Por Lía Masjoan / Prensa Secretaría de Hábitat
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En agosto, el gobierno provincial tiene previsto entregar otras 42 viviendas del plan Santa Rita II que estuvo usurpado durante dos años. Con las 10 ya otorgadas, completaría casi un tercio del total. Las restantes, unas 130, continúan en obra para ir adjudicándolas a las familias inscriptas en los registros de la Dirección de Vivienda.
Llegar a este barrio lleva tiempo. No sólo porque está en el extremo norte de la ciudad (en Chaco al 5000), sino porque muchas de las calles que la rodean son intransitables. En especial tras un día de lluvia, cuando los pozos en las pocas cuadras de asfalto se llenan de agua y la tierra se convierte en barro.
Sin embargo, esto no es un problema para Juan Delgado, un vecino que trabaja en la Prefectura y que fue beneficiado con una de las 10 primeras casas entregadas hace tres meses, tras recuperar el plan ocupado en abril de 2012. Alquilaba una casa en Moreno y San José, en un barrio del suroeste, y justo cuando estaba por vencer el contrato recibió la noticia de que le entregarían su primera vivienda. Todo salió redondo: se mudaron y empezaron una nueva vida. “Estamos lejos pero mucho más tranquilos; nadie nos molesta y ni ruidos se escuchan”, contó mientras miraba de reojo a su pequeño hijo Joaquín. Afuera, un herrero soldaba el futuro portón de ingreso a su casa, y ya estaban en pie los tapiales perimetrales que delimitan su terreno.
Hoy, todo Santa Rita está en obra. Por un lado, los primeros adjudicatarios iniciaron un proceso para ampliar sus viviendas y cercarlas, y ya han comenzado a colocar ligustros, jazmines y palmeras. Por el otro, la provincia continúa refaccionando las casas que quedaron prácticamente desmanteladas tras el desalojo. A la mayoría, hay que volver a colocarle las chapas en los techos, las aberturas y los sanitarios.
“La espera se hizo larga, pero hoy tenemos nuestra casita, gracias a dios. El mismo 24 de abril que nos adjudicaron la vivienda, ya estábamos acá”, comentó Lucila Garnier, otra de las recientes adjudicatarias. Y agregó: “Tener lo tuyo implica un gran paso como familia”. El sueño de la casa propia demoró un poco más de lo imaginado, pero llegó. Y hoy, ya son 10 las familias sorteadas que se mudaron al vecindario. Las casas cuentan con 2 dormitorios y 63 metros cuadrados de superficie, tienen agua potable, energía eléctrica, desagües cloacales por sistema autónomo, alumbrado público, veredas y fueron forestadas.
Largo proceso
El proceso de desalojo fue largo, pero pudo realizarse en forma pacífica, con el apoyo de la Municipalidad de Santa Fe. La historia comenzó el 3 de abril de 2012, cuando unas 90 familias nucleadas por la Corriente Clasista y Combativa (CCC) seguidas por otras 90 que aprovecharon el primer ingreso ocuparon el plan habitacional. “Estaba barriendo la vereda, vi cómo se hizo la usurpación, fue violenta porque ya venían armados”, recordó Adriana Ferreyra, quien vive junto a su marido y su hijo a una cuadra del predio tomado.
Marta Dayer vive enfrente del complejo de viviendas. En su ventana quedó estampado el impacto de una de las tantas balas que se dispararon por esos días. “Esto era tierra de nadie, estábamos atrincherados adentro de nuestras casas y, si salíamos, no sabíamos con qué nos íbamos a encontrar al regresar. Ahora todo volvió a la normalidad y estamos mucho más tranquilos”, contó.
El gobierno de Santa Fe se mantuvo firme en su decisión de recuperar las viviendas, y un año y medio más tarde, el 26 de septiembre de 2013, la Secretaría de Estado del Hábitat, junto a la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo, pudo dar inicio al cumplimiento de la sentencia judicial, comenzando con el desalojo. Conforme pasaron los meses fue aumentando el número de viviendas recuperadas, hasta llegar a completar la totalidad el 16 de enero de 2014, logrando una salida pacífica.
El secretario de Estado del Hábitat, Gustavo Leone, se mostró conforme con lo realizado hasta el momento: “Desde el primer día, seguimos los lineamientos que nos marcó el gobernador Antonio Bonfatti, sobre recuperar las viviendas y asignarlas a aquellos que hace años están esperando por una. Estamos premiando a aquellos que han hecho las cosas que fija la ley, que siguen los caminos debidos”, manifestó el funcionario.
El pasado 4 de abril fueron sorteadas las primeras 87 viviendas, siendo entregadas y habitadas las primeras 10, sólo veinte días más tarde. En los próximos días, otras 40 familias recibirán las suyas y cumplirán el deseo de tener casa propia. Así, poco a poco, Santa Rita II se va consolidando como un nuevo vecindario, lejos de los días oscuros que predominaron durante la usurpación.
“Ir poniendo ladrillo tras ladrillo y haciéndole arreglos, saber que es mía y que queda para mis hijos, para que tengan un techo propio, algo que para mucha gente, hoy por hoy, es difícil de alcanzar”, concluyó Lucila. Sueño cumplido.
Antecedentes
El plan Santa Rita II fue usurpado en abril de 2012 por militantes de la CCC, pero luego se sumaron familias de distintos barrios de la ciudad. Fue necesaria la intervención de la Justicia y un largo proceso hasta que en enero el gobierno logró recuperar las viviendas. El plan se había comenzado a construir en el 2006, con fondos nacionales, pero la obra atravesó varias paralizaciones y quedó a medio terminar hasta que fue ocupado en forma irregular.
En abril de 2012, también se usurparon 84 viviendas del complejo habitacional de Las Delicias. El gobierno está ofreciendo a estas familias las mismas condiciones que a las de Santa Rita para entregar las casas y recuperar el plan, pero todavía no ha podido avanzar.