Informe de la UCA

Siguen altos los índices de informalidad laboral

Sólo el 43,9% de la población económicamente activa tiene empleo pleno de derechos, según se indica en el estudio elaborado por el Observatorio de la Deuda Social Argentina.

Redacción El Litoral

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Sólo el 43,9% de la población económica activa de 18 años y más logró acceder a un empleo pleno de derechos, mientras que el 18,5% de esta población de referencia se encuentra en una situación de subempleo inestable (realizando changas, trabajos temporarios o no remunerados, o siendo beneficiarios de programas de empleo con contraprestación) y el 9,8% se encuentra abiertamente desempleado,

Los datos fueron revelados en el último informe sobre trabajo titulado “Características de los Trabajadores del Sector Micro-Informal y Efectos sobre el Desarrollo Humano. 2010-2017”, de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA). Los resultados refieren al tercer trimestre del año 2017, difundido por el Observatorio de la Deuda Social Argentina.

El estudio también determinó que el 27,8% cuenta con un empleo precario (desarrollan actividades con continuidad laboral, tienen niveles de ingresos superiores a los de subsistencia pero no participan en el Sistema de Seguridad Social) y el 9,8% se encuentra abiertamente desempleado.

Dificultades

“Uno de los problemas principales que genera la existencia de un importante sector micro-informal en la estructura productiva es que éste guarda escasa relación con la economía moderna globalizada, sino mayoritariamente con un mercado interno pobre, conformado por los estratos bajo y medio bajo de la sociedad”, se destaca en la descripción del escenario laboral.

Según la UCA, los trabajadores micro-informales están ocupados en actividades precarias o inestables, con condiciones de trabajo deficitarias, bajos ingresos, falta de protecciones sociales y limitaciones para ejercer los derechos laborales.

Los principales problemas que afrontan en la marginalidad laboral son la “inmovilidad ocupacional”, dada la imposibilidad de acumular experiencia o desarrollar habilidades necesarias para participar del sector formal, y en la etapa de adultos mayores, el “abandono económico, la falta de una jubilación digna y la necesidad de continuar trabajando en esas condiciones”.

Calidad

Las cifras muestran una disminución en el porcentaje de personas que acceden a un empleo precario, en el período comprendido entre los años 2010 y 2017 (35,1% en 2010 a 27,8% en 2017). Pese a ello, el volumen de acceso a una calidad de empleo pleno se mantienen casi iguales a lo largo de los siete años (43,8% a 43,9%).

Según indican las estadísticas recogidas, estos casi siete puntos se trasladaron directamente al crecimiento del universo laboral que implica el subempleo inestable. En el lapso comprendido, se registra en este campo una suba de 9,7% en 2010 a 18,5% en 2017.