Luis Rodrigo
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Al cierre de esta edición, el directorio del Ente Regulador de los Servicios Sanitarios (Enress) seguía reunido para terminar su resolución, sobre el pedido de aumento de tarifas de Aguas Santafesinas SA (Assa), que en junio requirió una actualización del 42% en 2014.
Todo indica que, para este año, ése no será el porcentaje final autorizado por el Ente, sino que resultará bastante menor (tal vez, en más de una decena de puntos). Y que según la información que circulaba este mediodía, habría una suba más, pero para 2015, y condicionada a la colocación de 20 mil medidores.
En cualquier caso, no debe perderse de vista que la resolución del Enress que recibirá el ministro de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente, Antonio Ciancio, no tiene carácter vinculante. Y que el funcionario puede o no aceptarla.
Sí, pero no
El Ente citará en su extenso pronunciamiento tres aspectos: el primero es que no fue desmedido el pedido de Assa, que el 42% es lógico de acuerdo con lo que han subido los costos de la compañía estatal. El segundo es que -a la luz de la ineficiencia y la llamada “calidad del gasto”- la suba no corresponde en esos términos.
La resolución del Enress tanto le dará la razón a Aguas sobre los factores ajenos a la empresa que inciden en sus costos fijos (inflación, dólar, etc., etc.), como se la negará respecto de su propia estructura de gastos, tan condicionada por la antigüedad de su infraestructura, y por algunos rubros de sus costos.
En pocas palabras, para el gobierno, no será una resolución agradable, por los números y por los conceptos que se vuelcan en el escrito, algunos producto de lo que los usuarios plantearon con fuerza en la audiencia pública.
Micromedición
La resolución contendrá un tercer asunto, una innovación fuerte: el impacto será algo menor para quienes no tengan medidor, en el aumento o los aumentos (todavía no se ha definido el número) de 2014. Será todo un mensaje para Assa.
Las tarifas de Aguas identifican a los que pagan sus boletas como si fuera un impuesto más, bajo el concepto de consumo presunto como “QA” (volumen asignado) y a quienes poseen medidor como “QM”, para la micromedición domiciliaria.
Además, a barrios con problemas crónicos que quedan sin una gota en verano (en algunas zonas puntuales de Rosario y Villa Gobernador Gálvez), se eximirá del 100% de la tarifa.
La opinión del ministro
En tanto, para el ministro Ciancio, están “totalmente alejadas de la realidad” las críticas al aumento del 42%, que pidió Aguas Santafesinas SA (Assa).
El funcionario, que reivindicó la celebración de esos encuentros, dialogó con El Litoral la semana pasada, cuando todavía no se conocían detalles sobre la resolución del Ente Regulador de los Servicios Sanitarios (Enress).
—¿Qué lectura hace de la audiencia pública?
—No pude estar en ninguna de las audiencias; sí participaron activamente funcionarios del ministerio y directores de Aguas. Mi evaluación es que por un lado hay gente que fue a las audiencias con algunos problemas puntuales, hablo de usuarios con dificultades particulares, y por otro hubo algunas organizaciones de usuarios que siempre tienen alguna connotación partidaria... y que marcaron dos cuestiones.
Primero, nadie habló del tema tarifario en sí; lo que se hizo fue plantear el tema respecto al cumplimiento de algunas metas, se marcó el tema medidores, y -pese a que no vi ninguna cosa puntual- se subrayó que la empresa no cumplió con las inversiones. Nada hay más lejano a la realidad. Nada. La gente de Aguas y del Ministerio hablando del plan de saneamiento de la provincia intentó durante todos estos años de mostrar que no es Assa por un lado y el Ministerio por otro, éste es un solo programa de saneamiento en la provincia de Santa Fe.
Ninguna de estas personas, que teóricamente representan a los usuarios, se detuvo a considerar, ni antes ni durante las audiencias, a tratar de imaginar, a leer en los diarios, a informarse sobre qué es lo que se está haciendo en materia de saneamiento en la provincia.
