Tribuna de economía

El proteccionismo indio afectó el comercio con Argentina en 2017

Baltasar Bayma

El volumen comerciado entre Argentina y la India alcanzó los 2.905 millones de dólares en 2017. Se trata de una cifra ligeramente superior a la lograda el año anterior, lo que implica que, en términos nominales, casi no hubo crecimiento respecto al 2016. Sin embargo, las ventas de un país a otro presentaron dinámicas diferentes. Mientras que las exportaciones argentinas al país asiático ascendieron a 2.081 millones de dólares el año pasado, lo que supone una disminución del 5,53% frente a 2016; las compras a la India totalizaron 824 millones de dólares en 2017, esto es, se expandieron un 17,62% con relación al año anterior. Esto resultó en una disminución del superávit comercial que nuestro país tiene con la India desde hace décadas.

En cuanto a la caída de las exportaciones argentinas, merece destacarse que las mismas se vieron seriamente afectadas a partir de noviembre pasado cuando el país oriental decidió aumentar los impuestos a la importación del principal producto que Argentina le vende: aceite de soja. En este sentido, resulta significativo destacar que el 88,91% de las ventas nacionales a la India correspondió a este producto en 2017 y que, luego de la suba del arancel, la cantidad de aceite de soja exportado a este país cayó un 63,10% en diciembre pasado con respecto al mismo mes del año anterior. Por otro lado, el incremento de las compras a la India puede atribuirse, entre otros factores, a la apreciación del peso argentino y al crecimiento económico del 2,85% que tuvieron lugar el año pasado.

Con relación a la estructura de las ventas de un país a otro, las exportaciones nacionales con destino a la India estuvieron constituidas casi totalmente por alimentos y bebidas (95,26%). En contraste, las compras al país asiático presentaron una composición más diversificada y mayor valor agregado, integrándose por suministros industriales (50,23%), equipos de transporte y sus piezas y accesorios (18,73%), bienes de capital (12,97%), artículos de consumo (11,32%), combustibles y lubricantes (5,42%), alimentos y bebidas (1,26%) y otros (0,07%).

Por último, la baja diversificación de las exportaciones argentinas expone considerablemente al comercio bilateral a cualquier factor que afecte la producción o la demanda de aceite de soja, como la suba de aranceles que India aplicó en noviembre. Argentina es competitiva en la producción de muchísimos productos y no sólo en alimentos y bebidas, para los cuales India ofrece un mercado atractivo al poseer una de las poblaciones más grandes del mundo y que, además, seguirá creciendo luego de transcurrida la mitad del siglo XXI; sino que también nuestro país produce bienes con mayor contenido tecnológico que se caracterizan por ser menos vulnerables a la competencia, por el rápido crecimiento de sus demandas y por la facilidad con la que se adaptan a las tendencias tecnológicas y de mercado. El mercado indio continúa presentando grandes oportunidades que siguen sin ser explotadas.