La Guardia Nacional fue movilizada en el Estado norteamericano de Missouri, por orden del gobernador Jay Nixon, como recurso para hacer frente a las protestas y los disturbios provocados por la muerte del joven afronorteamericano Michael Brown en un procedimiento policial, en la localidad de Ferguson.
La orden fue firmada por el gobernador, que ya había relevado a la policía local repudiada por la población por la represión ejercida, cuando fue reemplazada por la Policía Caminera estatal, medida que pretendió restablecer la paz y el orden, así como proteger a los ciudadanos de Ferguson.
Sin embargo, para el gobernador las protestas pacíficas se vieron alteradas por actos de violencia criminal perpetrados por un número creciente de individuos, muchos de ellos ajenos a Ferguson y al estado de Missouri.
"Condenamos estas actividades criminales, incluidos los tiroteos contra las fuerzas de seguridad y los civiles así como el lanzamiento de cócteles molotov, los saqueos y los intentos de bloquear rutas y asaltar el puesto de mando unificado", señaló un comunicado oficial en su web institucional, recogido por EFE.
Nixon sostiene que estos actos no contribuyen a la causa de la familia del joven ni la memoria de Michael Brown, tiroteado el pasado 9 de agosto por un agente de policía, lo que ha desatado los disturbios en un caso de aparente violencia policial racial.
La respuesta policial a las protestas, con un despliegue de medios casi militar enardeció aún más a los manifestantes y el pasado sábado fue decretado el toque de queda en la localidad, donde ayer fueron detenidas siete personas y una fue hospitalizada en estado crítico.
(Télam)