Es mucho lo hecho en agua y cloacas; y no solamente en las 15 localidades de Assa donde vive dos tercios de la población, sino también en el otro tercio que es el que con sus impuestos financia que todavía estemos pagando por mil litros de agua la bicoca que pagamos en esos dos tercios.
Nadie atendió ni quiso entender que hay 4 acueductos en marcha, renovaciones de redes, que la vieja planta de Assa en Santa Fe se está renovando, que en Rosario hacemos una nueva planta después de 128 años, que hacemos un acueducto aquí, otro en Rosario, en Villa Ana, en Reconquista, en el norte hay varios desarrollos... Nadie prestó atención al plan Abre que se hace junto con los municipios, que lleva básicamente la infraestructura necesaria con luz segura, agua segura y planes de cloacas, además de las cuestiones sociales, culturales, pedagógicas, de salud... ¿Dígame cuándo en Rosario y en Santa Fe alguien se ocupó de hacer estas obras, de hacer cloacas?
—El debate ha sido por el porcentaje de aumento pedido.
—Sí, se habla de las tarifas. Bueno, en este momento se está discutiendo en los tramos finales del Ciadi cuánto tenemos que pagar, porque no les reconocimos tarifas a la empresa francesa que se fue. Y eso se viene. El juicio ya está listo, los jueces ya dictaminaron, lo que se está discutiendo es el número. Y sobre todo lo que se discute es el mal trato que se le dio a esa empresa que se fue.
Realmente, poner el eje en la cuestión tarifaria desconociendo lo que se está haciendo es engañar a la gente. Y yo realmente voy a tener que tomar una decisión...
—A Ud. le tocará definir el aumento.
—Sí, pero también voy a pedir que realmente se conozca lo que se está haciendo, que es muchísimo. No solamente en las 15 localidades, en toda la provincia, donde además tratamos de renovar redes de cien años de antigüedad, haciéndonos cargo, tomando decisiones y resolviendo los problemas con los recursos que tenemos.
Se nos reclama que invertimos menos, invertimos lo que podemos. Con tarifas o con fondos del Tesoro que salen de su bolsillo y del mío. Eso quiere decir que vamos a tener los mejores servicios que podamos tener, en tanto los podamos pagar... Las críticas serían atendibles si nosotros nos lleváramos los impuestos de los santafesinos a Miami, a las Islas Seychelles, pero nosotros no hacemos eso. En 25 años de gestión pública, no tuvimos nunca un caso de corrupción.
—Una vecinalista mostró en la audiencia fotos de caños con pérdidas y sostuvo que por eso no hay micromedición.
—Sí, es cierto que hay pérdidas muy importantes, pero lo segundo es más discutible. En todos los sistemas de distribución, en el mundo, se entiende que hay un porcentaje de pérdidas, aquí nosotros tenemos una capacidad de respuesta muy... buena, la capacidad de respuesta que tenemos.
También eso obedece a que tenemos que estar manteniendo una ecuación económica sobre nuestra dotación, nuestra fuerza de trabajo, etc. Es como en un tablero de ajedrez: uno mueve una pieza y genera un efecto positivo y otro negativo. Si incorporamos más gente habrá mejor respuesta, pero también más costos salariales. Y a esas pérdidas usuales se suman avatares, como el acueducto de agua cruda que se rompió aquí o, en Rosario, con tres caños muy importantes que no tenían por qué pero se rompieron.
—Por ley, por el marco regulatorio, el Enress evalúa a Assa según las metas que cumple, por ejemplo, el número de medidores.
—Al marco regulatorio hay que cambiarlo. Hemos producido uno nuevo a nivel de proyecto pero es evidente que el Frente Progresista debe acordarlo con la oposición, cosa que esperamos que esté ocurriendo en los próximos meses. Se preparó para una empresa del Estado.
En las audiencias públicas, se habló de que no pusimos medidores, pero la verdad es que de nuestros clientes hay un tercio que lo tiene. No es poco. Y hay dos licitaciones en marcha para poner 22 mil más. Volvemos a lo mismo, en ese tablero de ajedrez hay que administrar más que medidores, pero también hay que pensar en quienes todavía no tienen agua, sobre todo fuera de Assa.