Andrés Bonicalzi, abogado de la víctima, precisó que la joven fue sometida sexualmente en la madrugada del sábado último en el segundo piso del local bailable "La Negra", ubicado en la avenida Rivadavia al 1900.
El letrado detalló que la víctima y las tres amigas se desplazaban en fila por las distintas pistas del boliche, donde un hombre rubio y de ojos celestes interceptó a la víctima, quien iba última, y "comenzó a besarla forzosamente" sin que las otras chicas "se dieran cuenta".
"Luego, la llevó hasta un rincón en el segundo piso (del local bailable) y comenzó a violarla. Minutos después, llegaron otras tres personas, quienes también la violaron", relató Bonicalzi en diálogo con la prensa.
Los atacantes huyeron y la joven empezó a pedir ayuda a los gritos.
“Yo gritaba: ‘Me violaron, por favor ayúdenme...’ pero nadie me escuchaba”, contó la joven, entre lágrimas, y agregó que una vez que logró salir del local se acercó a una persona de seguridad, quien tampoco le hizo caso.
La mujer que denunció haber sido abusada sexualmente en la madrugada del sábado último en el segundo piso del local bailable “La Negra”, ubicado en la avenida Rivadavia al 1900, también detalló que sólo pudo identificar a unos de los hombres que participó del abuso, porque “los otros se fueron sin que les pueda ver la cara”.
Además, señaló que los cuatro hombres eran amigos o se conocían porque los escuchó que “murmuraban algo entre ellos” y precisó que el lugar donde supuestamente fue violada era oscuro, por lo que “se veía muy poco”.
“Yo gritaba con todas mis fuerzas, un montón, y nadie me hacía caso. Había gente, pero en ese lugar donde me llevó estaba todo oscuro”, relató y añadió que, luego de la violación, uno de los abusadores le dijo “ahora te vas callar y te vas a calmar”.
Además, la joven afirmó que era la primera vez que iba a ese boliche y lo hizo para acompañar a una amiga que cumplía años.
Por último, en declaraciones a la prensa en la localidad de Virreyes, la mujer contó que fue “sacada del boliche porque estaba gritando mucho” y que una vez fuera del local le pidió ayuda a un patovica, pero éste no la ayudó.
DyN