Por Gastón Dubois
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Los salvajes tienen la culpa. El gobierno hace responsable a Unión y todos los tatengues lo pagan. De ninguna manera justifico ni aplaudo el accionar estúpido de unos pocos “giles”, como diría el hincha, en relación a los hechos ocurridos dos domingos atrás. Los enfrentamientos mas duros fueron el martes posterior al partido y en el estacionamiento, es decir, fuera de la cancha. ¿Era necesario suspender una tribuna?.
No quisiera que se interprete este texto como una justificación de la violencia, pero amplificar y magnificar en medios locales lo que pasó en el 15 de Abril, trajo sus consecuencias: una cabecera del estadio clausurada y los hinchas privados de llevar sus banderas. Ahora, cuando el equipo más lo necesita, habrá una tribuna vacía y un estadio sin banderas Y lo que es peor: los barras se habrán de mezclar entre los simpatizantes comunes con todo lo que ello significa. Ellos, los violentos, van a entrar al estadio casi seguro. No fue para tanto el episodio dentro de la cancha, pero “por las dudas” el Gobierno Provincial tomó nota de los dichos de algunos periodistas y actuó, intentando prevenir.
Desde el domingo 17 de agosto, algunos periodistas amplificaron y magnificaron una “una gresca interna de la barra”, que después se hizo un poco más grande el martes en el estacionamiento del estadio (con disparos de armas de fuego) y terminó con pintadas en “Casasol”, tal vez influidas también por la desmedida cobertura mediática que algunos periodistas le otorgaron al tema . A los violentos no hay que darles prensa.
Estoy completamente seguro de que el Dr Pablo Farías no hubiera tomado semejante decisión si desde algunos medios locales no se hubieran empeñado en señalar durante toda la semana, como algo grave, lo sucedido en el 15 de Abril. Está claro que Farías tiene la potestad y los elementos para tomar las decisiones que crea pertinentes en orden a la seguridad. Es su trabajo y así lo hizo. Bien por Pablo Farías, muy mal para Unión. Porque está muy claro que en Unión hace ya mucho tiempo ni se habla de violencia. Basta con repasar los informes de la policía después de los partidos y verán que ni siquiera hay detenidos después de los mismos.
No alcanzó con que su presidente pusiera a disposición de la justicia todos los videos de la seguridad interna que hay en el club de forma espontánea. Tampoco bastó conque admita tener un “acuerdo pacífico con la barra”, que en mas de tres años de presidencia jamás se rompió. De hecho, en este mismo diario Luis Spahn, hace algún tiempo atrás, admitió exactamente lo mismo: “los barras guardan los bombos y banderas en el club” dijo a voz viva y allí nadie se sorprendió. Sólo algunos periodistas emitieron su opinión “escandalizados”.
Alguna vez un dirigentes de la ciudad me dijo que el éxito de los clubes no estaba ligado sólo a la trilogía dirigentes, jugadores y cuerpo técnico. También allí eran importantes las empresas locales apoyando a los clubes a su manera, y los medios, con sus periodistas opinando y describiendo la realidad con responsabilidad.
Jugar con una parte del estadio clausurado es, en cierta manera, dar ventaja deportiva. Unión no puede darse ese lujo, aunque ojalá termine ganando su partido.