Jorge Álvarez, ministro de Desarrollo Social

“Se habla mucho de la grieta política pero estamos entrando en una grieta social”

  • La advertencia es por la fuerte demanda que notan en las copas de leche y comedores barriales. Cada día llegan más familias a pedir un plato de comida y ahora se suman los trabajadores informales que no consiguen changas. Piden a Nación que duplique las partidas.
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Comedor. Uno de los espacios donde se brinda contención alimentaria en la ciudad, “Los Niños de Gretel”, funciona en barrio Yapeyú.

Foto: Manuel Fabatía.

 

Nicolás Loyarte

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El ministro de Desarrollo Social de la provincia, Jorge Álvarez, se hizo eco del relevamiento realizado en los últimos días por El Litoral en distintos comedores barriales donde se brinda asistencia a los más necesitados de Santa Fe. Todos advierten la creciente demanda de un plato de comida y además el incremento de precios hace que cada día puedan comprar menos alimentos.

“Estamos monitoreando con mucha preocupación lo que está pasando. Se habla mucho de la grieta política pero estamos entrando en una grieta social”, advirtió Álvarez, quien luego detalló que en el “segundo semestre de 2016 hubo un pico de aumento en la demanda en comedores, pero lo de ahora no se vio nunca y hay que cuantificarlo. Desde enero hasta ahora creció muchísimo la demanda, y si lo medimos desde el inicio de nuestra gestión, superamos el 40 por ciento, siendo prudentes”.

— En los barrios hablan de nuevos sectores sociales afectados, ¿ustedes tienen la misma percepción?

— El proceso inflacionario, los aumentos tarifarios y la recesión empiezan a sentirse en determinados sectores económicos. Esto lleva a que haya una mayor demanda de asistencia de parte del Estado. Estamos recibiendo un pedido no sólo el sector más vulnerable, donde la crisis está golpeando mucho, sino también ahora del sector de los trabajadores informales —señaló el ministro Álvarez—. El trabajo informal es un trabajo de changas que la clase media lo puede posponer, contratar un albañil o un pintor es algo que se deja para más adelante, con la pérdida del poder adquisitivo. Entonces, si hay un sector que deja de contratar ese servicio, en consecuencia hay otro sector que se queda sin trabajo. Esta realidad está golpeando mucho y lo vemos con mucha más preocupación que antes. Además, hay gente que iba a la copa de leche y ahora también va al comedor.

— ¿La provincia recibe la ayuda necesaria de Nación para afrontar esta situación?

— Desde el inicio de la actual gestión (diciembre 2015), el gobierno provincial aumentó un 127 por ciento la inversión en seguridad alimentaria. Ese dinero sirve para asistir a los comedores y copas de leche. Mientras que el gobierno nacional en junio de 2016 giraba a la provincia $ 25 millones mensuales y en julio de 2018 nos da lo mismo, es decir que pese al proceso inflacionario y la mayor demanda, no nos aumentó un solo peso.

Luego, el ministro Álvarez puso sobre la mesa lo que la provincia destina mensualmente a seguridad alimentaria. Son unos $ 76 millones, divididos en $ 24 millones para copas de leche y $ 52 millones que llegan a través de la Tarjeta Única de Ciudadanía (ver en detalle y deducido a la ciudad de Santa Fe en la infografía). A esa inversión se suman además otros $ 74 millones que llegan a través de los comedores escolares (a través de Educación), lo que hace un total de $ 150 millones.

Por fuera de estas transferencias directas, el gobierno provincial garantiza además la alimentación de los niños que asisten a los Centros de Acción Familiar (CAF), los abuelos de los hogares de adultos mayores y los niños institucionalizados. Y tiene más de 600 convenios con municipios y comunas, y con instituciones de la sociedad civil como Cáritas, Los Sin Techo y organizaciones sociales.

Pedido de audiencia

“Lo que vemos con preocupación y se lo planteamos a la ministra (de Desarrollo Social, Carolina) Stanley, a quien le pedimos una audiencia, es que nos aumenten las partidas. El último aumento del valor de las partidas fue en julio de 2016. Pasó mucha agua bajo el puente y si analizamos el proceso inflacionario estamos en alrededor de un 60 por ciento de inflación, a lo que debemos sumar la mayor demanda. Entonces, aspiramos a que como mínimo nos dupliquen la asistencia”, reclamó Álvarez.

Y más adelante, el funcionario provincial dijo que la última reunión del Consejo Federal con la ministra (de Desarrollo Social, Carolina Stanley) fue en diciembre del año pasado. “Hoy la realidad amerita que nos juntemos para afrontar esta situación”, finalizó.

— ¿Cuál es la salida de esta encrucijada?

— Lo urgente es garantizar la seguridad alimentaria. Y luego hay que garantizar con políticas el autosustento diario. Pero vemos que las medidas económicas nacionales van a contramano de lo social. No se podía continuar con el proceso anterior pero tampoco se podía cambiar en forma brutal como se produjo. Entonces, si no se trabaja para motorizar el aparato productivo el escenario futuro es complejo. Con recorrer la provincia uno ve el cierre de comercios, la reducción de la hora extra y, en algunos casos, la reducción de la jornada laboral. La Provincia puede acudir en lo paliativo pero hay medidas de fondo que dependen de políticas económicas nacionales.

Dinero Mensual para Seguridad Alimentaria3.pdf
 
 

Recorte en Salud

“Otra preocupación que venimos monitoreando en el gabinete provincial con la ministra de Salud, Andrea Uboldi, es que la asistencia que venía para ese sector desde Nación se fue recortando, y ello no sólo repercute en Salud sino también en Desarrollo Social. Antes había alguien al que le faltaba un audífono, por ejemplo, y había aportes de Nación para afrontarlo, y ahora no vienen más. Lo mismo ocurre con las pensiones no contributivas”, dijo el ministro de Desarrollo Social, Jorge Álvarez.