Darío Pignata
Enviado especial a Las Vegas/Nevada (EE.UU.)
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Tiene razón el admirable Carlos Irusta, con quien anoche compartí el honor de conducir “La Noche Argentina” que organizó Carlos Fertonani con Santa Fe Producciones en Las Vegas, cuando me dice que “este es un privilegio sólo de los argentinos”.
Es que a menos de 48 horas del pesaje oficial en la pelea de su vida, nadie puede creer que además de aparecer para el mensaje formal y las fotos de protocolo, la postal final de “La Noche Argentina” que propone el Ministerio de Turismo de la Nación en cada evento internacional de jerarquía sea el mismo “Chino” Maidana al lado del “Chaqueño” Palavecino y Los Tekis cantando, recitando y hasta improvisando un sapucay. Y, de yapa, tomando un mate que ceba “Culacha” Romagnoli, amigo de Calchaquí.
De repente, desde el puesto privilegiado arriba del escenario que tiene El Litoral, observo como Horacio Pagani, Osvaldo Príncipi y Constancio Vigil revolean servilletas al ritmo del folclore. Son más de 100 invitados VIP entre los colegas de los medios criollos, la prensa internacional acreditada y los invitados especiales entre los que se destacan los familiares y amigos del “Chino” Maidana que llegaron hoy desde Margarita. Parece increíble.
A esta altura de la noche, el protocolo oficial con el que se abrió “La Noche Argentina” quedó en el olvido. Primero, el Cónsul General en Los Angeles, Alejandro Casiró y luego, el Subsecretario del Ministerio de Turismo de la República Argentina, Alejandro Schiavi, dieron la bienvenida.
A su lado, el representante del Gobierno de Nevada, Chaunsey Chau-Duong, llegaba con una distinción original y bien americana: la patente de un coche de Maidana en estas tierras, algo así como la llave de la ciudad o la declaración de “Ciudadano/Visitante ilustre”.
A pocas horas de la pelea, todo el mundo pensaba que la presencia del “Chino” sería para cumplir y nada más. Error. Mientras los invitados lo esperaban degustando exquisiteces y vinos argentinos, afuera era cada vez más importante la cantidad de gente que se juntaba para verlo.
Cuando Marcos René Maidana irrumpió en el escenario junto a Sebastián Contursi, su entrenador Robert García y su inseparable amigo “Pileta”, el recinto explotó. Adentro y afuera, el grito fue un solo: “Olé, olé, olé....Chinooo, Chinooo...”. Era el momento más esperado de “La Noche Argentina”.
Claro que antes y después, se vivió la “Argentinidad al palo”. Primero, gracias a Los Tekis, que anticiparon algo de lo que emocionará el sábado, cuando suban con Jorge Rojas a entonar las estrofas del Himno Nacional Argentino. “Nos dicen que es la cuarta vez que un músico lo canta en Las Vegas”, todo un orgullo comenta Mauro a El Litoral.
“Viva mi Santa Fe”, grita el “Chino” cuando está ahí arriba y el grito emociona, mucho más cuando después le pega un “Y vamos Argentina” para que un grupo recordando lo que pasó en el Mundial improvise un “Mayweather decime que se siente, tener en casa a tu papá...”
Si ese hubiera sido el final, la noche hubiera alcanzado la perfección. Pero “La Noche Argentina” se hace interminable. Sube Contursi, habla poco pero anuncia una sorpresa y ahí aparece “El Chaqueño” con alguno de sus músicos.
De golpe aparece una guitarra, pero el “Chino” no se anima a las cuerdas, aunque sí mete sapucay y a pedido de “El Chaqueño”, recita una parte del chamamé “El Toro”, su tema preferido desde chico.
Una mira afuera, en los pasillos del MGM, y cada vez es más la gente que se frena para verlo y escucharlo. Aunque sea de lejos. Hay argentinos, sí. Pero hay mexicanos a granel para hacerle el aguante.
Antes de despedirse, toma un mate arriba de escenario y la postal es increíble, porque “El Chaqueño” los llama a “Los Tekis” para hacer un tema final. La verdad, “La Noche Argentina” parece una noche soñada de Cosquín. Pero es Las Vegas, a menos de tres días de la revancha Mayweather-Maidana y sin embargo es un privilegio tenerlo allí arriba al “Chino”. Se saca fotos, firma algunas remeras, le hace una broma a Carlitos Fertonani y nos hace seña para que con Carlos Irusta los despidamos.
En el mismo lugar, pero bien atrás, está su gente: papá Orlando, hermanas, hermanos y amigos. Está Ricardo Ferreiro, que antes a la tarde le había dicho al “Chino” que después de la nota de El Litoral en San Justo “lo llamaron de todos lados”.
El final del miércoles lo propone “La Noche Argentina”, pero antes en el día de Maidana hubo conferencia de prensa (“Vengo a hacer historia”, aseguró) y la llegada de sus seres queridos a los que le mostró su habitación con el diario de Santa Fe como privilegiado testigo.
Ya no queda nada para la pelea: hoy jueves descanso, el viernes pesaje y el sábado al Arena para ir por esas tres coronas de Floyd. Todo el mundo coincide en lo bien que se lo ve, en lo alegre que está el “Chino” de cara a la segunda gran chance de su vida.
Mas allá del plan a futuro de Seba Contursi por meterlo cada vez más en el poderoso mercado mexicano, la idea del mismo manejador está desarrollada a la perfección con la “Argentinidad”. Es que además del “Chaqueño” y Los Tekis, hoy debiera llegar Jorge Rojas con la responsabilidad de cantar el Himno.
Se termina un día interminable. Son las dos y media de la mañana en esta ciudad armada en el medio del desierto. Los ojos se cierran. Hay cansancio, sí; porque como me diría “El Chaqueño” Palavecino vinito de por medio al final de todo, uno en este hotel anda “como sandía en carro, de un lado para el otro”.
Ahora sí, quedan dos días para el gran día. Se acerca el temblor en Las Vegas, pero al “Chino” nada lo saca, ni siquiera Mayweather con su circo. Cuando estamos por despedirlo de “La Noche Argentina”, Carlitos Irusta recuerda que el domingo 14 de septiembre es el Día del Boxeador.
Es el día del “Chino” y de tantos. Entonces, Maidana escucha el dato y se da cuenta que el mundo del boxeo argentino está esperando un solo regalo. El que no pudo tener Firpo en sus manos contra Dempsey en Nueva York. El que puede tener él este sábado contra Mayweather.