DOCUMENTO DE CIPPEC SOBRE LA INICIATIVA DEL EJECUTIVO NACIONAL.

Equidad de género: un proyecto en el Congreso y pautas para mejorarlo

  • La brecha entre varones y mujeres en el mercado laboral es real, tangible y posible de ponderar en cifras. Un proyecto de ley enviado por el gobierno de Macri en marzo avanza sobre esta materia pero, advierten expertos, se puede mejorar.
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La responsabilidad del tratamiento será de la Cámara de Diputados de la Nación. Foto: Archivo El Litoral

 

Redacción de El Litoral

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Fuente. Cippec

La Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados de la Nación está tratando el proyecto de Ley de Equidad de Género que envió el Poder Ejecutivo el 9 de marzo. Que el proyecto se discuta y avance es crucial: hay grandes brechas de género en el mercado laboral argentino, tanto en el acceso como en la trayectoria de las mujeres. El 57,4% de las mujeres en edad activa participa del mercado de trabajo, en comparación con el 79,5% de los varones (según datos oficiales del cuarto trimestre de 2017). Además, las mujeres registran una mayor tasa de empleo en el sector informal (36,1%), de subocupación (12,4%) y de desempleo (8,8%) que los varones.

El diagnóstico es presentado por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) que plantea, además, que cuando las mujeres entran al mercado de trabajo, se emplean en sectores que reflejan las tareas que suelen recaer sobre ellas en la esfera privada, como las tareas domésticas (17,1%), la educación (14,2%), la salud (9,7%) y el comercio (16,5%). Esta segregación sectorial se conoce como “paredes de cristal”. También enfrentan mayores dificultades para alcanzar puestos de liderazgo: solo el 3,7% alcanza puestos de dirección comparado al 5,8% de los varones. Son los “techos de cristal”, prejuicios y estereotipos que obstaculizan el desarrollo profesional de las mujeres.

TAREAS DE CUIDADO

Uno de los principales obstáculos que enfrentan las mujeres en su vida laboral es la maternidad. En los hogares con niños, ellas tienen hasta 20 veces mayor probabilidad de transitar a la inactividad que los varones. Según los últimos datos oficiales, realizan casi el doble de trabajo de cuidado no remunerado que los varones, lo que dificulta su actividad laboral.

“La iniciativa del Poder Ejecutivo es una oportunidad para discutir estos temas y mejorar el proyecto oficial aunque sin dilatar la aprobación de una norma por la urgencia de los problemas que aborda”, sostiene Gala Díaz Langou, directora del programa de Protección Social de Cippec.

El proyecto busca mejorar el acceso y las trayectorias laborales de las mujeres de dos formas. Primero, modificando artículos de la Ley de Contrato de Trabajo que actúan como una barrera para una mayor y mejor participación laboral de las mujeres. Segundo, mejorando la conciliación de la vida laboral y familiar de las trabajadoras e incluyendo a los varones en el cuidado de los niños. “Varias medidas son positivas y otras podrían verse potenciadas con algunos cambios”, evalúa Díaz Langou.

LO QUE PROPONE Y LO QUE FALTA

A continuación se presenta una síntesis de los lineamientos comprendidos en el proyecto oficial, y las propuestas para mejorar su aplicación.

- Garantizar la igualdad y equidad de género en el acceso, la trayectoria y las condiciones laborales y en cuestiones salariales. “Este derecho ya es reconocido en la Constitución Nacional y por la Ley de Contrato de Trabajo. Por otra parte, las trayectorias laborales más erráticas de las mujeres se deben a las responsabilidades de cuidado y la existencia de normas sociales, estereotipos y prejuicios de género, cuestiones no abordadas plenamente” por la iniciativa oficial, sostiene Díaz Langou.

- Igualdad salarial estricta, que también es un principio constitucional (“igual remuneración por igual tarea”). “Faltaría agregar mecanismos que incentiven a las empresas a cumplirla, como un registro público de empresas incumplidoras y sanciones económicas (desde multas hasta no acceder a beneficios como políticas de promoción o no poder ser proveedor del Estado). “La combinación de penalidades económicas y visibilidad pública de las brechas salariales es lo que mejor funciona para lograr la igualdad”, enfatiza Díaz Langou.

- Teletrabajar: “Que tanto mujeres como varones puedan pedir esta modalidad laboral debería ser un derecho de los trabajadores”, considera la directora de Protección Social de Cippec.

- Se modifica el artículo de la Ley de Contrato de Trabajo que prohibe la ocupación de mujeres en tareas penosas, peligrosas o insalubres. Sin embargo, se mantendrían ciertas prohibiciones por “razones excepcionales y objetivas” que se desconoce cuáles serían. Además, no aborda restricciones establecidas en otras leyes, como la Ley 11.317.

- Se extiende a quince días la licencia por nacimiento de un hijo para los trabajadores que sean padres no gestantes. “Sería un avance con respecto a la situación actual, ya que ampliaría la licencia de padres y parejas homoparentales”, afirma Díaz Langou. Sin embargo, no se establece si los costos relacionados con la licencia serían afrontados por la empresa en cuestión o por el Estado. “Garantizar que la seguridad social financiará las licencias y que serán obligatorias es crucial; si no, se corre el riesgo de que los trabajadores no accedan realmente al derecho”, sostiene Díaz Langou.

- Se amplía la licencia en caso de partos múltiples y se contemplan los de adopción. “Pero el período otorgado aún sería mucho más corto que el de las madres gestantes y así se mantendría la discriminación negativa que sufren las mujeres en el mercado laboral”, señala la directora de Protección Social de Cippec. Además, las licencias para los aspirantes a guarda con fines de adopción y para reproducción médicamente asistida deberían ser de días administrables y no corridos. En particular, la licencia por guarda también debería explicitar que los días son para cada niño.

- No se incluyen licencias familiares, utilizables por ambos padres de manera indistinta.

- No se incluye a los monotributistas.

- Se plantea la posibilidad de trabajar en modalidad de jornada reducida en caso de tener hijos de hasta cuatro años, con una remuneración proporcional. “Esto sería un avance en las posibilidades de las familias de articular sus responsabilidades de cuidado con una jornada laboral”, opina Díaz Langou, quien considera que, además, la norma debería fomentar la adopción de esta modalidad por parte de los varones.

CAMBIOS

En el marco de la ley que impulsa el gobierno nacional, deberían modificarse los artículos 172 (equidad de género en el trabajo), 173 (igualdad salarial estricta), 175 (igualdad de género para efectuar trabajos fuera del establecimiento, a distancia o teletrabajo), 176 (igualdad de protección frente a tareas penosas, peligrosas e insalubres), 158 (licencias especiales), 183 a) (opciones de prestación para la mujer luego de la maternidad) y creación del art. 198 bis (jornada reducida para cuidado de niñas y niños).

 

OTRA FORMA DE CONSTRUIR

Nancy Balza

Uno de los conceptos que recupera el Cippec en su informe es el de “paredes de cristal”, que remite a una segmentación horizontal en el mundo del trabajo, donde las mujeres se insertan mayoritariamente en sectores de menor remuneración y menor dinamismo, y en tareas vinculadas a las que desarrollan en la esfera privada: trabajo doméstico, educación y salud.

Además, menciona el “techo de cristal” como un límite invisible pero tangible que representa las dificultades e inequidades a la hora de alcanzar puestos de decisión y liderazgo.

Otras teorías hablan de “suelo pegajoso”, “techo de cemento” y hasta de “techo de diamante”. Vale la pena reconocer estos conceptos, pero para desarticularlos como primer paso para posibilitar un desarrollo laboral verdaderamente equitativo y sin barreras.