Nuevo local de Quick Lane Santa Fe

Atención especializada

El centro de servicios rápidos multimarcas se mudó al centro de la ciudad, en San Jerónimo 2752, con más espacio y comodidades para recibir a los clientes, nueva maquinaria con tecnología de vanguardia, sumados a la confiabilidad y amabilidad habituales de sus técnicos y el respaldo de una gran marca.

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Fotos: Luis Cetraro

 

M&T

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El llamativo color naranja que domina el amplio local no pasa desapercibido para quienes transitan por la céntrica calle San Jerónimo, entre Irigoyen Freyre y Eva Perón, de la ciudad capital. Lo mismo que su ingreso vidriado que permite la visualización de todos los procesos y el logo que se impone desde el frente, dando cuenta de un lugar con amplitud tanto para el vehículo como para los clientes y con los mejores estándares de calidad para solucionar los problemas de mecánica ligera, tanto por lo sofisticado de sus máquinas como por los conocimientos de los técnicos.

Se trata de Quick Lane Santa Fe, un centro de servicios rápidos multimarcas que responde a una cadena global de más de 1.000 sucursales en todo el mundo, con el sostén de Ford detrás y que en nuestra región recibe el soporte de Escobar S.A. En el nuevo local se atiende sin turnos previos, por orden de llegada, de lunes a viernes de 8 a 19.30 y los sábados de 8 a 12.30. Allí se especializan en operaciones de mantenimiento y mecánica ligera como cambio de neumáticos de todas las marcas; alineación, rotación y balanceo; cambio de aceite y filtros originales; frenos, tren delantero y baterías, entre otros. Todo bajo una consigna de cabecera: “Sabemos mucho, tardamos poco”.

Marcelo Ayala, Responsable de Quick Lane Santa Fe, explicó para M&T algunos detalles de lo que se ofrece: “El auto ingresa, se le hace un chequeo general y luego se coordina con el cliente si quiere hacerle lo que necesita el vehículo en el momento o se pauta otra visita. Lo del chequeo es clave, porque también se le informa sobre otras cuestiones que tiene que tener en cuenta para el futuro. Por más que venga por una cuestión puntual, siempre se lo analiza globalmente al vehículo, con una planilla que tiene tres puntos: verde, que quiere decir que está perfecto; amarillo, que está relacionado al desgaste propio del auto y que se lo debe considerar para una próxima visita; y rojo, que exige el reemplazo inmediato. A partir de ahí, con la aprobación del cliente, se hace lo necesario”.

Y continuó: “Además, todo esto que se evalúa se vuelca en un sistema donde están todos los datos del vehículo, por lo que hay un seguimiento en detalle de lo que se le hace y lo que se le tiene que hacer a ese auto. Así, mantenemos siempre al tanto al cliente sobre lo que necesita renovarse y cuánto falta para ese servicio, o por ejemplo si vende el vehículo, el próximo dueño sabe si viene al Quick Lane cuál es la historia de ese auto. La base de datos que se genera permite eso, es como la “historia clínica” del vehículo, lo que también le permite al cliente estar tranquilo de que nosotros sabemos cómo está el auto y qué se le tiene que hacer, más allá del chequeo obligatorio en cada visita”.

En relación a las ventajas del local que se inauguró recientemente, Ayala indicó que “desde el 2016 estamos en Santa Fe, por lo que acumulamos una experiencia muy buena, con un respaldo importante de la concesionaria Escobar. La meta siempre es responderle al cliente tanto en lo mecánico como en lo económico, y en ese sentido nos transformamos en una tranquilidad para la gente, que ha confiado en nosotros. Además, ahora es más grande el local, las maquinarias son nuevas, por lo que la idea es crecer, y estar en el centro de la ciudad nos da la posibilidad de que la gente se acerque más, ya que puede aprovechar para hacer algún trámite en el poco tiempo que nos lleva generalmente el trabajo, o puede optar por esperarlo aprovechando las comodidades de las instalaciones. También es importante la posibilidad que da el horario corrido, porque se adapta a los tiempos de todos. Otra cuestión a destacar es la financiación: los precios son muy accesibles y están muy bien en relación al mercado en general, pero además ofrecemos 3 y 6 cuotas sin interés con cualquier tarjeta Visa, por ejemplo. Tenemos muchos clientes ya fijos y en el boca a boca crecemos, lo cual nos hace sentir que estamos haciendo las cosas bien”.

Entre las ventajas comparativas que ofrece Quick Lane, además del servicio en sí, existe una que no es para nada menor: el respaldo y la supervisión de Ford. “Quick Lane es una franquicia Ford por lo que además de atender a todas las marcas con repuestos originales, estamos autorizados a hacer los mantenimientos de garantía de Ford. Es decir que si vienen acá es como si fueran a la concesionaria, con los mismos costos. Otra seguridad para el cliente es que nosotros tenemos un seguimiento de parte de la casa central, porque después de cada servicio se lo llama al cliente para consultarlo sobre la atención, y eso nos da un puntaje, por lo que estamos siendo supervisados y eso también constituye una garantía de lo que ofrecemos”, agregó Ayala.

Así funciona Quick Lane, con una estructura exitosa y ya probada en todo el mundo, que se consolida en Santa Fe a base de su excelencia, bajos costos y amable atención.

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