San Javier
Juzgan al homicida de “pies descalzos”
La víctima recibió 22 machetazos y agonizó durante un día y medio, dentro de su casa. La fiscalía pidió 20 años de cárcel para el acusado; en tanto la defensa reclamó la absolución.
De espaldas, Maximiliano Ramón Díaz ingresa a la sala de juicio donde es asistido por la Defensa Pública.
Foto: Flavio Raina
Redacción de El Litoral
Un joven de 22 años comenzó a ser juzgado este lunes en los tribunales locales, acusado de matar a Alberto Javier Constante, el 21 de junio de 2015, en la ciudad de San Javier. El crimen por el cual Maximiliano Ramón Díaz se encuentra privado de su libertad ocurrió una madrugada de domingo, en la intimidad del hogar de la víctima y fue descubierto recién al día siguiente, el lunes por la mañana.
En total, está previsto que declaren 38 testigos ante el tribunal pluripersonal que integran los jueces Héctor Gabriel Candioti, Luis Octavio Silva -presidente- y Sergio Carraro. Las testimoniales están previstas para lunes, martes y jueves; mientras que los alegatos finales serán el lunes 25 de junio, y la sentencia se leerá el miércoles 27.
Este lunes, fueron los alegatos de apertura de la fiscalía y la defensa. Los primeros en alegar fueron los fiscales Rosana Marcolín y Gonzalo Iglesias, por el Ministerio Público de la Acusación, quienes sostuvieron la atribución delictiva por “homicidio” contra Díaz y adelantaron que pedirán 20 años de prisión.
Por su parte, las representantes del Servicio Público Provincial de la Defensa Penal, Andrea Alberto y Virginia Segado, postularon la inocencia de su pupilo y por ende expresaron que al cierre del debate solicitarán la absolución y libertad de Díaz.
22 machetazos
Constante fue hallado sin vida, tendido al lado de su cama, la mañana del lunes 22 de junio de 2015. La autopsia reveló que el asesino le aplicó al menos 22 golpes de machete, la mayoría de los cuales se concentraron en la cabeza y torso.
Según los peritos, la víctima fue asesinada en horas de la madrugada del domingo 21 de junio, por lo que se presume que agonizó durante varias horas en soledad, hasta su fallecimiento. El crimen se produjo “en la intimidad de su dormitorio”, sostuvo la fiscal de San Javier, Marcolín. “La víctima se encontraba en calzoncillos, medias y remera”; “no había puertas ni ventanas violentadas” lo que da la pauta a los investigadores de que el asesino no era un desconocido para la víctima.
“Encontramos sangre y pies marcados que nos indican que atacante estaba descalzo”, profundizó la acusación, que aunque no profundizó, merodeó en detalles que hablan a las claras de la intimidad que había entre ambos.
Aunque más breve, la defensora Segado se refirió al “lamentable sucesos ocurrido en San Javier”, cuya materialidad no fue discutida, sino que a diferencia del MPA plateó que “Maximiliano Ramón Díaz no ha sido el autor del homicidio de Constante”. “Solicitaremos que absuelvan de culpa y cargo a nuestro asistido. Nada más”, cerró.
Serán 38 testigos los que pasarán ante el tribunal, integrado por los jueces Candioti, Silva -presidente- y Carraro.
Foto: Flavio Raina
Declaraciones previas
“El acusado y la víctima tenían una relación de amistad. A pesar de ello, Díaz cometió el delito con total frialdad en las primeras horas del domingo 21 de junio de 2015. Atacó salvajemente a Constante, le sustrajo su teléfono celular y lo dejó solo, agonizando en su vivienda”, sostuvo la fiscal Rosana Marcolín. “Además, 11 horas después de haber atacado a su amigo, se presentó en un partido de fútbol como si nada hubiera ocurrido”, manifestó.
“Luego de jugar el partido, el acusado se fue a compartir una tarde con su familia en la localidad de Colonia Francesa, donde vive su hermana. Mientras tanto, Constante seguía agonizando en su casa, y finalmente murió alrededor de las 9 de la noche del mismo día del ataque”.
La funcionaria del MPA precisó que el homicidio fue cometido en la casa de Constante, ubicada en calle Juan de Garay al 2100 de la ciudad de San Javier. “El acusado atacó a la víctima con un machete y le produjo múltiples heridas. Además, el fallecido tenía fracturas en el maxilar inferior”. E informó que “a raíz de que el acusado no le produjo heridas punzo cortantes en ningún órgano vital a su víctima, la agonía de Constante se extendió por alrededor de 20 horas”.
Finalmente, la fiscal indicó que “la frialdad del imputado, la violencia del ataque, la ausencia de motivación del mismo, la falta de piedad y de arrepentimiento y su ‘actuar como si nada hubiera ocurrido’, hacen que el imputado merezca la pena solicitada por la fiscalía”.
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