Por 1968 las celebraciones dominicales se realizaban en unos galpones ubicados en calle Estanislao Zeballos al 600. En 1969 ya se realizaban en su ubicación actual, en calle Echagüe al 6700.
Hoy, la San Pablo es una de las parroquias más numerosas en grupos de Scouts. Por su proximidad con la Basílica de Guadalupe, comparten los fieles.
Por 1968 las celebraciones dominicales se realizaban en unos galpones ubicados en calle Estanislao Zeballos al 600. En 1969 ya se realizaban en su ubicación actual, en calle Echagüe al 6700.
La Iglesia San Pablo, fundada en 1969 por Cirilo Zenklusen, forma parte de una de las pocas parroquias de la ciudad que desarrolla la actividad de crear grupos de Boy Scouts. Chicos de distintas edades concurren con entusiasmo a la congregación donde no sólo aprenden a trabajar en equipo sino que también se instruyen en el desarrollo de habilidades manuales y en el contacto con la naturaleza.
Esta actividad se lleva a cabo en grupos diferentes, divididos en niños por un lado y niñas por otro. Las mujeres utilizan el nombre de Guías, una rama desprendida de los Boy Scouts que es la denominación masculina.
El padre Marcelo Frank, que forma parte de esta comunidad parroquial desde hace 9 años, afirmó que “la gente que concurre a la parroquia es buena y amable. Posee un deseo de progreso importante gracias a sus posibilidades económicas”. Los creyentes se comprometen con lo que hace falta en la comunidad parroquial y trabajan en conjunto para mejorarla día a día.
La parroquia San Pablo comparte sus fieles con la Basílica de Guadalupe. “Ambas iglesias caminan de un lado a otro juntas. La gente va rotando pero en general es estable”, expresó Marcelo.
Lamentablemente, pese a su buena predisposición, los fieles que asisten todos los domingos a la iglesia se ven afectados por el vandalismo de la zona cuando finaliza la misa. A raíz de esto, el padre Frank manifestó: “Hay que tener cuidado en las calles”.
Por último, con respecto a la asunción del Papa Francisco, el sacerdote Frank declaró que fue un gran impacto para la sociedad tener un Papa argentino, debido a la ayuda que brinda en la comprensión del mensaje que quiere transmitir la Iglesia. Su forma de expresarse impulsa a los argentinos a entender mejor el mandato de Dios.
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"La gente que concurre a la parroquia es buena y amable. Posee un deseo de progreso importante gracias a sus posibilidades económicas”. Marcelo Frank, sacerdote.