En la obra de remodelación del Iapos

Se cayó una viga y atravesó el parabrisas de un auto en marcha

El hecho se produjo durante la tormenta de ayer por la tarde. El conductor, un hombre de 42 años, recién salía de su trabajo. En noviembre se derrumbó la pared de la farmacia lindera. La empresa constructora es Cocyar.

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Elocuente. El impacto de la viga de madera podría haber sido directo sobre el conductor, que se salvó de milagro.

Fotos: Gentileza Sebastián Medina

 

Juan Ignacio Rodríguez

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Una viga atravesó el parabrisas de un auto ayer por la tarde. El hecho se produjo pasadas las 18, cuando Federico Talín, tras salir de su trabajo (una aseguradora ubicada en Rivadavia entre Suipacha y Crespo), circulaba con su auto por dicha arteria. Al cruzar Obispo Gelabert hacia el norte, la madera voló desde la obra que se realiza en la sede del Iapos y se incrustó en su auto.

Sebastián Medina, primo del afectado y su abogado, dialogó con El Litoral. “Literalmente, le cayó ese gran palo del cielo. Federico no entendía nada y se asustó bastante. Así y todo, pudo manejar hasta doblar por Boulevard hacia el este donde frenó. Un compañero de trabajo que venía atrás fue de los primeros en asistirlo, porque estaba en un evidente estado de shock”, contó. La viga de madera pegó en la pierna derecha de Talín, bien por encima de la rodilla.

El abogado se puso en contacto con la empresa a cargo de la obra de remodelación del Iapos (Cocyar). “Desde el primer momento me dijeron que se iban a hacer cargo del arreglo del auto” contó Medina. Una respuesta lógica y esperada. Pero no se vio conforme desde lo “humano”, porque no le preguntaron cómo estaba el damnificado, si necesitaba algo, etc. “Es increíble que en una obra de este calibre no tenga las medidas de seguridad necesarias”, planteó Medina.

La posición de la firma

La empresa Cocyar es la encargada de las obras de remodelación del edificio del Iapos, y no es la primera vez que tienen inconvenientes en dicha zona. No hubo una comunicación oficial de la empresa, pero una de las arquitectas dialogó en forma informal con El Litoral.

Según lo que pudo explicar la profesional, con el considerable viento que había en es momento (para la otra parte, el viento era normal), una de las barandas de la esquina noroeste, que era de contención y no parte de la obra, al no tener reparo se aflojó al punto tal de desclavarse y se cayó con un impacto lógico teniendo en cuenta que estaba a 15 metros de altura .

Una parte de la baranda que cayó, lo hizo sobre la bandeja de fenólicos que precisamente está armada para la protección ante cualquier imprevisto. Lo que está claro es que no se explica mucho de qué manera la baranda cayó directamente a la calle. Una de las especulaciones es que pudo haber rebotado para, de esa manera, “abrirse” y no caer sobre la vereda, lo que podría haber sido mucho peor en caso que hubiera pasado alguien caminando.

Antecedente negativo

A principios de noviembre, cedió una pared, parte del techo y mampostería de una farmacia que se encuentra al lado de la obra en cuestión. En dicho episodio no hubo que lamentar lesionados, pero sí un daño un importante en el inmueble.

Al día de hoy, según contaba a El Litoral uno de los encargados de la farmacia, continúan negociando con el seguro. En cuanto a los trabajos, están avanzados los arreglos en la estructura del lado de la obra del Iapos, y una vez concluido eso, comienzan con lo correspondiente al local comercial. “Con la gente del seguro, todo bien, con los contratiempos lógicos que generan este tipo de negociaciones”, dijo el encargado, quien además agregó que además de las pérdidas de lo que estaba en góndola (estiman un millón de pesos), están los días que estuvo cerrada la farmacia y el lugar afectado que no se puede usar, incluso con mercadería parada.