De los diputados
Paridad: Un Senado que atrasa
Inés Bertero
- PS
En la vida política, las mujeres han sido históricamente invisibilizadas y el ejercicio de sus derechos político-electorales se ha visto limitado por condiciones culturales, institucionales, partidarias y estructurales que han propiciado la existencia de una brecha significativa respecto a los hombres.
Luego de siglos de lucha por el reconocimiento de nuestros derechos, en los últimos años, como mujeres que participamos de la vida pública y política, venimos exigiendo que la ley nos garantice la representación igualitaria en las instituciones democráticas.
Si logramos instalar el debate sobre la paridad es porque la sociedad entiende que es necesario garantizar la igualdad en la política para garantizarla en otros ámbitos de la vida.
Sin embargo, en la última sesión ordinaria del 29 de noviembre pasado, el Senado al no darle tratamiento a la media sanción de la Cámara de Diputados que establecía la paridad de género, por segunda vez frustró que se convirtiese en ley una iniciativa ampliamente apoyada por el colectivo Mujeres por la Paridad.
Los 19 senadores santafesinos (18 varones y una mujer) se olvidan que las mujeres representamos el cincuenta y un por ciento (51%) de la población y siguen concibiendo el poder como un espacio detentado sólo por varones, dejando a las mujeres en un lugar de subordinación.
Se olvidan que avanzar en una ley de paridad no sólo garantiza derechos a las mujeres, sino que mejora la calidad democrática, tornándola más representativa e incluyente.
Los senadores con esta decisión retrasan a nuestra provincia, que fue pionera en el país al reconocer constitucionalmente el sufragio femenino en el ámbito municipal, en 1921. Retrasan al privar a nuestra provincia de una ley como la que ya rige a nivel nacional y en 12 provincias argentinas (Córdoba, Buenos Aires, Neuquén, Mendoza, Chubut, Santa Cruz, Río Negro, Salta, Catamarca, Santiago del Estero, Chaco, Misiones) y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Los tiempos para la sanción de una ley que sea aplicable a las próximas elecciones, más allá de la voluntad política del gobernador de incluir el proyecto en las sesiones extraordinarias, ya se han agotado. Porque sabemos que no hay consenso en el Senado provincial para darle aprobación.
Los senadores se han asegurado cuatro años más de poder para los varones, cuatro años más de patriarcado. De ahora en más sólo nos resta apelar a la voluntad de los dirigentes de los partidos políticos santafesinos para la conformación de listas paritarias en la próxima contienda electoral.
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