De la redacción de El Litoral
[email protected]
Ayer se inició un paro general de trabajadores de transporte de agua que incluye a los barcos que llevan el combustible a las usinas y, de no haber acuerdo pronto, el abastecimiento podría empezar a fallar. Luego de numerosas negociaciones, no se llegó a un acuerdo en el aumento salarial. Los gremios piden un 30% en dos cuotas y las cámaras, que agrupan al 99% de los barcos, ofrecen un 25,5 por ciento.
En total son 8 los gremios marítimos que existen. Según trascendió, cuatro de ellos (Maquinistas Navales, Conductores Navales, Patrones Fluviales y Electricistas Navales) integran el petitorio de los que llevan a cabo la medida de fuerza. Otros dos (Capitanes de Ultramar y el Somu) no se unieron por estar alineados con el gobierno y arreglaron un aumento del 26 por ciento.
“El aumento del 26% es con referencia a los valores de diciembre de 2013. Si hacemos la cuenta, en realidad en vez de ser un 26% es un 20% porque no se reconoce el 4,35% que empezamos a cobrar el 1º de enero. Durante enero, febrero y marzo nosotros cobramos un 4,35% que ellos también lo cobraban”, explicó Horacio Domínguez, presidente del Centro de Maquinistas Navales.
Domínguez argumentó que “el piso de todas las negociaciones es del 30%” y, al ser consultado sobre el aumento arreglado por Capitanes de Ultramar y Somu, sentenció: “La verdad, no sé por qué acordaron un incremento tan bajo. Supongo que fue un arreglo pensado. A principio de año, el gobierno había tirado pautas en el orden del 18% y después el número se sumó sólo por la inflación. Hasta los de la CGT oficialista están en el orden del 30%”.
Sobre el paro propiamente dicho, el dirigente gremial manifestó: “Hemos agotado todas las vías de negociación. Nuestro mandato terminaba en la conciliación obligatoria el jueves a las 18, pero por un pedido de la viceministra de Trabajo le dimos 24 horas más y las Cámaras no dieron ninguna respuesta favorable”.
También se refirió a la posibilidad de afectar la recarga de combustibles: “Sabemos que el país no está en condiciones óptimas para un paro de estas características ya que empiezan a correr riesgo los combustibles y la energía. Nosotros somos conscientes de la importancia, ellos no la tienen”. A pesar de esto, aclaró: “Estamos abiertos al diálogo y a la negociación”.