Luis Rodrigo
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Ni la nobleza de las maderas de sus bancos antiguos, ni el aspecto casi monacal de la histórica aula Alberdi, ni el prestigio de la Facultad de Derecho de la UNL fueron suficientes. Hubo murmullos, algún silbido y hasta más de una voz destemplada (o directamente fuera de lugar) cada vez que algún representante del gobierno provincial defendió las razones para subir las tarifas de Assa.
En algo más de 40 minutos (poco si se repasa lo que ocurrió desde 2010 a la fecha) el gobierno explicó por qué considera necesario que la factura de los servicios de agua potable y cloacas suban un 42%, en un ajuste de dos etapas: el 21% para los consumos de agosto y el resto para los de octubre, hasta alcanzar el porcentaje señalado.
Quienes pudieron participar ayer en la audiencia pública que se desarrolló en Rosario comentaron que, en el sur, todo transcurrió bajo un marco menos apasionado o -si se prefiere- más respetuoso.
Vecinalistas, vecinos que opinaron sólo como usuarios, asesores y colaboradores del oficialismo y de la posición en las Cámaras, legisladores y concejales, y sobre todo dirigentes sociales, de partidos políticos y de asociaciones de un amplio abanico, participaban de la reunión que continuaba al cierre de esta edición.
Críticas
Un “aplausómetro” daría, pasado el mediodía, un resultado favorable a quienes rechazan el aumento, pero con muy distintas visiones: desde el jubilado que advierte que hoy paga $ 200 y no quiere pagar casi 300, hasta el vecino que se queja de los sueldos altos de los funcionarios y el número de empleados de la Legislatura y se pregunta si con esos fondos no puede subir el subsidio para los servicios sanitarios, pasando por el usuario que usó sus 5 minutos en el estrado para demostrar que desde hace 20 años paga por el servicio de cloacas y en realidad nunca se había hecho aquella conexión.
Las críticas recordaron que a los trabajadores, el gobierno provincial les pidió prudencia en sus reclamos, y un dirigente de ATE, Luis Larpín, aseguró que la suba del 42% constituye -para la macropolítica nacional- una “señal equívoca” sobre la inflación... unos minutos antes, un jubilado comparó la evolución de la tarifa de Assa con los aumentos a su haberes, que el gobierno nacional le actualiza según la inflación oficial, con el resultado previsible.
Las objeciones fueron dispares. Incluyeron desde el reclamo de una discusión de fondo sobre la naturaleza del servicio que presta el Estado, a cargo del diputado provincial Mario Lacava (que acusó al Frente Progresista de tener una visión “de tipo privatista”) hasta las fotos con las consabidas pérdidas de agua potable en la calle que mostró una dirigente de una mutual de Villa del Parque, Gladis Bravo, para preguntar cuánta de esa agua pagan los usuarios.