Llegan cartas

Zapatero a tus zapatos

MARTA SNAIDERO

DNI. 12.215.210

Han entregado a escolares de seis años un cuadernillo. Debían colorear “La Diversidad”. Léase: Subsecretaría de Políticas de Diversidad Sexual, Gobierno de Santa Fe. Dicho cuadernillo les fue puesto en sus manos cuando la escuela los llevó a hacer una actividad a un reconocido club de la localidad de Sunchales. Pregunto: ¿quién tuvo a cargo tal “tarea”?, ¿docentes, personal del club o de la Subsecretaría de Políticas de Diversidad Sexual?

En el mismo, se observan errores de ortografía y de coordinación. P. ej: el nombre de uno de los personajes está con minúscula y sin acento: “A tomas le encanta patinar”. Otro reza: “Soy Simón y soy un chicos trans” (sic)...

En otro dibujo se observan dos nenes y la siguiente frase: “No todos los príncipes se enamoran de princesas” (claro que no, la realidad muestra que también lo hacen los simples y plebeyos mortales). Otro, con dos nenas: “No todas las princesas se enamoran de príncipes”...

Un niño, que luego pasa a ser niña, con la frase que lo complementa: “Algún día serás quien quieras ser”. Me pregunto: ¿Y si quisiera ser bombero, médico, mozo, chofer o simplemente buena persona?

Otros dibujos, un niño y detrás dos mujeres: “Gaston con sus dos mamás”. Una niña y detrás dos hombres: “Sofía con sus dos papás”...

La consigna es colorear la diversidad y se lee la propuesta: “Ahora dibuja tu familia”, y es ahí cuando la familia se convierte en un garabato...

Después están Martina con papá hombre y mamá mujer, tal como nació y con quienes se fue formando. Luego leemos: “Un mundo diverso es un mundo mejor”; infancias felices, libres de discriminación.

Como mujer, madre, abuela, habitante de este suelo argentino quiero saber hasta dónde un gobierno de turno puede inmiscuirse en la enseñanza de inocentes, que ni siquiera saben contar hasta diez y mucho menos qué es ser “trans”. Qué derecho le asiste a un ministerio el incluir, en la currícula, cuadernillos por medio de los que se “invita” u obliga a quienes asisten -para recibir educación formal- a colorear la “diversidad”, cuando en su interior los mensajes son justamente de no discriminar...

¿Qué harán papá y mamá para defender y defenderse de influencias políticas que invaden derechos de cualquier ser humano a aprender según su edad, lo que desde el hogar, la escuela, la calle, su entorno, les corresponde y seleccionan en libertad?

Tiempo atrás, en la misma escuela, un “cuentito”: Alicia en el País de las Maravillas, en el cual Alicia ya no era rubia, ¿y los derechos de autor?, ¿dónde queda el querer seguir creyendo que Alicia es como me la contaron? Un día Caperucita no será roja sino amarilla, Pinocho dejará de mentir porque se oxidó, Blancanieves estará rodeada de veinte enanitos (¡perdón!, enanos no, personas de menor estatura, por el tema de la discriminación...).

Este bombardeo en medios de comunicación, instructivos de Subsecretarías, banderas y pañuelos agitándose al compás de proclamas, alquileres de vientres, silencio de quienes imparten religión, por citar sólo algunos ejemplos, ¿acaso no ha colaborado para la confusión total? ¿Nos convencerán de que millones de habitantes del planeta Tierra viven equivocadamente?

¿Cómo impartir la misma enseñanza que hemos recibido, herencia honorable, si cualquiera se adjudica el derecho de cambiarla en un aula?

Al gobierno le digo: no se lo votó para entregar cuadernillos para colorear con mensajes que no compartimos. Pintar flores, un cielo hasta ayer celeste y un sol brillante, un papá y una mamá, como cada inocente los quiera ver y amar, es lo que salvará a la Humanidad.