ESTRENAN “COMO FLOR DE ENREDADERA”

Cuando la vida se hace canción

Un elenco de prestigiosos actores-cantantes serán los responsables de contar una historia sensible que quedará prendida en los corazones. Foto: Gentileza Leonardo Gregoret

Redacción de El Litoral

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El teatro y la música llegan a la noche santafesina para conmover al público de la ciudad. “Como Flor de Enredadera” es el nuevo espectáculo del director Edgardo Dib que ahora trae a escena una propuesta de “teatro en clave musical”. Este domingo a las 19 será el estreno en La Treinta Sesenta y Ocho (San Martín 3068), continuando con una nueva función el domingo 24 también a las 19.

Un elenco de prestigiosos actores-cantantes serán los responsables de contar una historia sensible que quedará prendida en los corazones. Daniela Romano, Luciana Tourné y Ruben Von Der Thüsen, acompañados en escena por el músico Esteban Coutaz, conforman este equipo de cuatro artistas que mixturarán lo musical y lo teatral en esta propuesta.

“Como Flor de Enredadera” no es sólo teatro ni tampoco una comedia musical. Es una obra de teatro en la cual un cancionero “popular” formará parte del relato escénico. Este nuevo espectáculo tiene como objetivo artístico acercar al público una historia simple no por eso menos profunda que emocione, se disfrute y, por sobre todo, que cumpla con una función primordial del teatro: entretener. La inclusión de lo musical melodías de diversos géneros y tiempos, pegadas a la memoria colectiva permitirá que lo narrado no sólo sea privilegio de la palabra hablada sino también de la cantada. Enredar lo intrínsecamente teatral con el universo musical es el desafío de esta propuesta artística.

Desde lo teatral dos géneros convergen en la construcción del proyecto: el realismo y el melodrama. El verosímil realista permite ahondar en los conflictos psicológicos de los personajes y en la complejidad de los vínculos humanos. Por su parte, el dibujo arquetípico que tienen los personajes desde su diseño dramático dan el tinte melodramático al entramado realista. Lo musical cobra relieve como mecanismo narrativo. A modo de soliloquios y/o diálogos, se incluye la palabra cantada. A tal fin se optó por un eclecticismo musical: baladas, tango, rock nacional, ópera, folclore, cumbia se fusionan en la búsqueda de una sonoridad homogénea. De este modo, la puesta en escena trae consigo el gran desafío de una dramaturgia escénica que contenga aquel entrecruzamiento de géneros tanto en lo espacial/escenográfico como en los registros actorales.

La historia

Noche de calor y mosquitos. Noche santafesina. Julia (recién llegada de España, luego de cinco años de ausencia) tiende la mesa para su cena de bienvenida cuando su cuñado, el Gringo, vuelve de sus cotidianos viajes. Ambos esperan las clásicas milanesas de la Kuki trabajadora todo terreno. Finalmente, la cena se concreta. Pero en este reencuentro familiar no están sólo ellos. Una vieja enredadera cubre los muros y el cielo negrazo. La enredadera de Doña Tita, madre de las hermanas, fallecida durante el alejamiento de Julia y que extrañamente se petrificó a la hora de su muerte. Poco a poco, lo que fuera brindis y mantel abierto a las estrellas, se comienza a transformar en reproches, develamiento de secretos supuestamente ocultos, desenmascaramientos y verdades puestas sobre la mesa. Y una verdad más oculta de todas: la paternidad incierta de Kuki y Julia, que Doña Tita guardara bajo tierra como la raíz de su enredadera.

Dice Edgardo Dib: “Como Flor de Enredadera” es una pequeña historia de almas sensibles. Viejos secretos familiares y una traición con olor a cocina. Un reencuentro fraternal bajo una enredadera que es madre, que es recuerdo presente. Una noche donde brotó el yuyo verde del perdón”.