Turismo rural en Santa Fe

Rescatando el valor del tiempo

El área periurbana de la capital provincial abre puertas a un nuevo potencial ligado al turismo. El circuito ofrece dimensionar los aspectos cotidianos de la producción de alimentos, así como nuevos espacios de esparcimiento y recreación.

Rescatando el valor del tiempo

Cabalgatas. El concepto del circuito implica “bajar un cambio”y disfrutar del campo, muy cerca de la ciudad.

Foto:Gentileza

 

Federico Aguer

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“Esto todavía es un poco raro para nosotros, porque nos hemos dedicado toda la vida a la agricultura en la zona rural de San Justo”, admite Oscar Vignatti, en un intento por explicar que luego de una ardua vida de trabajo en las máquinas y en la cosecha, al fin surgió una alternativa.

Casi sin querer, reconoce que el emprendimiento nació con la excusa de la búsqueda de un campo productivo cercano a Santa Fe, el que de a poco fue virando hacia otra cosa, cuyo género todavía es difícil de catalogar. “Caímos en esta zona de Ángel Gallardo; el campo estaba un poco abandonado, pero empezamos a acomodarlo, tratando de mejorarlo, y de a poco empezamos a invitar a la gente, abriendo las puertas para que la gente de la ciudad venga a pasar un día de campo. Un asado, un mate con torta asada, un rato de esparcimiento en el aire del campo. Esa fue la idea. Nosotros no sabemos de turismo ni de gastronomía, pero lo hacemos con amor de parte de toda la familia”, reconoce.

El emprendimiento de Vignatti se llama “Puesto Blanco”, y de a poco va tomando forma como una alternativa para disfrutar del campo muy cerca del ruido de la ciudad de Santa Fe. “Queremos resaltar la ruralidad, las banderas o el caballo. Hay gente de Santa Fe que viene en bicicleta a visitarnos, y cuando termina el día, se llevan otra cosa, que va más allá de haber ido a un comedor. Se van sabiendo el nombre de perros, de los caballos, de nuestra lechuza Filomena, o hasta con un poco de olor a humo”, admite con una sonrisa.

Slow food

El anfitrión no deja de sorprenderse con el efecto que el paraje tiene en los visitantes. “A todos les pregunto qué ven acá, y me responden que es esto mismo: acá hasta el viento se puede llegar a sentir distinto, porque estamos en un ámbito en el que nosotros tratamos de no intervenir sobre la gente, y que la gente venga a pasar un buen rato lejos del centro y los bocinazos. Acá se vive de otra forma”, dice.

Además, nos explica que su emprendimiento forma parte de un circuito mayor, del que forma parte un tradicional “boliche de campo” de la zona. “Somos amigos con la gente del Bar Verona, ellos saben venir a visitarnos y nosotros a ellos. Si nos juntamos a esta zona le veo un potencial muy fuerte ligado a la gastronomía y a lo verde”, se anima a decir. Vignatti se explaya contando que entre los servicios que ofrecen está la parte ganadera “al fondo del campo”, que tienen con un plan llamado “Plan de Formulación del Monte Cuidado”, que implica un trabajo a futuro para armar un circuito con cartelería de árboles, algún refugio, “y que en lugar de ver los pájaros encerrados los puedas ver en un ámbito natural”. También ofrecen cabalgatas en un marco impresionante de verde y con los esteros cargados con agua, “chapoteando sobre el caballo en un ámbito muy agreste que no tiene precio”, invita.

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La mesa está servida. Hoy por hoy la propuesta incluye gastronomía tradicional. También podría incluir visitas a las quintas y el periurbano productivo.

Foto:Gentileza

Finalmente, se anima a definir la idea del emprendimiento, que lo diferencia de las comidas rápidas de hoy. “Nuestro concepto es el slow food, ligado a la gastronomía de las abuelas, más antigua, más tradicional. El asado a leña es una excusa para tomar un mate, hablar e intercambiar un momento con la gente”. A futuro, confiesa que siguen explorando para enriquecer la oferta. “Estamos tratando de implementar la cabeza de vaca al pozo, como una alternativa más a una oferta gastronómica tradicional de campo. Queremos rescatar el valor del tiempo, porque el tiempo es un valor escaso, y en una ámbito así te realza el espíritu. Es un lugar natural, nosotros lo gozamos mucho pero queremos compartirlo, que la gente se sienta cómoda. Todos los que vienen nos alientan a seguir, a ponerle fichas a esto, a seguir valorizando estas cuestiones. Queremos hacer carneadas, y muchas cosas más”, proyecta.

