Enrique Cruz (h)
(Enviado Especial a Buenos Aires)
Eléctrico como siempre, parece que a Diego Osella lo “enchufan” cuando comienzan los partidos y lo vive con una intensidad notable. Así fue en el torneo pasado, sabiendo que las chances de quedarse en Primera eran remotas y casi consigue el objetivo —que hubiese sido milagroso— de la permanencia. No cambiarán las cosas, por lo visto y seguiremos viendo un técnico que vive los partidos “a mil”.
—¿Conclusiones?
—Buenas, positivas, jugamos contra un rival de jerarquía y que viene de perder injustamente una final en Brasil. Demostramos, como en el torneo pasado, que teniendo menos la pelota que el rival podemos ser más agresivos. Y jugamos con dos volantes externos que cuando entienden que deben ser puntas cuando el equipo tiene la pelota, son determinantes. Hay que saber dosificar porque le quedan los 90 minutos muy largos y a veces no aguantan, pero jugando en este nivel no hay problemas en cambiarlos.
—¿Estás satisfecho con el funcionamiento?
—Es un equipo nuevo y es difícil cambiar todo. Si Villarruel y Callejo entienden que deben transformarse en wines y si los dos volantes internos, que hoy fueron Garnier y Marcos Fernández, también entienden que deben ser el nexo con la referencia de área, vamos a andar bien.
—Hablando de la referencia de área, imagino que conforme con lo de Alario...
—A Alario lo vamos a sentir el sábado que no podrá jugar y Colón lo disfrutará poco. Jugando así, se irá rápido.
—¿De qué sirve esta victoria?
—De envión anímico, de entender que si pensamos que ganando el primero y el segundo partido ya estaremos ascendidos, cometeríamos un grave error y vamos a intentar que a la categoría la disfrutemos y no la suframos. Tenemos que saber que cada fin de semana se nos va a presentar una final que tendremos que resolver.
—¿Cómo vas a jugar en lo táctico?, ¿igual que el año pasado o con dos puntas netos?
—Habrá partidos donde necesitaremos dos referencias de área y otros en los que tendremos que abrir la cancha. Por ahí, habrá partidos en los que será necesario un enganche para manejar la pelota. Habrá que acostumbrarse a distintas variantes.
—O sea que veremos un equipo distinto, ¿no?
—Yo nombro mucho a los externos porque, para mí, en este esquema son clave y tanto Villarruel como Callejo cumplieron en forma perfecta. Repito que en algunos partidos jugaremos con dos referencias y en otros con una. El sábado que viene, por ejemplo, sentiremos la ausencia de un chico con un gran futuro como Alario.
—Fue una buena reiteración de las cosas positivas que hizo el equipo en el torneo del año pasado, donde no hay que olvidarse de los 30 puntos...
—Cuando Lanús sumó delanteros, entraron Benítez, Melano y el Laucha Acosta y atacaron con muchos, nosotros no sólo nos defendimos bien sino que aprovechamos los espacios que se generaron en el campo de ellos. Si se piensa que Colón es un equipo defensivo, hay que dejar que piensen así. Será mejor para nosotros, porque vamos a sorprender. Hoy se dio un partido justo para jugar así. Ellos no retrocedieron rápidamente, cambiamos en relación al año pasado porque sumamos más gente en ataque, Garnier supo desdoblarse y a Alario se sumaron él, Villarruel o Curuchet y Callejo. Hubo contragolpes en los que fuimos cuatro contra dos o cuatro contra tres.
—¿Broun?
—Bien, tapó en forma brillante una pelota en el segundo tiempo que después pegó en el palo.
—¿Lazzaroni?
—Jugó con pierna cambiada porque es segundo marcador central pero tuvo un nivel muy alto de complementación con Landa, salió jugando bien siempre.
—¿Garnier?
—Un tractor que va a batallar, trajinar y ordenar todo el tiempo. Se sumó bien al trabajo de Poblete y Marcos Fernández.
—¿Leudo?
—Es un jugador que mide 1,85, no es muy rápido pero va a entrar en el ritmo que pretendemos y mostrará otras aptitudes.
—¿Cómo te imaginás el torneo que se avecina?
—Les dije a los jugadores, en el vestuario, que el de hoy es un buen piso. Eliminar a Lanús es importante pero no determinante. Nosotros tenemos que saber que el torneo va a ser duro y que no será un trámite.
—Hay muchos jugadores afuera, unos nueve en total. ¿Demorará la complementación para encontrar el equipo y el funcionamiento ideal?
—El jugador sabe cómo trabajo y van a tener que aportar sacrificio y paciencia para asimilar rápidamente los conceptos y entender qué es lo que se pretende. La recepción en los chicos del club es muy grande, prestan atención y eso me permite trabajar tranquilo. Hay partidos donde la impaciencia del resultado nos puede jugar en contra, por eso tendremos que prepararnos para jugar con paciencia. Y el que piense que por eliminar a Lanús tenemos ganado el partido con Instituto, está equivocado.