Peisadillas

El humor nos libera, ser Amado también 

El humor nos libera, ser Amado también

ILUSTRACIÓN:LUCAS CEJAS

Carlos Mario Peisojovich (el Peiso)

Soñé con sueños indiscretos, ellos hurgan en la memoria escondida, en los deseos inhibidos, en los pensamientos ocultos, en añoranzas secretas, en anhelos antiguos y futuros, en ficciones subyacentes y en realidades emergentes. Algunos sueños son contables, como cuentos de final feliz, otros son incontables, por la cantidad y por la calidad... Unos son secundarios, pero muchos son protagonistas; son ésos que andan y desandan por caminos de anchas avenidas o de senderos inhóspitos, escabrosos y espinosos, con piedrita en el zapato y con la espina en la garganta. En mis Peisadillas, la sustancia es esencialmente onírica, pero se alimenta materialmente de la realidad. Es la escenografía en la que se mueven sus personajes que se componen y se descomponen alternativamente en diferentes entornos de difusos contornos, ¿como la realidad?

Los colores se deforman y transforman y van adquiriendo tonalidades contrapuestas, en el proceso que va del blanco al negro, todo es gris, matices oscuros que se aclaran o se ennegrecen. El gris es un color dubitativo, el gris se llena de contenidos y explicaciones, de esquemas, de simbología, de ejemplos improcedentes y contradicciones sin precedente. El gris es vacuo, es insustancial y precede a la tormenta.

Hay sueños con lamentos de recuerdos lejanos, ésos que dan ganas de cantar llorando o llorar cantando.

Canta Amado, guitarra al hombro, canas al viento, el pelo en libertad y andante libre y sin condiciones; cantan sus compañeros y amigos y celebran y dan rienda suelta a tanta Justicia ciega. Le dan para adelante, avanti morocho, ya que sin la maquinita ahora imprimen su alegría ante tanta soñada libertad. La importancia de ser Amado exige también franqueza, para ser libre hay que ser Franco, sinceros y sin ceros a la izquierda; construir sobre la base de la guita, sin mostrarla, exteriorizar la riqueza consumada ladrillo a ladrillo, golpe a golpe, salir en el momento justo, rapidito, con motor fuera de borda, off shore, off course. Tener hijos obedientes que, como los monitos sabios, no ven, no oyen y no hablan... aunque el significado de Kikazaru, el sordo; Mizaru, el ciego, e Iwazaru, el mudo, forman una unidad, ellos juntos y organizados logran -mediante una cooperación exitosa- todo lo que desean. El que no escucha le dice al que no ve que le cuente al que no habla lo que está sucediendo.

Hablando de monos, en esta actualidad histérica y de pasmosa globalidad, estamos más turbados que nunca, y en mi Peisadilla no acuso, mucho menos acoso, ¿será que estoy en el ocaso?

Afortunadamente la lucha de géneros, que no se corta por el hilo más delgado, está más fuerte que nunca. Ellas, las mujeres, nuestras mujeres, alzan la voz y los pañuelos al viento, sin importar el color que sea, atados en la muñeca, sujetando el cabello, o simplemente sujeto a la tira de alguna cartera o mochila, pero siempre con los brazos en alto y con inflexible orgullo, demostrando que los huevos, u ovocitos, se llevan bien puestos, con buen uso y sin abuso.

Hay sueños miserables, que dejan rastro a porquería, que dan miedo, que acosan y lastiman, son sueños negros, sin color, oscuros, mezquinos y oprobiosos. En estos sueños el despertar es luz, iluminar a otros/as. Burlando lo evidente, el mediático leguleyo se rajó. No hay ley que valga ante tanta miseria inhumana.

El amor nos libera, el humor nos desencadena. Cuando aparecen ciertos personajes grises y la verdad sale a la luz, así nos ponemos.

Soñemos en colores.