La alternativa periurbana

De la ciudad al campo en pocos minutos, es una idea que permite la posibilidad de reencontrarse con espacios cargados de historia, con vivencias, con sabores propios del territorio, además de rescatar y resaltar el trabajo en el proceso productivo, calidad de vida y tranquilidad. En diálogo con Campolitoral, el Lic. Javier Dellamónica, perteneciente a INTA Ángel Gallardo y coordinador de Turismo en el espacio rural CAME, destacó que en la zona está tomando forma un circuito de turismo rural del que “Puesto Blanco” es una de las paradas obligatorias, pero que hay muchas más por descubrir. “Si nos aproximamos a la región del distrito Monte Vera, podemos empezar a transitar en bicicleta, en auto o caminando una serie de propuestas que en su conjunto conforman un verdadero circuito de Turismo Rural”.

Y agregó que muchos dicen que se trata de un distrito que se respira vida de pueblo. “Primero porque lo es y segundo porque en su forma de distribución conviven quienes cada día trabajan la tierra, las comunidades de inmigrantes mayoritariamente bolivianos con sus sabores, ritmos y festividades con italianos y los criollos propios de la región”.

Según Dellamónica esta combinación propicia un clima que invita a conocer y saber más. Cómo hacerlo es la pregunta. “Hoy si recorremos la distribución de Monte Vera, Ángel Gallardo y Chaco Chico vemos al trabajo en la quinta como uno de los principales motores de la economía y en ese lugar conocer primero cómo se prepara el suelo, qué tipo de producciones se dan en cada momento del año y hasta preparar la planta para pensar luego en reproducir la quinta en nuestra propia casa. El Predio de INTA en Angel Gallardo es una posibilidad”, propone.

Un alto en el camino

El circuito ofrece varias paradas, y si se logra implementar institucionalmente, ofrece muchas más que pueden ir surgiendo. En el transitar por el paraje nos podemos detener a disfrutar de un aperitivo en el Almacén Verona, “lugar plagado de historia y tradición, que cada 1º de Agosto revive la tradición de la Caña con Ruda, receta que Don Valetti compartiera ese día con todos quienes se acercaban al boliche (hoy en manos de su hijo Orlando), que transmite la misma pasión por preservar un rincón con vivencias de quienes fueron los primeros habitantes de la zona”.

Dellamónica coincide que para no quedar fuera de la propuesta gastronomía rural, “Puesto Blanco” de la Familia Vignatti es otro punto de encuentro, donde Oscar y su grupo de colaboradores da la mayor de las bienvenidas con la cordialidad que lo caracteriza.

“La vieja Estancia es fiel testigo del ingreso por el extenso camino que conducen hasta el lugar de quienes deciden incursionar más en el mundo rural; al costado del camino campo en producción digno de una postal rural y a la hora de la mesa con el fuego encendido un infaltable asado al aire libre”, afirma.

Y finaliza abriendo el juego: “vale el entorno, vale la proximidad pero por sobre todas las cosas la calidez de la gente y la predisposición a pasar un momento llenos de ruralidad”.

Escalas

Puesto Blanco, Bar Verona, el Parque Agrario (INTA y Ministerio de la Producción), las quintas de los productores frutihortícolas, la Estanzuela Echagüe - GADA (Ejército Argentino), y otros más, son y pueden ser eslabones de un circuito a desarrollar. La idea es que en 2019 las áreas del Estado municipal, provincial y nacional se sumen a la movida.

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Boliche de aquellos. El Bar Verona ofrece un escenario que permite viajar en el tiempo y disfrutar de momentos únicos. Foto:Vanina Góngora

Lo que viene

Si bien el año ya está cerrando en materia de planificación, el tema está en agenda. De hecho, según las conclusiones de la reciente reunión de la Mesa Interinstitucional realizada en Buenos Aires, el turismo rural no para de crecer. Dicha Mesa está conformada por la Universidades, la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), y la Cámara Argentina de Turismo Rural (CATUR), y permite trabajar los lineamientos comunes para el fortalecimiento del turismo rural. En la última reunión, anunciaron con entusiasmo que en enero, por primera vez el tema rural tendrá un espacio propio en la Feria Internacional de Turismo (FITUR) de España. Allí estarán nuestros espacios ligados a la religiosidad, la gastronomía y los pueblos auténticos como Moisés Ville.