por seguir con vida. “En el próximo ataque seguro me moriré”, añadió.

El servicio secreto ucraniano SBU reveló que el anuncio del asesinato del periodista había sido un montaje con el que pretendía desenmascarar e impedir un complot organizado por la inteligencia rusa contra Babchenko y otros opositores del Gobierno de Moscú.

Los métodos usados y la confusión provocada a la opinión pública, la comunidad intercional e incluso al Consejo de Seguridad de la ONU desató, sin embargo, numerosas críticas.

La organización Reporteros sin Fronteras (RSF) criticó la operación. “Estos montajes dañan la credibilidad del periodismo”, alertó el portavoz de la presidencia Michael Rediske en un comunicado emitido hoy.

Es increíble que un intento de asesinato no pueda evitarse de otra forma, señaló. “Exigimos a las autoridades ucranianas que aclaren totalmente el trasfondo del asesinato fingido del periodista”.

“Es un alivio que el periodista haya reaparecido. Pero es triste y desafortunado que los servicios ucranianos hayan jugado con la verdad. ¿Era necesario recurrir a esa estratagema? Nada justifica escenificar la muerte de un periodista”, dijo también Christophe Deloire, secretario general de RSF.