En Durban

El poderío Springbok eclipsó el esfuerzo Puma

• Los sudafricanos impusieron condiciones a partir de sus virtudes tradicionales, prevaleciendo de manera inobjetable ante el esfuerzo argentino.

Eben Etzebeth comanda la ofensiva sudafricana, ante la múltiple oposición argentina. En apoyo, Tendai Mtawarira y el capitán, Siya Kolisi.

Foto: gentileza Prensa UAR

César Miño

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Una vez más, el Rugby Championship corrió su jerarquizado telón, para poner en escena a los mejores representantes del Hemisferio Sur, cuyas presentaciones iniciales no depararon sorpresas

En el caso del partido desarrollado casi en las márgenes del Océano Indico, proyectó una una nítida exhibición del ancestral poderío físico que distingue a Sudáfrica, el que resultó clave para prevalecer ante Argentina, por 34 a 21.

A esto debe sumarse la remozada contextura del equipo Bokke, merced a la determinación del nuevo head coach, Rassie Erasmus, quien en su breve conducción, ha demostrado con creces estar decidido a recuperar el terreno perdido en los últimos tiempos.

El partido arrancó con la intensidad esperada y con una excelente respuesta defensiva de Los

Pumas, merced a una ordenada disposición táctica y un adecuado sostenimiento de la imposición

física adversaria, lo que terminó de conformar la sólida defensa que sostuvo el predominio territorial y de posesión de su anfitrión.

Si a esto se agrega la eficacia denotada en las escasas situaciones factibles que dispusieron, se logra argumentar el 14 a 10 a favor al cerrarse la etapa inicial, lo que abrió las puertas de la ilusión.

Todo cambia...

Sin embargo, desde el inicio del complemento, los Springboks comenzaron a imponer condiciones de manera más expresiva y no tardaron en proyectarlo al marcador: tres ensayos consecutivos colocaron el 27 a 14 a favor; pero además, ratificaron una creciente superioridad.

Luego, una hábil intercepción de Matías Moroni permitió que la diferencia de acotara a “tiro de try”, más allá que el contenido no se modificó demasiado y terminó cerrándose con el sexto ensayo local, a una decena de minutos del cierre.

En conclusión, del match que deparó el debut del “Ciclo Ledesma”, hay cuestiones que bien pueden considerarse positivas, amén de una caída absolutamente previsible. Como por ejemplo, el orden y la eficacia de la etapa inicial, las que en el complemento se vieron severamente condicionadas por la devastación física que siempre representa contener el notable poderío que en ese aspecto distingue desde siempre a los sudafricanos.