Unión no dejó dudas y lo ganó bien

Unión consiguió un valioso triunfo esta tarde ante Independiente Rivadavia por 2 a 0 jugando en el estadio 15 de Abril. Valioso porque sirve para mantenerse a tiro de los equipos que están en el tope de las posiciones (o al menos para evitar que tomen saquen mayores diferencias), pero principalmente porque el equipo jugó muy bien y, si hubiera estado más acertado, hasta podría haber ganado por goleada.

Lo mejor de los dirigidos por Madelón se vio en el primer tiempo, donde se pusieron rápidamente en ventaja, contando luego con varias situaciones muy claras para ampliar el marcador.

A los 3 minutos Fabro aprovechó una pelota que quedó “boyando” en el área chica y, sin arquero, el volante no perdonó y la mandó adentro. Cinco minutos después, de contra y atacando por la banda izquierda, Unión estuvo muy cerca de marcar el segundo cuando Triverio quedó solo frente al arquero pero este tapó lo que era el segundo gol.

A los 22’ se armó una jugada similar, una contra por la izquierda del ataque, y esta vez fue Guerra el que quedó de frente al arco, pero la pelota le quedó atrás y definió incómodo, el balón rebotó y salió hacia atrás, donde estaba Montero que definió a colocar por arriba, pero la pelota salió apenas encima del travesaño.

Enseguida volvió a avisar Unión cuando tras un centro apareció por el segundo palo Sebastián Caballero (recién ingresado en reemplazo de Fabro, que salió lesionado) que cabeceó desviado, casi llevándose el balón por delante.

A los 26’ llegó por primera vez Independiente con un tiro desde fuera del área de Castornio, que tuvo tiempo para acomodarse y sacar el disparo que se fue cerca.

Pasada la media hora de juego Madelón debió volver a realizar una modificación por lesión: salió el arquero Nereo Fernández e ingresó Matías Castro.

Ya en el final, a los 40’ y aprovechando un mal despeje de la defensa, desde la medialuna del área Triverio, uno de los mejores del rojiblanco en el primer tiempo y del partido, sacó un violento disparo que alcanzó a desviar el arquero.

Fue la última acción de riesgo en un primer tiempo en el que Unión fue claramente superior al equipo mendocino, porque fue peligroso en ataque, tuvo varias chances para marcar y debió irse al descanso con una mayor ventaja en el resultado sobre un rival que atacó poco y no preocupó.

En el complemento el rival salió a buscar el empate, pero no solo que no llevó peligro real, sino que esto le permitió al tate encontrar más espacios en ataque. A los 7’ Malcorra aprovechó un error defensivo cuando no pudieron despejar un centro rasante y la pelota le cayó al volante, que remató con el arquero vencido, pero apareció el pie salvador de un defensor que evitó lo que era el 2 a 0.

Nuevamente Malcorra se perdió el gol a los 15’, cuando apareció por la izquierda del área y sacó un tiro cruzado que se fue muy cerca del segundo palo.

Pero a los 32’ finalmente llegaría el 2 a 0, que se hizo esperar ya que el local lo merecía desde mucho antes: tras un tiro de esquina la defensa de Independiente Rivadavia despejó al medio y desde fuera del área vino un tiro al arco, el balón dio en un jugador (aparentemente dio en Leonardo Sánchez) y el rebote descolocó al arquero, que a pesar de su estirada no pudo evitar que el balón ingresara por el primer palo.

Ya con el resultado puesto, solo hubo que esperar al final de un partido favorable para el rojiblanco desde todo punto de vista (salvo por las lesiones de Fabro y Nereo Fernández en la primera mitad), que lo arrima al lote de punta y que le da tranquilidad no solo desde lo numérico, sino desde lo futbolístico, porque hoy Unión ganó y, además, jugó bien.