Misa ecuménica contra Macri y la Justicia

Peronismo sindical al amparo de Luján

En un crítico momento socioeconómico del país, la Iglesia le dio escenario a la convocatoria de los Moyano, complicados en varias causas de corrupción.

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De Lomas de Zamora a Luján, Radrizzani se movió durante años en el conurbano y con estrechos vínculos kirchneristas. Ayer bendijo a Moyano.

Foto: NA

 

Redacción de El Litoral

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Hugo Moyano venía de celebrar el Día de la Lealtad con un discurso en el que pidió “erradicar” al gobierno de Macri. Y monseñor Radrizzani dijo ayer en Luján que “el pueblo” es artífice de su destino y que la Nación está “fundamentalmente en manos de nuestro pueblo”.

La Casa Rosada tomó nota. El altar fue montado a mitad de una plaza que estuvo lejos de llenarse. Pero sobre el escenario no estaba sólo el arzobispo de Luján; allí también estuvo el presidente de la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas, Néstor Míguez; el presidente del Llamamiento Argentino Judío, Jorge Elbaum; el director de la Casa de Difusión del Islam, Sheij Mohsen Ali, y el pastor metodista Fernando Suárez.

Hubo fusión de liturgias -incluida la gremial del peronismo- contra el presidente y contra la Justicia, bajo la consigna de “Pan, paz y trabajo”. La “oración ecuménica” planteó -en primera persona del plural- “sufrimos un Poder Judicial que cree que hacer Justicia es desechar la presunción de inocencia. Con un sistema económico en clave egoísta que prioriza la especulación financiera, rezamos para que tanto oficialistas como opositores cambien este modelo que pone en peligro la vida y la paz social”.

Bajo el lema “Paz, pan y trabajo”, sindicalistas, legisladores e intendentes bonaerenses del Partido Justicialista acompañaron a Moyano durante la movilización. El único “orador” fue el arzobispo de Mercedes, Luján.

Moyano se mostró acompañado por integrantes del Frente Sindical para el Modelo Nacional, como Sergio Palazzo (Bancarios), Ricardo Pignanelli (Smata), Hugo Yasky (CTA), Roberto Baradel (Docentes) y Walter Correa (Curtidores).

También estuvieron presentes los diputados nacionales Daniel Scioli, Eduardo “Wado” De Pedro, Fernando Espinoza, Vanesa Silley (FpV), Felipe Solá, Daniel Arroyo (Frente Renovador) y los intendentes de Merlo, Gustavo Menéndez; de Ituzaingó, Alberto Descalzo; de La Matanza, Verónica Magario; de San Martín, Gabriel Katopodis, y de Malvinas Argentinas, Leonardo Nardini.

Además asistieron el ex secretario kirchnerista Guillermo Moreno; el presidente del PJ Bonaerense, Gustavo Menéndez; el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, y el ex embajador argentino en el Vaticano -cercano a Cristina Kirchner- Eduardo Valdés.

Enmarcada en la dura situación social y en el creciente acercamiento de Moyano a la Iglesia, la marcha fue una demostración de fuerza del líder camionero, que culminó una semana en la que fue protagonista de la agenda política luego de que un fiscal pidiera la detención de su hijo y secretario adjunto de Camioneros, Pablo Moyano.

Radrizzani pone la Nación en manos “del pueblo”

Frente a la tradicional Basílica de Luján, cuya Virgen es Patrona de la Argentina, Radrizzani fue el encargado de ponerle voz a la jornada religioso-sindical.

“Nuestro pueblo debe ser artífice de su propio destino y no quiere tutelajes, ni injerencias donde el más fuerte subordina al más débil. Quiere que su cultura, sus procesos sociales y tradiciones religiosas sean siempre respetadas”, sostuvo el monseñor, en una alusión al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En su homilía, el prelado envió un mensaje al gobierno y remarcó que “hay que reconocer que ninguno de los problemas se puede resolver sin la interacción entre el Estado y el pueblo”, y agregó: “Si realmente queremos un cambio positivo tenemos que asumir humildemente nuestra sana interdependencia. Pero interacción no es nunca sinónimo de imposición”.

“El futuro de la Nación no está únicamente en manos de los dirigentes: está fundamentalmente en manos de nuestro pueblo, en su capacidad de organizarse para lograr este proceso de auténtico cambio”, añadió.

Ante la atenta mirada y escucha de los dirigentes sindicales y partidarios, el arzobispo de Mercedes-Luján concluyó sus palabras citando al Papa Francisco: “No nos dejemos robar el entusiasmo. No nos dejemos robar la esperanza. No nos dejemos robar la alegría permanente. No nos dejemos robar la comunidad”.

“Qué me importa”

“Qué me importa lo que dijo Macri, lo importante es lo que se dijo acá”, señaló en Luján, Moyano a Clarín. Fue cuando se le preguntó sobre la frase de Macri respecto del “manejo mafioso del sistema logístico”. El camionero tiene fuerte respaldo de la Iglesia, que actúa abiertamente contra la Casa Rosada. El viernes 5 el obispo de La Plata, Víctor Fernández, rezó una oración por la paz social con Emilio Pérsico y Roberto Baradel, y el miércoles pasado el titular de la Pastoral Social, Jorge Lugones, recibió al líder camionero, mientras su hijo Pablo volvía de Singapur con el pedido de captura por parte de un fiscal.